jueves, septiembre 28, 2006

Sobre Fother Muckers, el disco recién grabado y la vida misma.


Hoy, a eso de las 5:30 pm aproximadamente, terminamos oficialmente de grabar el disco!!!

Me enorgullece profundamente anunciarles la noticia por este medio. Obviamente, pueden encontrar la info oficialísima en nuestra, pro ahora, única página web de comunicados, pensamientos, fotos, avisos varios y pelás de cable del grupo: nuestro fotolog, un sitio que está cargado más hacia el paint que al photoshop, más a lo artesanal que a lo moderno, más a la calidez de lo casero que a la frialdad de lo tecnológico. Un sitio acogedor en toda su plenitud.

Volviendo a lo de las sesiones de grabación, es increíble el solo hecho de haberlo logrado. Era un sueño de nosotros tres (sí, recuerden que, por ahora, los Fother Muckers somos sólo 3 caras largas, como se titula una de las canciones), el hacer un disco. Personalmente, yo creía y requete juraba que el momento todavía no llegaba, y que tendríamos que mover mucho más el demo que habíamos grabado en la playa. Sin embargo, las cosas se dieron muy diferentes. Esas 4 canciones que alguna vez Cristobal subió al purevolume (sitio que todavía mantenemos con un par de tracks), las escuchó Alex Andwanter, guitarrista, vocalista y compositor creador de Teleradio Donoso, una banda de las nuevas en el circuito, y que tuve el agrado de conocer gracias a Cristobal. Como el mundo es más chico de lo que pensamos y que nos gustaría creer, Teleradio Donoso cambió de bajista y sumaron a Cristobal Fredes, amigo de Cristobal Briceño de Fother Muckers. Así, entre cristóbales conocidos, se fue dando el contacto con Alex. Y, casi terminando el mes de junio, ya había planes serios de que grabáramos el disco comenzando el segundo semestre de este año. Una junta en alguna parte neutral, una conversa entre cervezas, muchos planes para el futuro inmediato y la posibilidad concreta de grabar.

"¡Vamos a grabar un disco!". Nuestro único pensamiento en estos meses. Las vacaciones de invierno fueron para preparar todas las canciones que iban a grabarse, decidir cómo las íbamos a ubicar dentro del disco y cuáles incluir. En ese minuto, teníamos más de 17 canciones listas y otras 6 o 7 en proceso. Al final, elegimos 14 y dejamos fuera Dime Si Soy Yo por una razón bien simple: de tantas versiones que le hemos hecho (al menos 4), ha perdido un poco la identidad. Viéndolo en perspectiva, fue una decisión acertada. El proceso de preparar los detalles fue bastante entretenido. ¿Qué hacer? ¿Cómo hacer los solos en las canciones más nuevas? ¿Cambiarán mucho las que ya teníamos? ¿Cómo resultará todo? Lo único que teníamos claro era que queríamos hacer el mejor disco que pudiésemos hacer. Combinar nuestras individualidades y aportar en ese gran colectivo de hermandad llamado Fother Muckers. Construir nuestro propio sonido, nuestra propia identidad, nuestra propia marca en el mundo. En wen chileno: hacer wenas canciones. Poner alegría en los corazones, llenar el alma, dar todo de nosotros en el proceso.

En todo esto, Alex, el productor genio detrás de las perillas, fue uno más de nosotros. Se involucró con todo en el disco, mostró interés genuino en todo momento, ideas con mucha clase, gusto y estilo y una disposición única. Partiendo por el hecho de que fue nuestro batero de sesión en todo momento, fue un Fother Mucker más en todo este período. Aún recuerdo ese ensayo previo a apretar "rec", cuando vimos los detalles finales con él en la batería. Una wenísima y extensa jam, donde quedé completamente convencido de que íbamos por un wen camino.

El proceso de grabación lo recuerdo bastante expedito, salvo por las jugarretas de la tecnología que nos obligaron a suspender sesiones algunos días: Muchas ideas se concretaron, varias líneas cambiaron y las canciones tomaron forma con el correr de los días. Esas mismas que yo tengo de sesiones acústicas, de maquetas de muestra, del demo que grabamos en la playa. Todas, casi sin excepción, crecieron en este mes y medio de grabaciones. También mi forma de tocar fue creciendo en este período de grabaciones: aprendí y aprehendí lo del “menos es más” y fui descubriendo este otro aspecto de la música. Los arreglos y solos fueron creciendo y logrando equilibrios insospechados para mí. Ya los escucharán, amigos míos.

El disco está pensado como uno de esos vinilos viejos, como los que lanzaban los queridos Beatles, con 7 canciones por lado y un intermedio. La lista la pueden revisar en el fotolog, y tratar de darle alguna lógica. la tiene, de todas maneras. Una lógica de ánimos, vibarciones, sensaciones, feelings, ganchos, momentos cumbre, momentos de recogimiento, momentos de reflexión, momentos divinos y momentos bestiales. Todo en un paquete de 14 canciones que fueron hechas con cariño y con amor fraternal por 3 caras largas que lograron salirse con la suya y cumplir el siempre tan ansiado sueño de grabar un disco.

La foto, en la que me ven sosteniendo una mandolina, es del Domingo pasado, sacada de un video en You Tube. Obviamente, no les dejo el link: no queremos que anden escuchando el material sin que esté completamente listo. Paciencia, amigos míos. Todo a su momento. Por ahora, prepárense para el Miércoles 25 de octubre, porque estaremos tocando en el bar Clandestino, en Guardia Vieja con Providencia, volviendo a los escenarios y reencontrándonos con todos. Ya estaremos avisando.

miércoles, septiembre 27, 2006

Nevermind.


¿Sabían que este recién pasado Domingo 24 de septiembre se cumplieron 15 años del lanzamiento de Nevermind, el segundo disco de Nirvana? Es una fecha y anda más que eso, pero nuestra necesidad de documentar, recopilar, archivar y cachurear nos obliga a rotular todo con nombres, fechas, horas, duraciones y medidas acordadas casi universalmente.

Yo vine a descubrir a Nirvana cuando tenía unos 10 años, en medio de mi travesía de beatlemaníaco pre adolescente, con escuchadas diarias de los cassettes de los de Liverpool, la lectura casi obligada del libro biográfico y la prácticamente total abstracción de mi entorno contemporáneo. No me importaba mucho (por no decir que me importaba un carajo :p) lo que sonara en rankings de radio, ni los número uno de los programas de video música que en esos años todavía habitaban en la tele abierta (pre MTV latino en el cable y Via X).

Nevermind debe ser uno de los pocos discos en la hsitoria del Rock en contener prácticamente puros singles. De las 12 cancioens que conforman la placa de 1991, al menos 8 son conocidas por casi todo el mundo. Demás que en eso influyó bastante el deceso de Cobain en 1994, pero aún así nos e puede negar que son canciones perfectas, singles oreja, canciones pop en el mejor sentido de la palabra. No le tengan miedo al "pop", lo popular, lo que llega a la primera escuchada, como los enamoramientos a primera vista. Con el caso de Nirvana y Nevermind, pasa precisamente eso: te convencen a la primera escuchada.

Con esas canciones que se convertirían en clásicos listas, algunas de ellas hace tiempo en su explosivo repertorio, y con una puesta en escena basada en la honestidad y la catarsis. En esa previa al lanzamiento de Nevermind fue cuando la banda comenzó a afirmarse en la escena. No son unos aparecidos ni un "producto" de las multinacionales, sino que un cisma cultural y generacional.

El lanzamiento de Nevermind dividió las aguas y marcó el comienzo de una nueva era a nivel popular. En pleno reinado del "rey del pop" Michael Jackson, la popularidad de las bandas de glam rock (un chiste en la gran mayoría de los casos) y basura por montones, Nirvana permitió que entrase una nueva corriente distinta, lo muchas veces mal llamado "alternativo". Claro que, asimismo, esto mismo se “chacreó” mucho, desarrollándose la basura de esas bandas semi alternativas en apariencia, pero pensadas corporativamente, un vulgar y vil negocio como siempre los ha habido,. Como fuera, a la banda no le importaba mucho esto. Basta mencionar que, en una manera bastante simbólica, Nevermind sacó del número uno a Dangerous, el disco con el que Jackson pretendía continuar su reinado en la masividad. Ene so ayudó mucho la producción a cargo de Butch Vig, quien pudo enfocar la labor en perillas para sacarle partido a esas geniales canciones. No es limpiarlas, sino que se note su esencia de forma clara.

¿Clásicos? Hay muchos. Partiendo por ese himno de comienzos de los 90 llamado Smell Like Teen Spirit: “aquí estamos, entreténgannos” definió un poco a una enorme generación, un descontento y abulia ya vistas en el punk británico – algo de razón hay en que Nirvana son LOS punks de los 90. Siguiendo con ese otro clásico que es In Bloom, con una letra lúdica sobre el cantar cosas que nos e entienden (una constante en el Rock de por sí, y cuya estructura ha servido de cortina de programa rocanrolero en más de una ocasión), la estructura clásica de lo "alternativo" (estrofa reposada, coro fuerte, a lo Pixies) en Come As You Are (el video, ampliamente mostrado en MTV, es sencillamente notable), poder absoluto en Breed, que nos muestra la máquina que fue Nirvana a la hora de tocar (y eso que aún quedan más canciones demoledoras por revisar). Para Lithium, en donde Cobain arma un estado bipolar con la letra, nuestra atención está completamente entregada.

Polly debe ser una de las canciones más bellas compuestas por ese gran cantautor que era Cobain, con una estructura sencilla y muchísimas veces emulada en los intentos por aprender guitarra (el troesma Dylan se sintió conmovido cuando la escuchó, diciendo sobre Kurt que "ese chico tiene corazón"). Lo que trae Territorial Pissings, con la genial cita de Novoselic a ese clásico hippie llamado Let´s Get Together, es la destrucción pura con un riff demoledor del maestro Cobain, emulado por muchos pero igualado por muy pocos, por no decir ninguno. En Drain You, una de las preferidas de Cobain en vivo, Butch Vig usó la técnica de grabar guitarras en varias pistas, una limpia y unas 5 sucias por ejemplo, para darle cuerpo a la grabación.

Lounch Act, como varias canciones de esta placa, está inspirada en Tobi Vail, la ex-novia de Cobain. Su tormentosa relación recorre varios pasajes del disco, siempre marcado con una agresividad musical que esconde una melodía fascinante. Cobain despotrica contra la conformidad y dios en Stay Away ("God is gay", comoe scribía el propio Cobain en graffitis siendo más joven), acompañado por lsod emoledores "tarros" de Grohl. Como para cerrar, una preciosa e intensa Something In The Way (con ese título, y mirando la experiencia de James Taylor y el Dark Horse, destinada a ser una hermosa canción). Si dejan que el disco avance, se encontrarán con una sorpresa a los 10 minutos: un track escondido llamado Endless, Nameless, un favorito de Cobain y compañía en vivo.

Traten de conseguirse el DVD de la línea de Classic Albums, un documental sobre el nevermind de Nirvana, con entrevistas actuales a Novoselic y Grohl, además de sabrosas anécdotas de la grabación. Y el disco, obviamente, un obligado de cabecera de todos los tiempos.

¿Hay algo más ícono pop que esto? Nirvana en el SNL, en el 92...


Y el video favorito de muchos, In Bloom , con la parodia a los Beatles de la beatlemanía...

sábado, septiembre 23, 2006

Masked And Anonymous.


Pude acceder a Masked And Anonymous (Anónimos, el único título con el que se le conoce en español), la enigmática y multiestelar película protagonizada por el troesma Dylan, gracias a un intercambio de DVD en el extranjero. Un alemán fanático de Dylan me la mandó una copia en DVD de la película, casi recién cuando había salido en zona 1. Desde que fue lanzada, no la he visto en ninguna parte. Así de "subterránea" se ha mantenido.


Es extraño lo que pasa con Masked And Anonymous. No partió como una película para el cine, sino que como un especial para la TV. Hacía rato (poniéndonos en el contexto de comienzos de la década) que al troesma le tincaba hacer algo piola para la TV. Junto con larry Charles, uno de los cerebros tras Seinfeld, comenzó a desarrollar una idea inicialmente para el canal de cable HBO. En algún momento, el proyecto empezó a crecer y más gente conocida comenzó a sumarse a la idea para HBO. Junto a Larry Charles, y bajo el pseudónimo de "Serguei Petrov", Dylan desarrolló un guión complejo y de gran envergadura, quizás mucha como para los límites del cable.


El elenco reunido para esta extraña película es multiestelar por donde se le mire: junto a Bob Dylan actúan John Goodman, Jeff Bridges, Luke Wilson, Jessica Lange, Penelope Cruz, Angela Basette, Giovanni Ribissi, Mickey Rourke, Val Kilmer, Steven Bauer, Cheech Marin, Ed Harris, Bruce Dern, Tracey Walter, Fred Ward, Christian Slater y Chris Penn, entre otros. Prácticamente, todos se agolparon por la posiilidad de actuar junto al troesma, quien ya había debutado en la actuación en la pantalla grande en Pat Garret & Billy The Kid de 1973 y Hearts Of Fire, de 1986. Esa cualidad casi chaplinesca que tiene para presentarse es ideal para actuar. Dylan es, sin duda, un gran actor.


El complejo guión que Dylan y Charles desarrollaron nos lleva a la no tan descabellada idea de un mundo occidental en ruinas, en el caos absoluto, casi como el Apocalipsis en carne y hueso. Un Estados Unidos sumergido en una guerra civil, con un régimen totalitario y con la guerrilla instaurada como sistema. Todas las calles están llenas de basura y desperdicios, la miseria está en el aire y la nación se divide a pedazos con cada minuto que pasa. En este ambiente caótico se quiere hacer un concierto benéfico para las víctimas de la guerra civil. El concierto será transmitido por el canal de TV del gobierno y habría sólo un intérprete en él: Jack fate (Bob Dylan ), un viejo músico que alguna vez fue leyenda del rock que cumplía condena en la cárcel y que ahora es liberado para esta única presentación que organiza su ex mánager, Uncle Sweetheart (John Goodman). Habrá varios secretos que guarda la leyenda de Jack Fate, muchas cosas a las cuales tiene que enfrentar en esta rara travesía por un país en ruinas, teniendo la posibilidad de redimirlo con música. Extraño, pero cierto, desde una surrealista perspectiva.


La película está llena de líneas interesantes, reflexiones varias y un constante estado de melancolía y bastante de oscuridad apocalíptica. Los numerosos personajes secundarios que aparecen son capaces de mandarse sendos monólogos sobre la humanidad y la decadencia como especie (notables los de Giovanni Ribisi y Val Kilmer, por ejemplo), le dan a Masked And Anonymous un sabor a obra de teatro o presentación en vivo sobre un escenario, tal como si fuese un concierto.


Por si fuera poco, el rodaje de la película dio la mejor muestra documentada de la banda que el troesma encabeza desde hace unos 15 años, la misma con la que ha desarrollado el sonido atemporal y magnífico que encontramos en la trilogía de Time Out Of Mid, Love And Theft y Modern Times. Una banda poderosa, capaz de sumergirse con personalidad propia en las raíces de la música norteamericana. Dylan, como wen recopilador folclórico que es, nutre su puesta en escena con todos esos elementos, y la película da cuenta de ello.

El troesma y su banda tocando Cold Irons Bound en la película...


La reacción ante Masked And Anonymous fue diversa y mayoritariamente confusa. Mientras abundan las críticas a lo pretensioso del guión y a la incapacidad de contar una wena historia, a otros simplemente les bastó con ver al troesma actuando y tocando en vivo para ser registrado e inmortalizado. Personalmente, creo que esta película debe ser vista como si fuese un cuadro o como un álbum, donde cada pista funciona por sí mima, como un mundo aparte. No importa la linealidad ni la construcción dramática de proporciones. Son las canciones las que nos van armando el panorama: hay unas versiones demasiado freak para perdérselas, como My Back Pages cantada en japonés por los Makoro Brothers, o el himno Like A Rolling Stone convertido en un hip hop italiao llamado Come Una Pietra Scalciata, de Articolo 31; aparte de versiones de canciones del troesma de Grateful Dead, y Los Lobos, entre otros.

Si tienen suerte de encontrar esta película, véanla. Con la mente abierta y tratando de comprender cada detalle. Hace un mes, tras muchos intentos buscándolos, le agregué subtítulos en español a mi copia en DVD, por si a alguien le interesa.

Acá les dejo el trailer...

miércoles, septiembre 20, 2006

Un extracto del Volumen 1 de las Crónicas del troesma Dylan.


Creo que lo mencioné en un par de ocasiones anteriores, en otra de estas entregas floggeras y bloggeras. Y no me cansaré nunca de mencionarlo ni de sacarlo a colación: las memorias de Bob Dylan, el cantautor definitivo del siglo XX, el trovador americano, el querido troesma, es sencillamente uno de los libros más honestos, viscerales, sinceros y enriquecedores que hayan dado los últimos años. Así de simple.

Ahora bien: es Dylan el que escribe, así que podríamos imaginarnos cualquier cosa. Total, el troesma lleva guardándose toda una vida su vida privada, su cotidianeidad resguardada como si fuese el tesoro máximo, y los focos lejos de su casa. A la hora de escribir, ni menciona años ni circunstancias. Sólo describe el paisaje con una naturalidad y perfección propias de un literato experimentado. El que, muy a su pesar, alguna vez fue considerado "la voz de una generación" es honesto al manifestar su rechazo a esas etiquetas. Asimismo, no e preciso cuando se refiere a "mi esposa" (recordemos, que, al menos, estuvo casado 2 veces). Eso no importa, pues derrocha sinceridad en los sentimientos volcados en palabra.

El siguiente es un extracto del libro, en el que el troesma se refiere a New Orleáns.

“Lo primero que llama la atención en Nueva Orleans son sus cementerios y su fría propuesta, una de las mejores cosas que hay acá. Al pasar, uno trata de ser lo más silencioso posible, mejor dejarlos dormir. Sepulturas griegas, romanas, señoriales mausoleos hechos a la medida, fantasmales, señas y símbolos de decadencia oculta -los fantasmas de hombres y mujeres que han pecado y que han muerto y que ahora viven en tumbas-. El pasado no se extingue tan rápidamente aquí. Podrías estar muerto mucho tiempo.

Los fantasmas se dirigen a toda carrera hacia la luz, uno casi puede oír la respiración profunda de los espíritus, todos dispuestos a llegar a algún lado. Nueva Orleans, a diferencia de muchos de esos lugares a los cuales uno vuelve sólo para encontrarse con que ya no tienen esa magia, la tiene aún. La noche te puede tragar, sin embargo nada te toca. Alrededor de cualquier esquina hay una promesa de algo osado e ideal y las cosas recién empiezan. Hay algo obscenamente alegre detrás de cada puerta, y si no lo hay, hay alguien que llora con la cabeza tomada entre las manos. Un ritmo lento se alza en el aire somnoliento y la atmósfera pulsa con duelos del pasado, romances de otra vida, compañeros que piden ayuda a otros compañeros. No se puede ver, pero uno sabe que está ahí. Alguien siempre se está hundiendo. Todos parecen ser de alguna familia del sur muy antigua. O bien se es un forastero. Me gusta que así sea.

La ciudad es un poema:

Hay muchos lugares que me gustan, pero más me gusta Nueva Orleans. Hay mil ángulos distintos en cualquier momento. En cualquier momento uno se puede topar con un rito que venera a alguna reina desconocida. Aristócratas, personas con títulos como borrachos locos, se apoyan débilmente contra los muros y se arrastran por las cunetas. Hasta ellos parecen poseer alguna percepción que valdría la pena escuchar. Ninguna acción parece inapropiada aquí. La ciudad es un solo poema muy largo. Jardines repletos de pensamientos, petunias rosadas, opiatos. Santuarios cargados de flores, mirtos blancos, buganvilla y adelfa morada estimulan los sentidos, uno se siente lozano y transparente por dentro.

Todo en Nueva Orleans es una buena idea. Finas casitas que parecen templos al lado de líricas catedrales. Casas y mansiones, estructuras de una elegancia salvaje. Casas al estilo italianato, gótico, romanesco, del renacimiento griego, erguidas en una larga fila en la lluvia. Arte católica romana. Dramáticas terrazas, torrecillas, balcones de hierro fundido, columnas -algunas de nueve metros y gloriosamente bellas-, techos inclinados, toda la arquitectura del mundo entero y ni se mueve. Todo eso y una plaza principal donde se efectuaban las ejecuciones públicas.

El diablo en el Missisipi:

En Nueva Orleans uno casi puede ver otras dimensiones. Aquí sólo se vive un día a la vez, y luego es de noche y mañana será hoy de nuevo. Melancolía crónica cuelga de los árboles. Nunca cansa. Después de un rato, te empiezas a sentir como uno de los fantasmas de una de esas tumbas, como si estuvieras en un museo de cera bajo nubes carmesí. Imperio de los espíritus. Se dice que uno de los generales de Napoleón, Lallemaud, llegó acá para conocer la ciudad, buscando un lugar donde su comandante pudiera buscar refugio tras Waterloo. Echó una mirada y se fue, afirmando que aquí el diablo está condenado, al igual que los demás, pero peor. El diablo viene acá y suspira. Nueva Orleans. Exquisita, anticuada. Un gran lugar para vivir mirando a otros. Todo da lo mismo y uno nunca se siente herido, un gran lugar para sentir las cosas. Alguien te sirve un trago y lo tomas porque sí. Un gran lugar para practicar la intimidad o para hacer nada. Un lugar donde llegar con la esperanza de hacerse listo -para alimentar a las palomas que buscan limosnas. Un gran lugar para grabar. Al menos, así me pareció”.

Muchas gracias a Alex Andwanter, el productor-colaborador del disco de Fother Muckers, por prestármelo en inglés. La mejor manera de leer al troesma.


Un par de videos de regalo:

When The Deal Goes Down, primer single del Modern Times, protagonizado por la bellísima Scarlett Johansson...


Y un comercial de Dylan... para los Ipod!! (¿recuerdan que el troesma apoya los MP3 porque no le gusta la calidad de los CDs? extraño, pero cierto)...

lunes, septiembre 18, 2006

Lost.


Si mi memoria no falla, el estreno de Lost acá en Latinoamérica, por el cable, fue un Lunes 7 de marzo de 2005, hace un año y medio aproximadamente. Se hizo una gran expectativa al respecto, con una transmisión simultánea del AXN con el Sony del primer capítulo de 2 horas de duración (el "piloto", como se le acostumbra a decir a los primerísimos capítulos de cualquier programa de TV) y anticipando que eara algo que nunca se había visto antes. Toda esta campaña no hizo más que prometer demasiado, se hacía indispensable el verla. ¿Una nueva idea del capo de la TV, JJ Abrams? De seguro, otra serie de TV más, por más que prometieran cosas, pensaba yo. Pero con al suficiente curiosidad por saber de qué mierda se trataba.

Lamentablemente, ese mismo día y a la misma hora estrenaban la cuarta temporada de 24. Yo, como asiduo y habitual espectador de los estrenos de Lunes en la noche por el FOX de cada capítulo de la serie en tiempo real, desde el comienzo, prioricé y dejé Lost de lado. "No importa, habrá más posibilidades de verla", pensé. Después, la no extraña pasión desmedida y el culto que se generó por la ya clásica serie de unos sobrevivientes de accidente aéreo perdidos en una isla. ¿Me creerían que recién vi la primera temporada en DVD esta semana? Y, debo confesarlo, tienen mucho de razón en seguirla con alevosía.

Desde el primer momento, el relato te atrapa. Desde el primer segundo, quieres saber qué mierda pasa. Gracias al DVD, no hay que esperar una semana completa para saber cómo sigue (la primera temporada la vi en apenas cuatro noches). Desde el primer capítulo, el mentado piloto de dos horas (de TV abierta, obviamente), la serie te atrapa en un espiral del cual no será fácil salir, no importando la edad. Ese piloto, por cierto el más caro en la historia de la televisión a nivel mundial. Es, prácticamente, una película.

No voy a referirme a la trama, que ya prácticamente todo el mundo debe conocer, y tampoco me referiré a los protagonistas de esta historia de náufragos contemporáneos. ¿Para qué hacerlo, si existen muchísimos sitios web dedicados a la adoración y al culto de esta serie de TV? Repito: ¿una serie de TV? Sí, tal cual lo escribo y lo leo tras revisarlo. Una serie de TV que devolvió a la audiencia la capacidad de asombro frente a problemas que pueden llegar a ser demasiado cotidianos.

Desde el comienzo, Lost atrapa. Y te atrapa como muy pocas cosas pueden hacerlo: apelando a la identificación frente a las circunstancias extremas. en ficción, generalmente solemos dejar en suspenso nuestra incredulidad, haciendo una especie de trato con el autor. "OK, esto es otra cosa. Dentro de todo, es coherente. ¿Qué importa que unos OVNIs nos abduzcan, que unos dinosaurios nos persigan y de que una Estrella de la Muerte nos haga estallar un planeta? Total, para eso pago la entarda". La gran gracia de Lost es que es capaz de romper con ese "suspended disbelief" y meterse en nuestras mentes, sumergiéndonos en su mundo. haciéndonos partícipes de la vivencia, de las sorpresas (de las cuales, en Lost hay muchas, quizás demasiadas, pero ninguna dejada al azar) y de la esperanza. O, quizás, no queremos que a los perdidos los encuentren y seguir compartiendo con ellos. Weno, eso depende de cada uno de nosotros al enfrentarnos a Lost cuando estamos frente a la pantalla de tevé.

Por ahí leí una columna en al que comparaban 24 con Lost; un ejercicio bastante estéril, ya que es comparar cosas completamente distintas, de naturalezas diferentes y de fines particulares. Mientras la serie emblema de FOX recurre a la tensión natural del tiempo real, la nueva serie de cabecera de la ABC utiliza el factor sorpresa para dejarnos atarpados. "Nothing As It Seems", como se titula esa gran canción de Pearl Jam en el Binaural del 2000, parece ser la gran premisa de esta excepcional muestra de TV. Suficiente como para convertir a la caja de la primera temporada en DVD como una de las más vendidas y difundidas de la historia, y a los capítulos de la segunda, como los más pirateados de la era de descargas via Bittorrent.

No es fácil zafarse del fenómeno de Lost. Está en todas partes: en la calle, en la TV (recuerden que Canal 13 se salvó en el rating gracias al éxito de la primera temporada doblada al español), en los comentarios de pasillo, en la u... incluso mandan a reportear sobre el fenómeno en todos lados. ¿Cómo no hacerlo, si despierta tanto interés enfermizo y ansioso? Quizás Lost esté condenada a ser un fenómeno de culto. En algún momento debe terminar, por más que la ABC ya haya estrenado la tercera temporada, de la cual ni siquiera me quiero enterar sobre qué se tratará (aún me falta ver la segunda en DVD, obviamente).

Sólo queda una sola cosa por hacer: verla. Sin ideas preconcebidas, sin prejuicios premeditados, sin nada que nos anticipe ninguna cosa. Es difícil, lo sé. pero no queda otra más que hacerlo. Y pensar que me queda la mitad del camino en esto de Lost.

¿Les gusta? ¿La han visto? ¿Cuáles son sus personajes favoritos? Expláyense lo que quieran.

Acá hay un promo "solo para principiantes"...


Y un promo para la TV inglesa...

domingo, septiembre 17, 2006

Rock And Roll Circus.


La historia dice más o menos esto: The Rolling Stones, entrando en una nueva etapa en su carrera marcada por el asumir que eran una banda de rocanrol como no las había casi en sus años, decidieron organizar un especial para la televisión británica. El especial, que tentativamente estaría listo para ser estrenado en navidad de 1968, estaría enmarcado por una sola idea: el circo. Pero no un circo común y corriente (con todo lo "común y corriente" que puede resultar ser un circo, ejjejejje), sino que un Circo de Rocanrol. Un Rocanrol Circus, para ser precisos.

Los circos de rocanrol no son una cotidianeidad, sino que una excepción. Una celebración de lo pagano, lo monstruoso y lo mundano. En resumidas cuentas, de lo excéntricos que todos los seres humanos somos. "Le debe llevar" malabaristas, payasos, trapecistas, domadores de leones furiosos y toda clase de diversos personajes que en este minuto no me acuerdo. Pero el circo de los Rolling Stones, ese Circo de Rocanrol, tiene como protagnista, era que no, al viejo y querido Rocanrol. Partiendo por la presentacióne stelar de los anfitriones, quienes prepararían un maravilloso set de media hora para el programa, más las presentaciones de diversos amigos célebres e invitados notables. A la cita, programada para los días 11 y 12 de diciembre de 1968, concurrieron una nuevísima banda llamada Jethro Tull, lso viejos amigos de The Who, ese ídolo de culto que es (y sigue siendo) Taj Mahal, la estrella pop (y novia de Mick Jagger por lo demás) Marianne Faithful y una extraña mezcla que se autodenominó The Dirty Mac.


La celebración se desarrollaría de la siguiente manera: los números invitados n la primera mitad, y los anfitriones cerrando en la segunda mitad. Después de la apertura oficial circense, con la ya emblemática tonada correspondiente, empezarían de inmediato los números importantes, los musicales. El que debía abrir los fuegos era Jethro Tull, con ese gran juglar maestro de escena que es (y sigue siendo) Ian Anderson, quienes presentaron por primera y única vez a un guitarrista que conoceríamos como el maestro de los riffs del hard rock posterior: Tommy Iommi. Presentaron un futuro clásico, Song For Jeffrey.

Jethro Tull - Song For Jeffrey, del Rocanrol Circus...



Después, los que se robaron definitivamente la velada, y presentados por Keith Riochards: The Who. Ya era conocida la leyenda de la fuerza y energía de los shows en vivo de los queridos Who. Bastó con la mini opereta llamada A Quick One While He´s Away, que cuenta la historia de un tipo que fue a la guerra y se perdió, con la consiguiente pena y forma de superarlo de su mujer, a manos de un camionero, para que el marido volviera de la gerra y la perdonara por el engaño. Una historia de tintes medio sórdidos y bastante lúdica, con breves canciones que la armaron. una de las mejores performances en vivos jamás filmada.

The Who - A Quick One While He´s Away, del Rocanrol Circus...



Después de la brillante presentación de Mahal y la correcta interpretación de Faithful, una de las mayores sorpresas de la jornada: el debut y despedida de un súper grupo llamado The Dirty Mac, integrado por John Lennon (voz y guitarra), Eric Clapton (guitarra líder), Keith Richards (bajo) y Mitch Mitchell (Jimi hendrix Experience). A esta verdadera cumbre de capos les tocó mostrar en vivo la poderosa Yer Blues (esa canción de los Beatles en el álbum blanco que hace referencia al Mr. Jones de Dylan), con un sólido soo de Clapton y una gran base rítmica de Mitchell y el señor "riff". El Whole Lotta Yoko, con los alaridos de Yoko y un violín, sólo extendió la juerga.

The Dirty Mac - Yer Blues, del Rocanrol Circus...



"Y, ahora...". Eso, más la mímica de "los anfitriones de la noche, los Rolling Stones", fue la presentación de John Winston para los Stones, quienes abrieron sus et con la incendiaria Jumpin Jack Flash, con toda la gente bailando, seguida de Parachute Woman. Ya se notaba el cam,bio de los Stones, consolidando su verdadera vocación por el rocanrol con cojones como sólo ellos eran capaces de hacerlo. La alineación primaria clásica, con Jagger de frontman, Richards en guitarar, Bill Whiman en el sólido bajo, Charlie Watts en la férrea batería y un ya ido Brian Jones en guitarra. Es fácil decir que Jones ya no aportaba nada a la banda, pero eso estaba muy lejos de ser cierto. ¿La prueba irrefutable? Esa maravillosa guitarra slide que se mandó en No Expectations, una de las canciones acústicas más bellas y honestas del extenso repertorio de los Stones.

The Rolling Stones - Jumpin´ Jack Flash, del Rocanrol Circus...


The Rolling Stones - No Expectations, del Rocanrol Circus...



El circo se convierte en un templo con la llegada de You Can´t Always Get What You Want, casi tocando el cielo. Y del cielo al infierno hay sólo un paso: Sympathy For teh Devil, probablemente una de las canciones más hipnóticas que haya dado el rock británico y el rocnarol a nivel mundial. Toda una celebración de lo pagano, en la voz de un "diablo elegante" como el señor Jagger, quien se posee absolutamente de su personaje para entregar uno de los puntos más altos del show.

The Rolling Stones - Sympathy For the Devil, del Rocanrol Circus...



La despedida es con todos cantando al unísono la bella Salt Of The Earth. Aplausos para un himno y el cierre del circo del rocanrol, que recién vio la luz en 1996. ¿La razón? Los Stones no quedaron contentos con el resultado original. Sin embargo, la actuación de The Who se filtró antes, en el The Kids Are Alright.

Consíganlo en DVD.

jueves, septiembre 14, 2006

In My Room - Un poco sobre mi pieza.


Theres a world where I can go and tell my secrets to
In my room, in my room
In this world I lock out all my worries and my fears
In my room, in my room

(Brian Wilson en The Beach Boys)

The Beach Boys - In My Room

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Siempre me ha encantado esa preciosa canción de los chicos playeros, que comandados por el genio que es Brian, lograron grabar una de las músicas más puras y quizás inalcanzables. ¿Cómo llegar por si acaso siquiera a esa belleza? Es lo podemos conversar en otra ocasión.

La foto que ven es parte de un trabajo que tuve que hacer para Narración Interactiva el semestre pasado. La idea era, si no me equivoco y si la memoria de lo académico no me falla, el crear una "caja de los recuerdos", con una ventana principal que nos diera acceso a, al menos, otras 4 ventanas interiores. Lo ideal hubiese sido armar algo que resumiera mi infancia, pero la verdad es que me interesaba hacer algo que me ha representado durante toda mi vida, no importando en qué casa hemos estado viviendo: mi pieza.

Recuerdo que el primerísimo póster que tuve fue uno muy viejo de promoción de Ghostbusters que encontramos en un almacén tipo mini mraket cerca de donde vivíamos hace como unos 17 años atrás. Al rincón de una vitrina habían dejado una mitad de ese póster y pregunté insistentemente por la otra mitad. Por suerte, se acordaron de dónde estaba y me las regalaron ambas. Luego, ese póster fue reemplazado por uno de Gohstbusters II enmarcado por mi tío Ulises, el papá de Francisco, mi primo / hermano / amigo. Ese póster enmarcado aún sigue en mi pieza hasta estos días.

También me acuerdo del primer póster de The Beatles que me regaló mi mamá, hace unos trece años atrás, un Jueves 9 de septiembre de 1993, camino a la reunión de apoderados del 7º M del Instituto Nacional, mi curso. Por ser cierre de semestre, había una convivencia de alumnos y apoderados. Tantos completos que habían!

Esos fueron los primeros dos pósters, que con el paso del tiempo se convirtieron en más aún. Mis paredes estaban llenas de ellos. Casi todos los pósters son de los Beatles, incluso tengo colgada una toalla de los de Liverpool que me regalaron para mi cumpleaños número 17. Nunca la he usado y la colgué de inmediato en el clóset. La Mari, al verla, se rió y dijo que parecía una carpa de gitanos, ejjejej. También le dio mucha risa el ver los primeros "monos" pegados en el closet que está pegado a mi cama (estoy "encajoando"). Cuando nos llegó el primer PC con impresora a la casa, me las ingeniaba para sacar de internet, en esa época primaria de los módems de teléfono y conexiones de 32 kbps, fotos y fotos de todos los héroes del viejo y querido rocanrol para ir armándome una especie de "grand collage" en el armario. Esos disquettes aún los tengo.

Mi pieza es mi refugio, un lugar demasiado agradable para mí. He podido armar un sitio ideal para estar. Ahí tengo casi todo: la TV, el equipo de música, el DVD, los VHS, mis discos mis películas, mis guitarras (cuando no están en otro lado). desde hace un par de años, al lado de la cama hay un sofá cama que da una inusitada comodidad. Sentarse ahí permite casi viajar a otros mundos, escondido del mundanal ruido y de la ajetreada comodidad.

Aún guardo mis viejos juguetes de cuando tenía 5 años. Esos monos articulados de antes de que se masificara el Nintendo y el Sega como consolas de videojuegos (que viejo soy por el sólo hecho de mencionarlas siquiera!! :p), permitían que me armara mundos imaginarios al jugar por horas con ellos. Tuve tantos, que cuando tenía unos 11 o 12 años me gustaba juntarlos todos, disfrazarlos y recrear la portada del Sgt Pepper de los queridos Beatles. Resultaba divertidísimo disfrazar a los monos con plasticina y otros artilugios que los moldeara temporalmente.

Vulnerable Querubina, en una de las tardes que pasamos en mi pieza, me dijo que sería weno si cambiara de posición las cosas de mi pieza, como para que estas pudiesen respirar y renovar energías, contagiando al espacio de manera renovada. Nunca lo he podido hacer debido al espacio. Como mi cama está literalmente "encajonada" a los muebles (uno de ellos, incluso, está perfectamente medido desde el borde de la pared hasta la ventana), cambiar de posición las cosas se ha vuelto una tarea medio imposible de lograr. Hay veces en que he querido hacerlo, pero nunca pasa de las intenciones.

En período de clases, la pieza siempre pasa desordenada: la cama siempre deshecha (si la desarmamos cada noche, para qué ordenarla? :p), el sillón pasa lleno de ropa, el escritorio lleno de cosas que no son propias de escritorio, la ropa mezclada en los cajones... lo único que se mantiene en orden es la colección de películas en DVD y VHS, que ocupan gran parte del mueble del lado de la cama. Y el orden es por una razón muy práctica: son demasiados!! Necesito organizarlo bien para no perderme en ellos.

En fin. La foto que ven es de mi pieza, con algunos lugares destacados. Sé que no se ve muy bien, pero eso no importa. la idea igual se entiende, ¿cierto? Es uno de mis lugares preferidos en el mundo. Mi pieza.

¿Cómo es vuestra pieza? ¿Cómo la describe Brian Wilson en iun My Room? Sé que la mía al menos es así.

martes, septiembre 12, 2006

Un archivo demasiado fresco: Nito Mestre en el Teatro Oriente.


Subo esto por gusto. Pocas veces la "pega" (cubrir para Toma.cl) da verdaderos lujos como este:

NITO MESTRE SALUDO A SU PROPIA HISTORIA

Por Héctor Muñoz Tapia

Sábado 9 de septiembre
Teatro Oriente
600 personas

Pocas veces se puede decir que se hace una cita con la historia. Y eso es, simplemente, porque las oportunidades de ver a una leyenda vigente son cada vez más escasas. Más aún: ver a una leyenda que tiene una actitud de partir siempre de cero, como si no tuviese absolutamente nada ganado, merece además ser aplaudido de pie. Eso fue más o menos lo que pasó la noche de Sábado 9 de septiembre en el Teatro Oriente, tras la presentación emotiva, intensa y maravillosa de Carlos Alberto Mestre, el Nito Mestre.

En plena promoción de su nuevo disco llamado simplemente “Mestre”, la mitad de los indispensables Sui Generis hace tiempo que viene haciendo una respetable y muy quitada de bulla carrera en solitario. Mientras Charly se convirtió en el dios absoluto del Rock argentino y su leyenda ha dado (y lo sigue haciendo) la vuelta al mundo, Nito Mestre optó por una línea de cantautor que lo emparenta con la larga tradición de intérpretes latinoamericanos. De esos que constantemente están comenzando casi de la nada, como si se les fuera la vida en lo que hacen. ¿Qué si tocan tonadas que hacen ecos del pasado? Por supuesto que sí, la historia no se desconoce.

La cita comenzó con normalidad y sin número de apertura, con sólo una música instrumental saliendo por el sistema de amplificación central, y con el teatro a menos de la mitad de capacidad a las 9 de la noche. Avanzaban los minutos y la gente comenzó a entrar. Nito Mestre recién se apareció a las 9 y media, con su banda de 5 músicos, listo para dar inicio a una jornada que, según el mismo anticipó, sería larga y pasaría por toda su carrera. Y así fue.

En más de dos horas de show, la mitad de Sui Generis mostró que nunca ha parado en todo este tiempo. Partiendo con un par de nuevas, “Soñando el sur” y “Como volví a recordar”, los ecos de su pasado junto al gran Charly no tardaron en aparecer y la indispensable “Aprendizaje” fue una de las primeras de varias de los “Sui” que aparecieron en el set de Mestre.

A medida que avanzaba el show, Nito Mestre mostró ser un ameno anfitrión. Contando pequeñas anécdotas, haciendo referencia lúdica a su sociedad con Charly e, incluso, anticipando las temáticas a tratar en algunas de sus canciones (el enamoramiento, la desilusión… la vida misma, a fin de cuentas).

Mestre se dio el tiempo incluso para dar sentidas versiones a clásicos inmortales de nuestro cancionero nacional. Primero, con “Los momentos” de Los Blops, recordando su ya larga amistad con Eduardo Gatti; y luego con “Te recuerdo Amanda” de Víctor Jara, que Mestre había grabado en los 80 con Mercedes Sosa.

La banda que lo acompaña le da solidez y musicalidad a la dulce voz que aún conserva Mestre. En momentos, bastante potente y esotros, más suave. Quizás el prolongado set acústico, que comenzó con guitarras y piano, para quedar sólo con el piano y la voz de Mestre, ayudó a que las atmósferas fueran variando a lo largo del show. Uno de los momentos más emotivos fue la llegada de “Cuando ya me empiece a quedar solo”, que acostumbraba a tocar Charly solo en los sets que tuvieron mientras funcionaba Sui Generis (recuerden la misma película “Adiós Sui Generis”, que documenta el último show en el Luna Park, en septiembre de 1975), y a la que Mestre logra darle su propio sello. ¿Quién se queda solo? Al parecer, todos nosotros en algún momento de nuestras vidas.

En un cotidiano gesto de bandas emergentes y extraño para las leyendas, recordando que “Mestre”, su más reciente placa que vino a presentar a nuestro país, todavía no encuentra distribución en las disquerías locales, el cantautor anunció que él mismo vendería las primeras copias del disco disponibles acá después que terminara el show. Esto lo anunció cuando sólo quedaban unas 6 o 5 canciones en el tintero, entre ellas unos 3 clásicos más de Sui Generis. Sacando cuentas, e las 32 canciones que presentó en el Teatro Oriente, cerca de 15 pertenecen al catálogo de Sui generis. ¿Exceso de nostalgia? Más bien, reconocimiento de su propia historia.

No fue una, sino que 2 veces las que volvió Mestre y compañía al escenario. El primer bis cerró con “El fantasma de Canterville”. El segundo, y como ya lo esperábamos los presentes, con “Rasguña las piedras”, casi como si la noche no fuese perfecta sin ella.

Un show preciso, sólido y agradable, que dejó contentos a todos: a los nostálgicos de siempre, esos que se chasconean los fines de semana recordando viejos tiempos; a los fanáticos de siempre, que han seguido la casi subterránea carrera solista de este prócer del Rock argentino; y a los curiosos de siempre. De esos, la mayoría se quedó después del show para la firma de autógrafos y la venta del disco de manos del mismo Mestre. Un cierre de lujo para un show tan personal como el suyo.

domingo, septiembre 10, 2006

One Hit Wonders.


En este minuto, estoy revisando las canciones que conforman mi carpeta de "Varios" en Mis Documentos. Con esto del Internerd (sí, internerd :p), mi colección musical en formato de emepetres (el célebre MP3 que descubrimos hace más de 7 años), he tenido acceso a música que ni siquiera me imaginaba el tener. Aceptémoslo: aún no tengo trabajo remunerado y mis ingresos son prácticamente nulos. Cuando hay algo de plata (que siempre es una cantidad inferior a los cuatro ceros), esta va para las cosas urgentes. De ahí que mi colección de cedés se haya estancado y haya dado paso a la colección de discos en el formato del emepetres. Sí, lo confieso. Soy un maldito desgraciado, pero no queda otra.

En fin. Revisando la lista de Varios, que ene ste minuto llega a la nada de despreciable suma de 5225 tracks, voy viendo que hay demasidas cancioens de un solo artista. Mis favoritos tienen docenas de cancioens en la lista, pero no pocos poseen sólo una. Reviso y me doy cuenta que la mayoría de ellos entran en la categoría de "One Hit Wonder" (léase "uan jit guonder" :p). Literalmente, significa "maravilla de un éxito", y según la indispensable wikipedia, es lo siguiente:

"En la industria musical, un "one-hit wonder" (maravilla de un éxito) es un artista que generalmente sólo es conocido por un solo single de éxito.

Ya que los one-hit wonder son populares durante un periodo corto, sus éxitos suelen tener gran valor nostálgico, y suelen aparecer en recopilaciones de épocas y en bandas sonoras.

Los éxitos de muchos one-hit wonder son canciones que son, hasta cierto punto, efímeros a propósito, grabadas por razones humorísticas o para aprovechar una novedad en la cultura popular. Los ejemplos incluyen "Disco Duck" ("Pato Disco") de Rick Dees, relacionado a la locura disco a fines de los años 1970s, y "Pac Man Fever" (Fiebre Pac Man) de Buckner & Garcia’, relacionado al juego de arcade "Pac Man". Pero comúnmente, los one-hit wonder son músicos serios que se esfuerzan en continuar con su éxito cuando su popularidad decae. Algunos artistas han tenido sólo un éxito debido a una muerte prematura, como Minnie Riperton y Blind Melon.

Los one-hit wonder son comunes en cualquier época de la música pop, pero son más comunes de dentro de periodos de géneros musicales que no duran más que unos pocos años, como el disco y new wave.

A pesar de que el término se usa a veces de forma despectiva, los fans suelen tener gran pasión por estas canciones memorables y los artistas que los crearon. Algunos de estos artistas han adoptado a estos seguidores abiertamente, mientras que otros se distancian de su tema de éxito intentando realizar canciones de éxito con sonido diferente".

¿Se han fijado cuántas canciones son éxitos de temporada? De esos que suenan hasta el hastío durante, al menos, tres meses, esas tonadas que uno se aprende sin querer queriendo y, sin darse cuenta, terminan tarareando en el baño, en la pieza, caminando o incluso en la durma más profunda. Esas canciones que son demasiado bien hechas que se te quedan pegadas en alguna parte de tu cabeza. De mi cabeza. De nuestras cabezas. Nos llegan a todos porque, sencillamente, nos gustan. No creo en eso llamado "pacer(es) culpable(s)" porque algo te gusta o no. Así de sencillo.

Parece que esto rige de la siguiente manera: si una canción les fascina y como que no tienen ni la más remota idea de quién es el intérprete o el grupo que la canta y grabó, es prácticamente seguro que ese intérprete o grupo en cuestión entre en la categoría de One Hit Wonder. Lo más seguro es que los autores de la canción que da vueltas por vuestras cabezas se hayan asegurado el futuro financiero gracias a las regalías obtenidas de una temporada en la que exprimieron al máximo al fórmula ganadora. Por lo mismo, nunca pudieron ni siquiera igualar el impacto que esa única canción logró en los charts, en las rocolas (qué viejo sonó eso, jajajajja :p), en las cassettes del personal stereo, ese querido walkman de cassetera y radio FM (un poco menos viejo, pero igual viejo :p) y en nuestras memorias.

¿A raíz de qué me puse a escribir esta sarta de estupideces relacionadas con los one hit wonders? Nuevamente, el enfrentarme al teclado de manera antojadiza. También porque descubrí una página notable, la One Hit Wonder Central, una verdadera biblia de datos sobre prácticamente todos los one hit wonders de los charts anglo. Sería interesante hacer un sitio con los one hit wonders en español de toda la historia, ¿cierto? ¿O sería sólo un ejercicio de ocio?

Algunos de mis one hit wonders preferidos: Something In The Air de Thunderclap Newman (la recuerdo gratamente de Almost Famous), All Right Now de Free (indispensable de la querida Radio Futuro), Hocus Pocus de Focus (otra vez: gracias a la Futuro!!) y Reflections Of My Life, de The Marmalade (que cierra gloriosamente ese pedazo de documental llamado Inside Deep Throat), entre varios otros.

Thunderclap Newman - Something In The Air

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¿Tienen algún One Hit Wonder entre sus indispensables? Comenten y propongan.

jueves, septiembre 07, 2006

Un poco Sobre Sin Plomo y You Know My Name (Look Up The Number).


La semana pasada les conté de mi programa "La Bestia Rock" en Radio UC, que va Lunes y Viernes a las 12 y media, con repeticiones a las 22:30 los mismos días. Además de mi programa, estoy en otro, que va los Jueves a las 2 de la tarde, por la misma Radio UC.

El programa se llama "Sin Plomo" y la idea original es de Leonardo Salazar, un compañero de Periodismo, que me invitó a sumarme a su proyecto, que está en su tercera encarnación. El programa mezcla Rock y Letras, es decir, textos de diversos autores (ya sea poesía, prosa, ensayos y lo que se nos ocurra) con el Rock como eje musical, entendiéndolo en el sentido amplio de considerar tan Rock a Víctor Jara como a Slayer, pasando por todo el espectro posible.

En "Sin Plomo" se han mezclado cosas tan diversas, como las siguientes: un poema de Nicanor Parra con Sin City, de los Flying Burrito Brothers; un extracto de Walt Whitman con Bajo Un Cielo De Piedras, de Hueso; un poema de William Blake con el Dead Man Theme, de Neil Young. Además, incluimos un par de canciones sin relacionarlas con ningún texto, como para abrir y cerrar el programa. Los cierres han estado notables en los 3 programas que llevamos al aire. En el primero, cerramos con I Drink, de Charles Aznavour (en inglés, increíble interpretación!); en el segundo, con la ironía punzante de Randy Newman y su "himno", Political Science; y hoy los encargados de despedir el programa fueron los Beatles, con esa maravillosa pieza lúdica y bizarra, una de las canciones más extrañas jamás paridas por los fab four: You Know My Name (Look Up The Number). Podría decirse que cumplí un sueño: poner al aire la maravillosamente extraña canción que nos ha acompañado a muchos, de una forma u otra, durante los años y las vidas de beatlemaníacos que muchos llevamos a flor de piel.

La canción surgió tras las sesiones de grabación de Sgt Pepper´s Lonely Hearts Club band, cuando los Beatles estaban con todos los ánimos para jugar en el estudio y divertirse prolongadamente con sesiones en donde hicieran lo que les daba la gana, sin ningún tipo de presión. Como el estudio 2 de la EMI en Londres, más conocido a nivel masivo como Abbey Road, se había convertido en una especie de hogar para ellos (sumando todas las horas de sesiones registradas, se llega a la nada de despreciable cifra de casi un año en total de estancia en el estudio), los Beatles pasaban mucho tiempo expresándose de todas las formas que se les ocurriese ahí. Nada era intelectual ni rebuscado, sino que natural y espontáneo. Si tenían una idea en al cabeza, por más descabellada que fuese, la proponían y terminaban trabajándola.

Fue así como a John Lennon le vino una idea, un poco inspirado en la portada de la guía telefónica de Londres, que yacía sobre el piano del estudio al cual siempre se sentaba Paul McCartney en esos días, que rezaba la siguiente frase: "You have their name? Look up their number" (¿tiene sus nombres? busque el número). La idea que desarrolló Lennon tenía por letra sólo un insistente "You know my name / look up the number" (tienes mi nombre / busca el número). Paul le preguntó si había más letra, y John le respondió que sólo eso. Una vez armada la intro, ambos cantaron como sólo ellos podían hacerlo: armonías poderosas captadas en un micrófono, con una cuota de ironía.

La idea de Lennon fue creciendo como una bola de nieve. Al segmento inicial le agregaron otra parte, con ritmos tribales y a un desquiciado John pidiendo un aplauso para "Denis O'Dell". ¿Y quién era este Denis? Un productor irlandés de películas, quien había trabajado con ellos en A Hard Day's Night y que más tarde pasó a ser director de Apple Films y Apple Publicity. Denis tuvo que borrar su nombre de la guía de teléfono al recibir docenas de llamadas, una de ellas, proveniente de EE.UU, que decía: "sabemos tu nombre y ahora tenemos tu teléfono". Después de la intervención de tan célebre personaje, una invitación del anfitrión a seguir con este Denis (gritando un "Go on Denis let's hear it for Denis O'Bell!"), y siguiendo la locura.

Como broche de oro, la intervención de un viejo conocido: Brian Jones, uno de los fundadores de los Rolling Stones, y hombre vanguardista y visionario incomprendido, quien gustaba de aparecerse en sesiones de grabación de sus amigos. Uno de esos días del verano de 1967, fue a ver a los Beatles al estudio y se entusiasmó lo suficiente como para tocar un solo de saxo para el extraño y lúdico track en el que estaban trabajando.

Lamentablemente, no lo lanzaron ese mismo año. De hecho, la canción quedó con una edición final de casi 6 minutos, siendo postergada. Lennon la quería lanzar, tras editarla a 4 minutos de duración, pero bajo otro concepto: como cara B de un single junto a la Plastic Ono Band, para fines de 1969 (en la EMI, tenían incluso registrado el lanzamiento para el 6 de diciembre). Sin embargo, quedó nuevamente en el aire. Eventualmente, apareció como lado B de Let It Be, en marzo de 1970.

Una gran joya escondida y subvalorada de todos los tiempos, que acá podrán disfrutar en su versión original, en mono, y de los 4 minutos que la dejó Lennon. Aún así, les recomiendo la versión que apareció en el Anthology 2, con su duración original.

The Beatles - You Know My Name (Look Up The Number)

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lunes, septiembre 04, 2006

Un pequeño relato libre y antojadizo sobre las canciones.


Dentro de todas mis actividades (clases en la U con pruebas ya hechas, los programas de radio y el disco), me he dado el tiempo de ir leyendo ese tremendo libro llamado "Crónicas Vol. 1", del troesma Dylan. Es increible su pluma, no sólo para sacar las canciones más notables que podamos escuchar, sino que para describir lugares, situaciones y sentimientos. No hay orden cronológico, sólo de sensaciones y urgencia por contar. Es un gran relator el hombre, siendo sorprendentemente sincero a la hora de contar sus estados de ánimo. Quizás, siemrpe lo fue, sólo que ahora lo queremos ver más sincero de lo que creíamos que era.


El capítulo 4, llamado "Oh Mercy!", es sencillamente conmovedor. Ahí, Dylan da cuenta de todo lo que rodeó el período en el que estuvo recuperándose de un accidente que le provocó fracturas en su mano, lo que lo llevó a pensar incluso en el retiro y el cambio de rubro (¿se lo imaginan como accionista?). Lo que estaba haciendo en ese instante no lo llenaba, las presentaciones ya no eran lo mismo y necesitaba aire fresco para intentar renovar sus energías. Y resulta curioso que, por pequeños detalles, decida reenfocar todo y replantearse la diea del retiro.

Sobre las canciones, dice: "una canción es como un sueño, y uno se esfuerza en hacer que se vuelva realidad. Ellas son como extraños paises a los cuales ingresar. Puedes escribir una canción donde sea: en un vagón de tren, en un bote, en una carroza... ayuda mucho el estar en movimiento. A veces, la gente con más talento para escribir canciones nunca escriben una debido a que no están en movimiento. En estas nuevas canciones nunca me moví, al menos no físicamente, aunque salieron como si estuviese en movimiento". Se refiere a la inspiración que lo llevó a escribir las canciones qeu compondrían esa joya subvalorada llamada Oh Mercy!, la primera colaboración con Daniel Lanois en la producción.

McCartney haciendo yesterday en el Ed Sullivan Show, 1965...


Su descripción de las canciones me hizo pensar en el maravilloso arte que es el componer y escribir. ¿Hay que ser un iluminado siempre o sólo se debe estar en el momento preciso y el lugar indicado para que la musa inspiradora haga lo suyo y nos dicte el contenido al espíritu, tal como a Paul McCartney las fuerzas del sueño y la naturaleza espiritual le dictaron Yesterday.


Una canción puede venir de cualquier parte: del alma, de la realidad, del observar, del escuchar, del escribir... puede venir de cualquier lado y puede ser sobre cualquier cosa. El que se parezcan unas con otras es un asunto que no tiene mucha importancia, pues todos beben de las mismas aguas. A fin de cuentas, ¿no son todoas las canciones hermanas entre sí, compartiendo las mismas raíces e intencionalidades similares? ¿Hay "plagios" acaso? ¿Qué importa que una de las canciones más hermosas que jamás se hayan escrito, la de George Harrison, My Sweet Lord, sea prácticamente igual ene structura a He´s So Fine, cantada por The Chiffons,un éxito de comienzos de los 60? ¿O que el piano de la preciosa At My Most Beautiful de R.E.M. sea casi el mismo de Don´t Stop Me Now, otra de esas maravillosas perlas de Queen? ¿Importa mucho que el blues ocupe los mismos 3 cambios en las mismas 12 barras?

My Sweet Lord, en vivo, del Concert For Bangladesh, 1971...


¿Cuántas canciones he compuesto? Muy pocas, para mi total vergüenza. Sé que debo "ponerme las pilas" al respecto, pero quiero que lelguen cuando tengan que llegar, no quiero forzarlas de nunguna manera. En el disco que estamos grabando, sólo una de las 14 canciones está firmada por mí. Se llama Lo Entenderás y tuvo una raíz medio Dylan cruzada con Cash (¿muy obvio? por supuesto que sí :p). Demasiado solitaria, nada que ver con una banda. Así que le aplicamos cambios y quedará algo distinta al demo acústico que alcanzamos a grabar de prueba,algo así como la "operación deisi" del LP. Tengo muchas ganas de ver qué pasará con ella en el disco. Otra de las que escribí está más o menos terminada, pero nos falta ensayarla con el grupo. Una tercera que se me ocurrió está apenas en vías de desarrollo, con muchos cambios por venir.

He estado pensando recién en esto: ¿y si pido alguna canción prestada, tal como lo hizo Neil Young en Borrowed Tune? "Estoy cantando esta tonada prestada / que tomé de los Rolling Stones / solo en esta pieza vacía / muy gastado como para escribir una propia". La canción es del tormentoso y doloroso Tonight´s The Night, un disco que salió casi a los 2 años de haber sido grabado. El mismo Neil pensó que esas canciones eran demasiado dolorosas como para que el mundo las escuchara.

Neil Young - Borrowed Tune

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Quisiera hacer canciones como las de Pete Townshend, como las de Dylan o como las del viejo y querido Neil. ¿Lo podré lograr alguna vez? Ni idea. Quizás ni siquiera deba pensarlo mucho y dejar que todo siga su curso natural. Por ahora, disfruto gratamente del trabajo colectrivo en Fother Muckers, cone sas preciosas canciones que se vienen grabando. Tan honestas y urgentes como han salido. Los "hijos", como les dijo Cristóbal una vez, que hay que cuidar y no malgastar.

¡Ahí está el meollo del asunto! Las canciones no se malgastan, sino que recorren su camino propio, adoptando nuevas pieles e identidades. Son como la gente ene se sentido, con posibilidades de comenzar de nuevo y reinventarse. Como Dylan, como Bowie, como Beck.

¿Algún día lo entenderé, como dice esa canción? ¿Acaso hay que entender algo?

viernes, septiembre 01, 2006

First Impressions On Earth.


Para ser honesto, The Strokes nunca me convenció del todo. A pesar de que en una etapa muy primera de Los Paranoias, la primera banda en la que estuve, intentamos tocar Last Nite casi por webeo, la aproximación a The Strokes siempre estuvo teñida por cosas extramusicales. Y son esas cosas precisamente las que me generan no pocos anticuerpos a la hora de hacer juicios con respecto a este quinteto sacado de las profundidades urbanas del Nueva York del siglo XXI. Sin embargo, y tal como lo dijo mi bandmate Cristobal Briceño, no puedo dejar de quitarles crédito por su música. Él, como fanático declarado de los Estroucs, insistió en que les diera otra vuelta.

No tuve oportunidad de ir a verlos al SUE (falta de plata y de ganas, en realidad; en esos mismos días, aproveché de limpiar los pulmones fuera de Santiago) pero, por lo que llegaron contando los demás Fother Muckers, la cosa estuvo re wena. Intensa. Poderosa. "Son los más bakanes de todos". Cosas de ese estilo llegaron diciendo tras el show que dieron los Estroucs en el Estadio Víctor Jara. Aún así, no me convencía del todo. Pero, una vez más, no puedo dejar de desconocer la música.

Disfruté el Is This It?, pero nunca he considerado que ellos fuesen los "salvadores" del rocanrol ni mucho menos. Mérito tienen por haber puesto en rodaje nuevamente el gusto por las guitarras limpias y melódicas rcanroleras, de esas que tienen su origen hace muchos años. para mí, The Strokes toma demasiado de la fuente de creatividad que encontramos en Velvet Underground. Y eso no tiene nada de malo, al contrario. Sólo que me cae pésimo el "hype" alrededor de ellos: la moda, el origen, la parada... muchas cosas bastante antojadizas, pero qué le vamos a hacer. No me caen bien estos estroucs.

Vuelvo a reiterar: dejaré mi juicio a The Strokes de lado para compartir con ustedes mis impresioens del tercer disco de su discografía, llamado First Impressions On Earth. ¿Mis primeras imrpesiones sobre The Strokes? Ya las mencioné. Mis aprensiones sobre una más que segura dormida en los laureles de lo cool dictado por las revistas de moda hacían que intuyera que no iba a ser mucho lo que harían los Estroucs para salirse de ese esquema. Sin embargo, parece que me equivoqué. Al menos, eso es lo que me dejan las escuchadas no tan frecuentes pero sí conscientes de este First Impressions On Earth.

Me da mucha risa que la gran parte de los críticos de música (por no decir "todos"), esos mismo que elevaron al debut de la banda a la categoría de obra maestra, fuesen los primeros en advertir a la gente que este disco se venía extraño. Que los Estroucs no están repitiendo la fórmula. Que perdieron el rumbo tan genialmente conseguido. Que esto, que lo otro. Para mí, lo mejor que pudo haber pasado fue que The Strokes entregaran un disco distinto a lo que estaban haciendo.

Un poco de lo que conocemos como "marca registrada Strokes" inaugura la placa en el potencial single típico You Only Live Once. Pero los cabros fueron más astutos que eso y eligieron al track 2, una poderosa, intensa, delirante y arriesgada Juicebox, como el primer corte para promoción en radios de todo el mundo; algo extraño este ritmo acelerado y medio distorsionado en ellos, pero lo suficientemente cautivante para dejarte escuchando los 3 minutos 20 que dura, en donde destaca la ejecución en el bajo de Nikolai Fraiture. Las cosas mejoran aún más en el siguiente track, Heart In A Cage, con una de las mejores guitarras que les he escuchado en sus 3 discos, con un tono medio épico y un Julian Cassablancas mostrando su admiración por Iggy Pop en lo vocal.

¿Los Estroucs hacen bailar? No quedan dudas de ello tras escuchar Razorblade, con un exquisito ritmo latino y pegajosas guitarras de Albert Hammond Jr y Nick Valensi. El aire de baile sigue con On The Otherside, con un gran sentido del ritmo, decantando en el power contagioso de Vision Of Division, una de las mejores del disco. Después, el tono experimental y arriesgado de Ask Me Anything termina por convencernos de la apuesta de The Strokes por hacer música más que preocuparse del "hype". En Electricityscape, la batería punzante de Fabrizio Moretti hace un perfecto juego con las guitarras amables.

Killing Lies, una de las más arriesgadas de la placa, no es más que un reflejo del feeling que recorre todo el disco. La cosa se torna un poco más elegante con Fear Of Sleep. Las cosas se calman aún más con Evening Sun, con un buen trabajo de progresión melódica que no sé porqué todos dijeron que fue medio plana; no estoy de acuerdo con eso. Hay algo de hipnótico en Ize Of The World que hace que la quiera escuchar nuevamente mientras redacto esto; ¿muy desordenado para los Estroucs? ¿Qué tiene eso de malo? 15 Minutes tiene un toque medio infantil y de videojuego, como esas canciones del Room Of Fire, su segundo disco. La última, Red Light, un cierre digno a un disco medio disparejo a veces, pero no por eso menos interesante y desechable.

¿Me convencen The Strokes tras su tercer disco? Respeto muchísimo el que estén pegándose un salto hacia el futuro, pero creo que la mano va por otro lado. Aún así, el First Impressions On Earth es digno de ser revisado.

Un presentación en vivo en el Top Of The Pops de la BBC, tocando Heart In A Cage...