miércoles, septiembre 20, 2006

Un extracto del Volumen 1 de las Crónicas del troesma Dylan.


Creo que lo mencioné en un par de ocasiones anteriores, en otra de estas entregas floggeras y bloggeras. Y no me cansaré nunca de mencionarlo ni de sacarlo a colación: las memorias de Bob Dylan, el cantautor definitivo del siglo XX, el trovador americano, el querido troesma, es sencillamente uno de los libros más honestos, viscerales, sinceros y enriquecedores que hayan dado los últimos años. Así de simple.

Ahora bien: es Dylan el que escribe, así que podríamos imaginarnos cualquier cosa. Total, el troesma lleva guardándose toda una vida su vida privada, su cotidianeidad resguardada como si fuese el tesoro máximo, y los focos lejos de su casa. A la hora de escribir, ni menciona años ni circunstancias. Sólo describe el paisaje con una naturalidad y perfección propias de un literato experimentado. El que, muy a su pesar, alguna vez fue considerado "la voz de una generación" es honesto al manifestar su rechazo a esas etiquetas. Asimismo, no e preciso cuando se refiere a "mi esposa" (recordemos, que, al menos, estuvo casado 2 veces). Eso no importa, pues derrocha sinceridad en los sentimientos volcados en palabra.

El siguiente es un extracto del libro, en el que el troesma se refiere a New Orleáns.

“Lo primero que llama la atención en Nueva Orleans son sus cementerios y su fría propuesta, una de las mejores cosas que hay acá. Al pasar, uno trata de ser lo más silencioso posible, mejor dejarlos dormir. Sepulturas griegas, romanas, señoriales mausoleos hechos a la medida, fantasmales, señas y símbolos de decadencia oculta -los fantasmas de hombres y mujeres que han pecado y que han muerto y que ahora viven en tumbas-. El pasado no se extingue tan rápidamente aquí. Podrías estar muerto mucho tiempo.

Los fantasmas se dirigen a toda carrera hacia la luz, uno casi puede oír la respiración profunda de los espíritus, todos dispuestos a llegar a algún lado. Nueva Orleans, a diferencia de muchos de esos lugares a los cuales uno vuelve sólo para encontrarse con que ya no tienen esa magia, la tiene aún. La noche te puede tragar, sin embargo nada te toca. Alrededor de cualquier esquina hay una promesa de algo osado e ideal y las cosas recién empiezan. Hay algo obscenamente alegre detrás de cada puerta, y si no lo hay, hay alguien que llora con la cabeza tomada entre las manos. Un ritmo lento se alza en el aire somnoliento y la atmósfera pulsa con duelos del pasado, romances de otra vida, compañeros que piden ayuda a otros compañeros. No se puede ver, pero uno sabe que está ahí. Alguien siempre se está hundiendo. Todos parecen ser de alguna familia del sur muy antigua. O bien se es un forastero. Me gusta que así sea.

La ciudad es un poema:

Hay muchos lugares que me gustan, pero más me gusta Nueva Orleans. Hay mil ángulos distintos en cualquier momento. En cualquier momento uno se puede topar con un rito que venera a alguna reina desconocida. Aristócratas, personas con títulos como borrachos locos, se apoyan débilmente contra los muros y se arrastran por las cunetas. Hasta ellos parecen poseer alguna percepción que valdría la pena escuchar. Ninguna acción parece inapropiada aquí. La ciudad es un solo poema muy largo. Jardines repletos de pensamientos, petunias rosadas, opiatos. Santuarios cargados de flores, mirtos blancos, buganvilla y adelfa morada estimulan los sentidos, uno se siente lozano y transparente por dentro.

Todo en Nueva Orleans es una buena idea. Finas casitas que parecen templos al lado de líricas catedrales. Casas y mansiones, estructuras de una elegancia salvaje. Casas al estilo italianato, gótico, romanesco, del renacimiento griego, erguidas en una larga fila en la lluvia. Arte católica romana. Dramáticas terrazas, torrecillas, balcones de hierro fundido, columnas -algunas de nueve metros y gloriosamente bellas-, techos inclinados, toda la arquitectura del mundo entero y ni se mueve. Todo eso y una plaza principal donde se efectuaban las ejecuciones públicas.

El diablo en el Missisipi:

En Nueva Orleans uno casi puede ver otras dimensiones. Aquí sólo se vive un día a la vez, y luego es de noche y mañana será hoy de nuevo. Melancolía crónica cuelga de los árboles. Nunca cansa. Después de un rato, te empiezas a sentir como uno de los fantasmas de una de esas tumbas, como si estuvieras en un museo de cera bajo nubes carmesí. Imperio de los espíritus. Se dice que uno de los generales de Napoleón, Lallemaud, llegó acá para conocer la ciudad, buscando un lugar donde su comandante pudiera buscar refugio tras Waterloo. Echó una mirada y se fue, afirmando que aquí el diablo está condenado, al igual que los demás, pero peor. El diablo viene acá y suspira. Nueva Orleans. Exquisita, anticuada. Un gran lugar para vivir mirando a otros. Todo da lo mismo y uno nunca se siente herido, un gran lugar para sentir las cosas. Alguien te sirve un trago y lo tomas porque sí. Un gran lugar para practicar la intimidad o para hacer nada. Un lugar donde llegar con la esperanza de hacerse listo -para alimentar a las palomas que buscan limosnas. Un gran lugar para grabar. Al menos, así me pareció”.

Muchas gracias a Alex Andwanter, el productor-colaborador del disco de Fother Muckers, por prestármelo en inglés. La mejor manera de leer al troesma.


Un par de videos de regalo:

When The Deal Goes Down, primer single del Modern Times, protagonizado por la bellísima Scarlett Johansson...


Y un comercial de Dylan... para los Ipod!! (¿recuerdan que el troesma apoya los MP3 porque no le gusta la calidad de los CDs? extraño, pero cierto)...

5 comentarios:

Carlos Carvacho dijo...

buena!!!..por lo visto te terminaste el libro del troesma q te vi mas de una vez leer re entusiasmado en la U. ¿Tiene más descripciones de ciudades el libro?...digo yo, en una de esas estan los tan conocidos L.A (jajajjaa)

Saludos!

michi dijo...

Bacán que terminaste el libraco! O sea en verdad cero peso leerlo porque si te gusta, o mejor dicho, amas el asunto pura pasiónn!

No es por darmelas de encacha' pero soy amiga del number one fan de Bob! jajajaja

Beso Hec!

Nos vemos en la U!

michi dijo...

Otra cosilla... pendiente está aún la presentación de mi canción en vivo en "La Bestia Rock". Que no se te olvideee!

Ahora sip,

Chau!

Javiii Herrera dijo...

Yo, como cabra chica que soy, también quiro mi canción con presentación y bla bla incluiiido
sino, bueno el video con la bella( aprendo tus gustos) scarlett....y al fin terminaste eliiiiibro, ese que te tuvio millones de hrs. de almuerz, y pq no decirlo más de una clase de democratica "concentrada""
besillo, nos vemos y no m molestan los post largos ni los repetidos
see youuu

Lau dijo...

Me encanta Dylan, su manera de decir las cosas. Falta gente que sepa decir las cosas así. Gracias por tu visita, ex ayudado, jejeje.