jueves, junio 25, 2009

Neil Young Archives Volume 1 1963-1972



Estoy demasiado embalado con todos estos discos.

Es cierto. El fanatismo por Neil Young lo he dejado en claro en muchas ocasiones. Si revisan el archivo de este humilde servidor, pueden ver que hay reseñas, pensamientos y demases dedicados a su trabajo. Y que, por lo demás, mantengo siempre en mente. Por eso, sabía que si podía echarle mano a la caja del Volumen 1 de sus tan pero tan esperados Archives, tendría mis sentidos puestos casi en su totalidad al contenido de esos discos.

Recuerdo cuando el año pasado vi un video en el que el viejo y querido Neil le hablaba a ñoñitos de la informática en una charla especial de Java. En ella, Neil les agradecía por la tecnología que habían desarrollado, pues fue esta la que le permitió ir dándole forma a sus históricos archivos, los que se venían preparando hace más de 20 años.

Para Neil Young, la idea era ambiciosa. No era solo sacar una cajota de sorpresas en CDs. Él quería tirarse con todo a la piscina: interactividad, actualizaciones permanentes, calidad máxima de imagen y sonido, y un largo etcétera que solo se hace más largo a medida que pasan los minutos, las horas, los días, los meses, los años y las décadas.

El CD nunca ha sido del gusto del viejo Neil por el sonido comprimido. Tampoco el DVD, que es medio mezquino con la interactividad. Recién tuvo que llegar la tecnología del BluRay para convencerlo de lanzar, de una vez portadas, el primer volumen de sus Archivos, que abarcan el período de 1963 a 1972. En sus archivos, quería recorrer su historia de modo detallado, con fotos, imágenes, videos y mucha, mucha música. Hacer de sus archivos una verdadera experiencia era lo primordial para él. Hasta que lo logró.

Desde que existe el BluRay, la fecha se fue aplazando cada vez más, hasta parecer un chiste cruel. Para los fans más acérrimos que le dedican páginas y lo siguen en cada movimiento, no les extrañaba los constantes chutes. Que graba un disco nuevo con canciones “mediocres” entre medio, que se va de gira, que esto, que lo otro… pero el día llegó y, casi sin darnos cuenta, nos vimos invadidos.

Una caja de 10 BluRay o 10 DVDs. Una caja con 8 CDs. El contenido de los Archvies Vol 1 1963-1972 ya está entre nosotros, circulando por todos lados, a precios prohibitivos pero justificados. Basta con que vena el trailer de la edición de BluRay para que se den cuenta: http://www.youtube.com/watch?v=JrdqjAeR-dE. En el trailer, queda todo claro: no estamos ante cualquier antología, sino que ante un verdadero testimonio de vida, de obra, de inquietud y espíritu fresco. Joven. Young.

De los 137 tracks que componen esta gran caja, 43 son completamente inéditos y el resto se reparten entre remasterizaciones de clásicos y versiones alternativas.

Desde esas primeras grabaciones con The Squiers (inspirado fuertemente por The Shadows), pasando por sus primeros demos acústicos en los que se nota que aún no encuentra su voz, pasando por su trabajo junto a su hermano del alma Stephen Stills en Buffalo Springfield y los cada vez más grandes pasos para encontrarse a sí mismo. Y el weon solo tenía 20-22 años en ese entonces. Eso solo en el primer disco en CD o los dos primeros DVDs o Blu-Rays. Para el segundo, nos encontramos con sus viejos camaradas, los Crazy Horse, esos que se cruzaron en su camino para acompañarlo intermitentemente en las décadas que siguieron. También nos topamos con un Neil Young en más confianza, siendo capaz de pararse solo en un escenario con una guitarra de palo y conmover a los que tiene en frente.

Si hay una palabra clave en este primer volumen, esa es Topanga, la localidad en la cual Neil Young fijó residencia a fines de los 60, en pleno Laurel Canyon, los más inquietos cantautores como Joni Mitchell, Gram Parsons, Van Morrison y varios otros. Es en Topanga donde Neil acuñó algunas de las más memorables melodías que se hayan escuchado, y ahí grabó mucho. No por nada, 3 de los discos de estos archivos tienen el nombre de Topanga. Claro que, después, Topanga se convertiría en North Country.

Mención aparte para los Neil Young Archives Performances Series, la colección de registros en vivo que traerán los archives que vayan saliendo. Ya conocemos 4: Sugar Mountain – Live At The Catenbury House (el disco número cero), Live At The Riverboat 1969 (solo, disco 3), Live At Filmore East (con Crazy Horse, disco 5) y Live At Massey Hall 1971 (solo, disco 7), los dos últimos previamente conocidos y reseñados por estos lados.

Y la guinda de la torta: el último disco, con la opera prima de Bernard Shakey, Journey Through The Past. Un verdadero deleite que tengo ganas de ver como corresponde. Por mientras, a seguir escuchando estos maravillosos audios.

Les dejo una pregunta: de las canciones de Neil Young del período del los Archives, ¿cuál es vuestra favorita?

domingo, mayo 31, 2009

Stand By Me.


Recuerdo muy bien cuando vi esta película por primera vez.

Fue un sábado 27 de octubre de 1990, después de arrendar por enésima vez los Ghostbusters (que para ese momento ya la había visto unas 40 veces), y creo que nadie me la recomendó. Me llamó la atención su portada de 4 niños caminando en medio de la nada, con el amanecer a cuestas, la misma que ven acá en el encabezado. Parecían buscando algo, una cosa que de seguro no sabían lo que realmente significaba. Un camino que recorrían juntos, sin importar qué encontrarían, sólo por el hecho de caminarlo los cuatro juntos.

La película se llamaba “Cuenta Conmigo” y era una no tan sencilla historia de, precisamente, búsqueda. La puse en el VHS Crown de 2 cabezales que teníamos hace un año y medio y por los siguientes 90 minutos, el mundo se detuvo frente a esa tele Philips Trendset (esa de teclitas para cada canal), que emitía unas imágenes poderosas, preciosas. Años después, sabría que era una fotografía de lujo, pero para esa primera vez de ver la película, no importaba nada. Lo que importaba era la historia.

Cuatro chicos de 12 años del pueblo Castle Rock, en el verano de 1959, deciden ir de excursión un fin de semana para encontrar el cuerpo de un chico de su misma edad, llamado Ray Brower, que llevaba perdido mucho tiempo y del que ya se pensaba que podía haber sido arrollado por un tren. En un comienzo, los 4 amigos del colegio van buscando a este Brower extraviado/muerto por una recompensa. Imagínense: ofrecen recompensa por su paradero, salidas en los medios locales, notoriedad que deslumbra a cualquiera en esa edad. Parece divertido, pero no lo es. Cada uno de ellos acarrea su propia historia. A Gordie Lachance (Will Weathon, quien va narrando la historia años después en la voz de Richard Dreyfuss) se le da fácil el contar historias y crear mundos para entretener a sus amigos. A Chris (River Phoenix, de quien no pudimos ver el desarrollo de su gran talento por su muerte en 1993), la vida se le ha hecho dura por la mala ama de su familia: todos conflictivos, y por él no dan ni un peso. Para Teddy Duchamp (Corey Feldman, delirante acá), su vida está marcada por un padre veterano de guerra que lo violenta y que le forma una locura inusual para su edad. Y para Vern Tessio (un pre puber Jerry O’Connell), la histeria está a la orden del día, también su torpeza.

Estos amigos del colegio saben que no estarán juntos para siempre. Mientras que Gordie irá a la secundaria, el resto tomará esos cursos técnicos que no conducen a ningún lado salvo que a seguir viviendo en el pueblito de Castle Rock. Pero no dejan que ese tema, si se quiere de adultos, los distraiga. Para ellos, sólo existe el rock and roll como banda sonora, las historietas y Mickey Mouse en el cien. Ah, y también fumar juntos. Y cuidarse las espaldas. Y pelear y reconciliarse. Y distraerse. Y confesarse cosas heavy de sus vidas.

Con el caminar a pleno campo, van dejando la inocencia. Ya nada es un juego: es fuerte, vana a encontrarse con un muerto. Definitivamente, están dando los primeros pasos para convertirse en futuros hombres, en adolescentes que se ilusionarán con un Estados Unidos próspero, que protestarán por la guerra y que serán de seguro activistas de alguna u otra forma. Es la generación que se tomará el desarrollo sociocultural de una y que jamás soltarán.

La película la dirigió uno de los que sabe contar wenos relatos en cámara, el gran Rob Reiner, autor de cosas tan disímiles como This Is Spinal Tap, When Harry Met Sally y A Few Good Men y esa joya llamada The Princess Bride. Stand By Me está basada en un cuento de Stephen King llamado “The Body”. Fue tan emotiva la adaptación a la pantalla grande, que King dijo que por fin una historia suya tenía un tratamiento justo en el cine. Y Stephen King es de los secos, no hay duda.

La banda sonora de esta película es alucinante, y te puede emocionar tanto como verla. Llena de canciones de fines de los 50, por tus oídos desfilarán clásicos imbatibles que me gusta andar acarreando en el mp4 (soy pobre, nada de IPod shits :p). Buddy Holly con la bellísima Everyday, Come Go With me de The Del Vikings (la que John le cambiaba la letra el día que conoció a Paul), la Lolypp de The Chordettes y, por supuesto, al que le da título a la película, escrita e interpretada por Ben E. King, uno de esos negros de gran voz que, para que sepan, escribió esta canción para los Drifters, y ellos ni la quisieron grabar. Algunos no tienen visión de futuro, ¿cierto? Hasta Lennon la grabó en una soberbia versión y, de repente, Piuelo la ha tocado en algún set en solitario.

Pero, de todo eso que les conté recién, yo no tenía idea. En esa primera vez que la vi, un sábado cerrando el mes de octubre. Y no lo podía creer. Reí mucho, y también me pegué unos lagrimones de cabro de 9 años. Y cada vez que la veo y vuelvo a ver, siento eso mismo.

Y todo eso queda en una frase que el narrador dice al final: “los amigos son como los meseros que entran y salen por la puerta de la vida”. ¿Será cierto? Los amigos se cuentan con los dedos de la mano. Y no hay FB ni weaita 2.0 que cambie eso.

jueves, abril 30, 2009

Sobre mis hermanos.


Ha llegado un nuevo fin de mes. Y con él, un nuevo texto. ¿Cuál es el número de este? Recuérdenmelo, por favor.

Me da entre risa y pena ver la evolución de este sitio. Después de más de 400 textos, es poco lo que se puede ir actualizando estas ventanas ya viciadas por tanto caracter, tanto mote, tanta emoción, tanta locura y sinceridad.

Así que, por eso, ahora escribo siguiendo mis emociones y respondiendo ante estímulos del alma, de los instintos, de la cabeza. Es mi vía de expresión sin censura, la que no se edita salvo que yo mismo lo haga, la que mantiene una llama prendida. Podría escribir las reseñas que quiera, pero no tengo ganas. Podría comentar diversas cosas de cultura pop, pero me parece innecesario. Podría promocionar muchas cosas, pero hay otros canales para ello. Podría hablarles de mi pega, pero prefiero hacerla. Podría hablarles de Fother Muckers, pero prefiero tocar y recordarles que visiten http://fothermuckers.cl … Simao está rpeparando un manjar de wé.

Prefiero hablar de cosas que me muevan el corazón. De amores. De mi doling. De mi familia.

Y esta foto es de las que me conmueven mucho. ¿Les he contado que tengo dos hermanos? Y después de tanto texto escrito, tanta palabra dando vuelta por aquí, recién escribo de ellos. Ingrato yo, ¿cierto?

O quizás no. Probablemente, este sea el momento indicado para contarles de ellos. Mis dos hermanos. Y es la raja poder tener esta foto acá, de un momento reciente, una celebración tan linda como el cumpleaños de mi mami, a mediados de marzo. Y fue el primer cumpleaños con los 3 hijos juntos en la mesa en 20 años 

La hermosa niña que ven en la foto es mi hermana chica, la Mari. Weno, si ven la foto, se ve mucho más alta que yo. En verdad, la Mari me pasó de porte cuando yo tenía 13 años. Hasta ese entonces, estábamos parejos y, cuando éramos muy niños, nos decían que parecíamos mellizos. Y, como pueden ver en la foto, claramente no lo somos :p

La Mari es de esas chicas con actitud, con carácter. Tiene una personalidad única, es de esas chicas que no se quedan atrás. Amiga de sus amigas, responsable y que, cuando toma compromisos, nunca los deja botados. La Mari debe ser una de las personas en las que más confío en el mundo, y es precisamente por eso. Sé que ella jamás me dirá algo pa quedarme contento o engañarme. Si quiero saber la firme, voy donde la Mari, así de simple.

Ella es la sensata de la familia. Es nuestro apoyo emocional y también nuestra regalona. Es la que da la alegría a la casa. Siempre que no está, se nota altiro acá en casa. Su responsabilidad con las pegas. Su alegría por ir a algún lado. Su preocupación de atender a quien está festejando algo. Sus llamadas para saber si estás bien. Sus retos cuando no le parece el cómo estás. Todas esas cosas que la están convirtiendo en una mujer íntegra y capaz de conmoverte con los detalles más delicados.

El cabro no tan cabro que ven ahí es mi hermano mayor, Juan Carlos. Los que nos conocen ya sabrán que a él no lo veíamos hace muuuucho tiempo. Años. Décadas. 20 años que no veía al Juanca, mi hermano grande. Ese que me llevaba al hospital cuando trataban de enseñarme a hablar de nuevo. Mi hermano que me llevó las primeras veces al Eurocentro, en donde divisé por primera vez esas tiendas de música que frecuentaría en cada caminata de vuelta a casa cuando iba en la Media. El hermano grande que me defendía del bulling de la Básica, cuando yo era un porotito; ahí me acompañaba a espantar a todos esos weones que me amedrentaban por ser chico, tímido, cabezón y alienado por no gustarme el fútbol. Mi hermano, que se daba el tiempo de jugar conmigo con mis monos articulados y también de jugarnos bromas con su particular sentido del humor. El mismo hermano que dejé de ver un jueves 1 de diciembre de 1988, a las 10 de la mañana, para volver a verlo un miércoles 29 de julio, a las 2 de la tarde, almorzando… ¿te acuerdas de ese día, Emmylou?

Ahí los tienen, a mis dos hermanos, los mismos que le festejamos el cumple a mi mamá. Fue impagable ver a mi maire con una amplia sonrisa diciendo que ese era uno de los días más felices de su vida, al vernos a los 3 juntos de nuevo en la misma mesa. Y, mientras escribo estas palabras, los ojos se me llenan de lágrimas de felicidad, como dice esa cancione.

¿Tiene hermanos? Cuéntenme de ellos…

martes, marzo 31, 2009

Sobre un marzo de conciertos y guitarra en mano.


¡Que marzo más intenso este pue! Y no lo dio porque en general el mes de marzo sea fome y aletargado. Para nada. Es sólo que este tuvo mucho más movimiento que lo que me esperaba. O quizás no.

Actualizar este humilde sitio ya se hace cada vez más espaciado en el tiempo. No se cuantas veces lo he dicho, y quizás no me canse nunca de decirlo: hay mucho que hacer como para mantener esta bitácora activa todos los días como lo hacía antes.

¿Qué hago ahora? Pensar en el guión de Planeta Rock de mañana martes. Y en la pauta de Pirincho de mañana también. Y un montón de cosas de la pega. Ah, y también en tocar un rato algo en mi querida y resucitada-vuelta-a-la-vida-como-siempre-debió-ser guitarra de 12 cuerdas gracias a que al fin me la pude colgar con una correa. En fin, tanto en la cabeza que me sorprende no volverme loco.

O quizás no.

Desde que estoy trabajando, me vi en la obligación de ordenar mis tiempos y ser productivo. No quedaba otra. Ya no me podía dar el lujo de perder tiempo porque, sencillamente, este se reducía a lo mínimo. Nada de andar deambulando ni pensando en weás, porque había que producir. Y eso lo llevé a todos los aspectos de mi vida.

Una bella canción hecha por Mondo Cane...


Y uno de esos fue el de tocar la guitarra y el trabajo con Fother Muckers. No sé si por mis ganas o mi esfuerzo, pude aplicarme mucho en mis labores con el esfuerzo necesario y me apliqué nomás. Dejé de saltar tanto, dejé de hacer el loco cada vez más y me puse a tocar. Y me gusto ver el resultado. Wow! Esos arreglos, cuando salen bien pensados, lucen un montón.

Miro para atrás y observo mi evolución como guitarrista y en estos últimos 8 meses noto las diferencias. Es un agrado que ahora tomo la guitarra para buscarle sentido al hacer acordes, a construir secuencias, a tratar de hacerla hablar y tengo mis momentos en que creo lograrlo. Necesito urgentemente una grabadora para ir registrando esos procesos. Por ahora, abuso de mi extraña mente para acordarme de todas esas secuencias que me están saliendo por estos días.

Wow! Alguien haciendo un cover del tercer single de Justo y Necesario...


Días de calor, días de bicicleta por Providencia, días de muchos, muchos conciertos. Weno, no tantos, pero muchos juntos para apenas un par de semanas. Tanta pega por Maiden que hicimos todos… y yo caigo en cama con gripe!! Me perdí el día D, pero al menos lo escuché por la radio delirando en fiebre y sintiendo una satisfacción tremenda. Días de también recuperándome de esa fiebre muy bien atendido, cuidado como nunca en la vida 

Los auténticos Fother Muckers en Sin Dios Ni Late...


Días de conciertos, digo de nuevo. Días de salir en la tele con Fother Muckers en alineación dorada haciendo La Culebra y mandándose una presentación de antología, pasándolo bien como en esos tiempos. Y un gran show de Mike Patton, un genio que me recuerda a un banmeito. Y un Chris Cornell que me supera en ser un trans del rock (no se les ocurra pasarle una guitarra en un carrete). Y un show de Radiohead vivido a concho y visto desde una posición privilegiada tras un rato de colapso, un lindo broche para una jornada intensa. Y un show de Sonic Youth que me hizo ver de una que el caos tiene lógica, nada es al azar. Y ahora se viene Kiss, la banda favorita para cualquiera que tenga promedio 10 años de edad, pero que hacen un show entretenido de ver. ¿A quién no le agradan los fuegos artificiales? No vendan la pomá, igual lo disfrutarían, jejejjeej.

Y la guitarra siempre conmigo. Y un It Ain’t Me Babe que ya nos sale muy pero muy bien . Una canción del troesma Dylan que funciona mejor cuando se canta de a dos. Hay que mostrarla en público, Emmylou.

Escuche la canción nueva del troesma Dylan...


Se podría pensar que dejé la guitarra de lado. Que me sumergí en una dinámica que excluye el pasar momentos inspirados tocando. Que me vendí al sistema. Que me uní a la máquina. Los que piensen así están muy equivocados. Sigo disfrutando de las mismas cosas en la vida, y ahora en vías de la realización personal. Con una chica que me quiere y yo a ella, que me acompaña en todas y que ha visto mi crecimiento. Con una familia que, a pesar de lo mucho que haya pasado, igual están ahí. Con un equipo de trabajo que es como si fuese una familia, por el tiempo que le dedicamos. Todas esas cosas están haciendo mi vida plena.

Y seguiré compartiendo en los textos que vengan.

lunes, febrero 16, 2009

Sobre el texto 400, un nuevo cumpleaños y los 27 que pasaron.


No puedo creer todo el tiempo que ha pasado desde que un domingo 27 de febrero de 2005, a eso de las 12 y media del día, le haya dado el vamos a este sitio en donde me he dado la libertad de ir escribiendo cosas. El primer texto era sobre Bob Dylan, Neil Young y Eric Clapton. Lo reviso ahora y puedo ver que mis creencias siguen firmes y, es más, Se han enriquecido en estos 4 años.

Los tres juntos en un solo escenario...


Quizás es solo coincidencia o puede que sea algo mágico. No lo sé. Pero coincide justo que el texto número 400 esté subido en mi cumpleaños número 28. Y creo que hace dos años que no subía un texto justo el día de mi cumpleaños.

Hace exactamente un año que empezamos a sonar fuerte en la radio con Fuerza Y Fortuna. Me acuerdo que un viernes 15 de febrero de 2008, a las 20:15 aprox, me la topé en la radio cuando iba caminado por la Alameda a devolver unas películas al Blockbuster, con mi radiecita barata con audífonos idem. Y la felicidad que me embargó al toparme con la canción como una de las Avanzadas de la radio. Alta rotación, mucha exposición (que no es en volumen, claro está, pero que sí que deja tu nombre sonando) y una ventana que se abría.

Fother Muckers en La Cumbre Del Rock Chileno II...


Después, lanzamiento del disco en la Batuta, ver la llegada de nueva gente que nos escuchaba y seguía, saludar a varios que nunca conocí en la vida, recibiendo afecto, buenas vibras y la inequívoca sensación de que estábamos haciendo las cosas bien. Los lugares se empezaron a hacer chicos. Más gente coreando las canciones y pidiendo la canción Héctor que, coincidentemente, tiene mi nombre. Las Batutas llenas. Ya no veía las mismas caras de siempre, esas iban yéndose de a poco para otros lados. Ahora había rostros nuevos que respondían exclusivamente a nuestra música, no a una relación de amistad. Ya no éramos Los Ases Falsos (sorry, banmeitos… seguiré con esa afirmación hasta que muera :p), sino que Fother Muckers, algo único e irrepetible.

Hey Hey My My...


Mis 27 también trajeron un sueño de toda la vida y que me ha tenido ocupado en estos seis meses y medio: el trabajo en Radio Futuro! Desde que me cambié a Periodismo que trabajar en Futuro era uno de esos sueños imposibles, esas cosas que de puro pensarlas te ríes para tus adentros y dices “nica pasa”, pero que llegan cuando menos lo esperas. Más bien, cuando es el momento preciso que puede que tú no lo sepas pero que está ahí. Cuando recibí la llamada de mi jefe con la posibilidad de irme a trabajar allá, y luego con la llamada de “bienvenido al equipo”, todo se fue componiendo para decirme “Este es tu momento. Vívelo al máximo. Disfruta. Tómalo con todo”. Y eso he hecho, con haaaartas cosas que hacer a diario. Generar contenidos. Escribir guiones. Actualizar cada detalle de la web de Futuro. Y ser parte del equipo que formamos con el Carlos, el Rucio, el Lobo, el Pancho, el Piri, el Hernie, el Mariano, la Mariely, la Karen y el Felipao. Una familia.

Y hacer la pauta de Pirincho. Wow!! Lo escribo y me emociono. Imagínense el cómo es trabajar con un ídolo nacional, un tipo que todo el mundo quiere y que es un seco, y que más encima te da lecciones de vida tan solo con su presencia.

Harvest Moon...


Y también fueron unos 27 años en que no morí ni estuve cerca de estarlo, sino que todo lo contrario. A mis 27 comencé a vivir mi vida plenamente. A los 27 comencé a ser yo mismo, y eso fue cambiando todo a mi alrededor. Y ahí estabas tú, para sostener mis pasos, calmar mis corderos, llevarme de la manito y ver mi crecimiento. Te convertiste en mi partner y nos queda mucho camino por recorrer aún en esto que se llama vida. Te adoro y muchas pero muchas gracias por todo este tiempo, doling. Mis 27 jamás habrían sido lo mismo sin vocé. Y no me cansaré de decirlo ni de sonreír cuando lo diga

Y ahora juntos en esto de la aventura del Podcast! Así es, gente que me lee por acá. Justo con mi cumpleaños número 28, y con el texto número 400, ha nacido Hec-Ró, un nuevo podcast en el cual con la Ró estaremos compartiendo conversas sobre música y la vida misma. Ya pueden escucharlo en su página propia, http://hec-ro.podomatic.com/ . Y también tiene página de Facebook donde pueden hacerse fans (jajjaja, fans :p), dejar comentarios y hacer sugerencias de todo tipo: http://www.facebook.com/profile.php?id=1144015476#/pages/Hec-Ro/52223359124?ref=ts .

Wow! Reviso el texto y veo que hay mucho, mucho. ¿Cómo lo pude sintetizar en 5 mil caracteres? Porque llevo 400 textos en esto. La práctica hace al maestro, ¿cierto?!

lunes, enero 26, 2009

Sobre un enero con debuts en grande y el crecer.


Wow! Hace casi un mes que no escribo nada por acá, y creo que esto ya lo he dicho demasiadas veces, tantas que da hasta vergüenza el admitirlo. Pero vale la pena hacerlo ahora, después de lo intenso que ha sido todo el mes de enero para mí. Un mes que me ha dado algunos de los mejores momentos en la vida.

Cuando partimos con Cristóbal y Simón el núcleo que conformamos en Fother Muckers, siempre tenía yo esos sueños de tocar en grandes escenarios. No éramos la gran banda de rock, pero así y todo no hubo una sola vez que no fuéramos. Bailábamos como quien sabe que va a morir; cantábamos. Esos éramos en esos años, Los Ases Falsos. Esa canción somos nosotros en esos años de partida. Y siendo esa banda que sonaban bien mal, siempre les pedíamos más. ¡Qué buenos tiempos!

Fother Muckers en Cadeeeena Nacional...


Esos éramos. Con Diego Leonvendagar, después con el wen Vicente Fernández y sus imitaciones notables de James Blunt. Y luego con el Bozz, el Diego Sepúlveda, aceptando el reto de ser el manager y uno de los tipos con más bolas que he visto por estos lados. El núcleo seguíamos siendo el Pihuelo, Simosito y yo. Cada uno con sus fortalezas haciendo la identidad. A ella se sumó Martín, el Martao, el banmeito. Y éramos como una pandilla. Y ahora, con Soquiño sólido en los tarros y Gonzi en la guitarra, somos un ejército de cinco músicos. En este mes, pude ver con claridad que estamos empezando a ser una organización. Felipao ya es estable como sonidista zumbidista. Se nos sumó Miguel como un muy dispuesto y despierto roadie y, ahora último, nuestro wen amigo Cristóbal Fredes también las hizo de roadie. Si parecíamos tan pro el fin de semana! Al menos, lo parecíamos.

Explorador en la Cumbre del Rock Chileno II...


Esta foto es de la Cumbre del Rock Chileno II, del domingo 11 de enero de este año, cuando tocamos un set de dos canciones en casi 8 minutos y sorprendimos a mucha, mucha gente que nunca había escuchado de nosotros en sus vidas. Veía las fotos que iban subiendo y es cuático verse amplificado en una pantalla LED. Casi como si fuese un gigante, jejejejeje. Para mí, ese domingo fue un día de más de una epifanía. Quizás el día en que mis cambios como ser humano terminaron por manifestarse. Ese día comencé a sentirme más grande, a tomarme las cosas como un cabro grande. Emmylou me dijo que sonaba como un cabro grande. Y me sentía como tal. Y creo que, cuando te expones a experiencias tan fuertes, es cuando vas viendo de qué estás hecho. Me siento tranquilo: crecí. Y ese domingo en el que debutamos en las grandes ligas, en el que toqué como invitado y donde disfruté de Weichafe como si fuese un cabro chico, me lo demostró.

Tripa y Corazón...


Y la semana siguiente, La Renga llegó al Velódromo del Estadio Nacional. Y yo llegué al micrófono de Radio Futuro, debutando en las grandes ligas. Créanme, no es llegar y salir por los micrófonos de una radio pro, especialmente en una como la radio del rock. A pesar de tener 2 años y medio de programa de radio en el cuerpo (el recordado La Bestia Rock de Radio UC), nada me podría preparar para debutar en algo que lo escuchan MILES de personas. Y el debut vino con la Renga, en la transmisión del show en directo. Y después, en la nota del lunes, comentando en el estudio con el maestro Pirincho.

Enero también fue un mes en donde la pega se intensificó un par de semanas, aprendiendo mucho del cómo se reportea en serio, dependiendo del material, presionado por las fechas de entrega, quedándome hasta la noche en la radio, empapándome de Dalet hasta el cansancio… todo eso hace que ahora esté más relajado. Aprendí a hacer malabarismo. Y, con un PC adecuado para el trabajo, mucho mejor.

Fuerza Y Fortuna en el Arena...


Y lo del Crush Power Music coronó el mes de exposición mediática de los caca. Ver nuestro nombre en las micros fue alucinante cada vez que me los topaba al caminar por la calle. Se respiraba festival de verano y nosotros éramos parte de ello. Ensayamos a conciencia. Preparamos un set representativo. Lo disfrutamos. Estábamos listos. Pero no todo fue miel sobre hojuelas y el estrés nos atacó con incidentes weones que se solucionaron a última hora. El nervio es abrumador al subirse al Arena. Y la lengua hace que hayan tropiezos que se pueden resolver con clase. Pero de que tocamos bien, tocamos bien.

Después del show, una maravillosa velada viendo música en vivo, corriendo por los pasillos, leyendo a Fuguet en los sillones y en el camarín, y saltando con Los Autrénticos Decadentes y sonrisa en el rostro y un Dearest en escaleras de concreto con parlanchinas trabajadoras del Arena.

Los problemas técnicos y logísticos de los caca se arreglaron para Viña. Y la Quinta fue ALUCINANTE. Tuve micrófono al lado, así que me aventuré a pedirle palmas al público. Y la Quinta respondió. Aún estoy pa’entro, pensando en esa postal de mig guitarra acoplando a través de ese Vox y con al Quinta Vergara aplaudiendo. Hasta foto con el Negro Piñera sacamos, con un vaso de ron en la mano.

Tantas instantáneas y escenas que poblaron este mes. Y eso que quedan algunos días para que termine el mes.