miércoles, agosto 29, 2007

Sobre el troesma Dylan tocando para el papa, hace casi 10 años.


Me llamó la atención algo que ha salido recientemente en diversos sitios y lados donde se puedan leer párrafos que (se supone) comunican ideas: “Benedicto XVI reniega de Bob Dylan”, a propósito de una cita de un libe que escribió que saldrá pronto, llamado “Juan Pablo II, mi amado predecesor”. En 1997, Ratzinger era cardenal y cercano colaborador del entonces papa, e intentó por todos los medios de cancelar el concierto en el que participo el troesma Dylan, a fines de septiembre de 1997. A Ratzinger no le parecía que “este autoproclamado ‘profeta’ saliera a escenario”. Algunas cosas no vana cambiar nunca nomás. Esto me demuestra que una noticia como esta sonaba tan insólita hace diez años como hoy en día, sin lugar a dudas: un 27 de septiembre de 1997, Bob Dylan tocó tres canciones para el papa Juan Pablo II, en una transmisión vía satélite para todo el mundo. Y la foto que ven ahí arriba da fe del momento tan extraño como único.

Fue uno de esos eventos raros que le subió la popularidad al fallecido papa en esos momentos. Para “convertir la fe de los jóvenes del mundo”, el Vaticano había organizado un festival en Bolonia, titulado originalmente como el “Bologna Festival”. El evento multitudinario, transmitido en directo por la RAI, contó con un montón de números locales (Luccio Dalla, Andrea Bocelli, el pianista de jazz Michel Petrucchiani, Barbara Colla y un corner llamado simplemente Gianni), que fueron cantando una o dos canciones, adaptando letras a un sentido más “espiritual” y tratando de congraciarse con una autoridad de la iglesia, el anfitrión que los había convocado para tan bizarro encuentro. Cuando ya han desfilado todos estos performeros italianos, el mismo papa da un sermón de veinte minutos, en el que cita el célebre himno Blowin’ In The Wind, ese que Dylan había escrito hace 35 años, y que a sus 45 sigue tan vigente como en 1962. Como era de esperarse, el entonces papa volvió el sentido de la respuesta que sopla en el viento a un viento espiritual. ¿Tiene algo que ver el espíritu, me pregunto yo? Depende de lo que se quiera decir. En elc aso del papa, interpretó el “cuántos caminos debe andar un hombre antes de convertirse en un hombre” como “ese camino es el de Cristo, quien afirmó: ‘yo soy el Camino y la Vida’”, agregando que “las cuestiones de vuestra vida están silbando en el viento. Pero en el viento que sopla y en la voz del espíritu, y no en el viento que todo lo dispersa en los torbellinos en la nada". A la hora de las interpretaciones, el sentido es bastante subjetivo.

El troesma entonando Knockin' On Heaven's Door...


Casi sin aviso, el troesma Dylan y sus músicos suben a escena y empieza a sonar una sucesión de tres acordes, los que conforman la base completa de Knockin’ On Heaven’s Door. Y ahí está el troesma, vestido de traje impecable y sombrero enorme, con pinta de petrolero texano o de algún intérprete de country de esos de los años 30 o 40, un look que inmortalizó el siempre recordado Hank Williams. Además, cargando una preciosa guitarra Gibson Les Paul, que dan un sonido sólido y pastoso cuando se tocan amplificadas a tubo. En la pantalla, aparece a salir la letra de la canción traducida al italiano, peor eso no importa. Para sorpresa de todos, el troesma hace un cambio en la letra; en esa ocasión cantó lo siguiente: "I'm looking up to the skies, feeling like I'm knockin' on heaven's door". Weno, el cambio por la ocasión, puede ser. Terminan la canción y ovación automática.

Sin saludar, ni siquiera asomar un atisbo de sonrisa, el troesma sigue con su pequeño set, pasando a otro himno (pareciera que en un festival así sólo se oyesen himnos y nada más que himnos) como el que es A Hard Rain’s A-Gonna Fall, con un pasaje instrumental increíble, solemne, piola y jugado: todo a la vez, propio de una banda que tiene un fiato que pocas tienen (Dylan se armo la tremenda banda en vivo, de eso no hay duda). El troesma está cantando alto acá, no gritando pero sí muy alo, a pesar de un evidente resfrío que lo aqueja (cuando se aleja del micrófono, como que snifea un poco, típica molestia del resfrío), pero eso no le impide seguir con la tremenda presentación que está haciendo. El troesma dirige a su banda con la gracia que un director de orchestra dirige a sus músicos, pero con un grado de complicidad que lo da únicamente el viajar juntos para todos lados, tocar en todo el mundo y mantener la llama siempre encendida a la hora de reinventar todo e incluso a sí mismo una y otra vez. Esas 300 mil personas estaban viendo lo que Dylan y los suyos hacen casi 300 veces al año en gira.

Terminan la canción con otra ovación y Dylan se acerca al estrado donde está Juan Pablo II para el saludo protocolar. Se saca el sombrero y lo saluda por prolongados segundos (la foto es de justo ese momento). Se ve que el papa le dice algo que sólo ellos saben y que Dylan de seguro jamás contará en su vida. Dylan vuelve al escenario para una canción más, pero el papa se ha ido. Y esa Forever Young sonó fuerte y calma, sin sombrero y con un tremendo solo de guitarra del troesma en esa magnífica Les Paul que seguía flameando en sus manos. Y termina el show sin esbozar un saludo y yéndose de inmediato.

Dylan siempre le ha bajado el perfil a su participación en el Bologna Festival. “Fue un show más”, ha dicho más de una vez. Y es verdad. Sólo que ese show se transmitió para todo el mundo y destacó por lo freak e inusual. Para el troesma. Un tipo que constantemente está en búsqueda en lo espiritual, y que ha pasado del judaísmo a no creer en “nada” (sin dejar de tener dudas existenciales y, por consiguiente, espirituales) y al cristianismo por tres años (“si Jesús predicó solo tres años, ¿por qué yo tendría que hacerlo más tiempo?”, dijo alguna vez) y de vuelta al judaísmo en años recientes (al menos, los últimos veinte), ese show en Bolonia fue sólo una parada más de un viaje que no termina. De una gira que no termina. De una búsqueda que, a sus 66 años, aún sigue. Y una búsqueda que no puede atarse ni amarrarse a ningún tipo de religión. Es una búsqueda personal.

¿Sabían de este episodio tan freak? Pareciera que con Ratzinger a la cabeza de la iglesia católica, el mundo occidental retrocediera, mientras que Dylan no hace más que avanzar.

domingo, agosto 26, 2007

Sea Change.


La primera vez que escuché algo del Sea Change de Beck fue hace casi cinco años atrás, cuando estaba recién lanzado. Fue en casa de un amigo que no pasaba por un wen momento en ese período de su vida: solo, con problemas de plata, en las últimas con su novia de entonces. Se sumergía en su trabajo y defendía a muerte su proyecto personal, rechazando ofertas que lo podían salvar y todo. En el loft donde estaba viviendo tenía cientos de discos, entre ellos muchos nuevos. Uno de esos discos nuevos era este de Beck. De inmediato, mi amigo me dijo “después de la tercera canción, no sabía si apagar el equipo o seguirlo escuchando; salía música demasiado dolorosa para aguantarla lúcido”.

Ya desde la portada, Beck Hansen nos viene diciendo algo: hay algo en su mirada perdida hacia el horizonte o no se donde que te dice que no está del todo atento al hecho de que le están sacando foto para un nuevo disco, el quinto de su carrera mainstream bajo el alero de Geffen Records y el sucesor de un funky y jugoso Midnight Cultures que nos hizo bailar a todos terminando el siglo XX. Y esta nueva placa (al menos, nueva en ese último trimestre del 2002) traía sonoridades muy distintas, unidas por un solo concepto tácito: la melancolía. Una melón colía distinta a la que mostró alguna vez Billy Corgan.

En el Sea Change, Beck se la jugó para volcar sus sentimientos de pérdida y desesperanza en una música demasiado hermosa para dejarla pasar, pero que te envuelve con una intensidad que muy pocos logran. Las canciones del Sea Change, probablemente, van emparentadas con las que alcanzó a hacer en vida el cantautor Nick Drake y el ángel caído Gram Parsons, cuya música también mostraba mucho de la fragilidad de sí mismos; asimismo, no podemos olvidar el Blood On The Traces de Bob Dylan a propósito de relaciones en el Sea Change. Para Beck, el término de una relación de años (casi como un matrimonio, podría ser) fue devastador, lo suficiente como para sentarlo, ensimismarlo y motivarlo a escribir canciones. Y contó con el mejor de los aliados tras las perillas, el genial Nigel Godrich, que bien sabemos saca lo mejor de cada autor con el cual trabaja.

El video de Lost Cause...


Todo en este disco fue hecho con un espíritu minimalista y elegante. Ya desde la partida, con The Goleen Age, Beck evoca atmósferas atemporales, tal como lo hace el troesma Dylan desde hace algunos discos atrás, con una firme guitarra acústica, xilófonos, suaves cuerdas, efectos aterciopelados y una voz etérea, casi frágil pero que es indudablemente suya, la misma que experimenta un montón todo el tiempo, sólo que ahora está en función del desahogo convertido en bella tonada. Paper Tiger pareciera estar hecha bajo los códigos de otro maestro del manejo de las texturas, el francés Serge Gainsburg, llegando a sonar hasta apoteósica con los arreglos “orchestrales”. Al momento de la llegada de Guess I’m Doing Fine, quizás una de las más explícitas del disco a nivel lírico, el Sea Change ya nos envolvió en el estado melancólico en el que estaba su autor a la hora de escribir estos pedazos de canciones; acá, la suave guitarra es acompañada de un piano también sutil y una banda que está ahí, piola, al servicio de las sutilezas. Si pueden, vean una presentación de esta canción con Beck tan solo con su guitarra de palo y una harmónica al cuello… te destroza.

Beck tocando Guess I'm Doing Fine en la BBC...


El Sea Change también se da momentos épicos y prolongados, que llegan con Lonesome Tears, donde se cruzan Dylan con el OK Computer, mostrándonos un camino honesto a la hora de desnudar tus emociones y volcarlas en grabaciones; los violines, los arreglos, la voz resquebrajada de Beck… todo acá alcanza puntos altos, tal como un I Want You de los Beatles, de esas canciones que podrían durar para siempre, pero que terminan súbitamente. Después, el que fue el primer single del Sea Change, la majestuosa Lost Cause, llena de guitarra acústica y de tristeza, de “causas perdidas”, las mismas por las que peleamos a diario pero que nos cuesta reconocer y asumir; Beck nos dice que está cansado de pelear por ellas, y de que tal vez él mismo sea una causa perdida… ¿acaso no hemos sentido todos eso? Y Beck lo inmortaliza con una canción que vuelve a destrozarte, como si no quedara mundo.

End Of The Day sigue reforzando el tono melancólico del Sea Change, pero nos presenta varios quiebres que la hacen interesante y que os llama a escucharla una y otra vez. Sin tantos cambios, pero con tan solo su presencia, es capaz de afirmar una canción tan directa como It’s All In Your Mind, tenuemente respaldado por su banda, llevándonos en un verdadero viaje por la tristeza, la que tenemos solo en nuestra mente. Después, los efectos y los tonos de orquesta inundan nuestros oídos con Round The Bend, donde Beck tan solo parece susurrar, en medio de una tonada que suena como si el mundo se estuviese acabando.

Pero lo peor siempre pasa y llega el momento de la superación y el seguir adelante, y Sea Change da cuenta de eso. La superación parte con el tono lúdico pero desolador de Already Dead, que recuerda a un James Taylor frágil pero poderoso a la hora de hacer tonadas en la guitarra de palo y letras penetrantes. La luz al final del túnel comienza a visualizarse en estos descuentos del disco y una que da fe de ello es Sunday Sun, con bellísimos pasajes luminosos, aunque aun falta mucho para dar vuelta el tono melancólico. Obviamente, la vuelta de tuerca no llega y, en cambio, la canción se descompone de manera soberbia.

Little One es la última de este viaje de Beck Hansen por la desesperanza, el desamor y la melancolía pura que se puede volcar en la mejor música que se pueda escuchar. Y el final no puede ser sino que épico dentro del tono de tristeza que sigue ahí. Si vimos algo de luz al final del túnel, salimos a ver un cielo nublado, con restos de neblina pero de día al fin y al cabo. Logramos atravesar el día de dolor para llegar al día siguiente y sentirnos un poco más desahogados. Y Little One, al menos en la música, tiene mucho de ese desahogo tras la noche tormentosa después de que viviste el dolor más grande de tu vida. Y Beck sobrevive tras el viaje.

The Golden Age en vivo del año pasado...


Varias de estas canciones siguen siendo parte del repertorio en vivo de Beck. Incluso, algunas las toca en un formato especial: acústicas y con la banda haciendo efectos con elemento inusuales: servicios d comida, copas con agua, percusiones domésticas; todo un lujo. Sin duda, el Sea Change es un disco que TIENES que escuchar en algún momento de tu vida, un clásico contemporáneo que mañana lunes, en La Bestia Rock de Radio UC, será pasado completo a las 23 hrs.

jueves, agosto 23, 2007

Sobre avisos varios: No Soy Uno, I'm Not There y Tecno fan.


Cada vez más cerca!!

Tal como está anunciado en el fotoló de los auténticos Fother Muckers, ya está listo nuestro primer disco, No Soy Uno. Weno, el disco siempre estuvo listo, sólo faltaban las cosas técnicas hechas con paciencia y amor de artesano para que quedara completamente listo, en lo que respecta a mezclas y masterización. Y el resultado arroja lo siguiente: es un disco de 14 canciones, con una duración total de 57 minutos y 36 segundos de música hecha con el corazón y desde la vereda de la honestidad. Canciones que fueron creciendo de a poco, y que ahora podemos escuchar completamente listas. Ahora sólo falta terminar bien el diseño del arte del disco para que sea por fin editado.

Esperen un momento… ¿por qué tiendo siempre a ponerle y ponerle palabras al asunto? Y la respuesta es una sola: buscar la mejor manera de describir algo y poder contarlo en palabras. A veces, pareciera que podría lograrlo, pero hay alo de verdad en que una imagen vale más que mil palabras. O con cinco mil caracteres, sea ese el caso. Es cosa de ver algunas fotos impresionantemente emotivas o que dicen cosas sin utilizar ningún tipo de palabras, apelando sólo a nuestra respuesta emotiva. Ahí, la racionalidad no sirve absolutamente de nada y la lógica es una herramienta tan inútil como los esfuerzos por conseguir paz mundial cuando el hombre es un animal competitivo por naturaleza.

Lo que sí tengo claro es que hay fotos que dicen mucho. No sé si la que subí en esta ocasión solucione problemas, pero sí capturó un momento del pasado lunes 20 en el Campus Oriente. Una secuencia de fotos con mi guitarra que capturó mi amiga Javiera Silva, acompañándonos en una jornada de tocata universitaria. Según recuerdo en este momento, nunca pensé que la secuencia iba a salir. Me puse a jugar ante la cámara, webeando de lo lindo, tocando, haciendo que tocaba, qué se yo. Y resulta que la Java sí había tomado fotos de todo ese fragmento de tiempo. Viendo la foto, puedo apreciar un parche de La Renga con la estrella característica ahí en mi jeans. Salvador parche, jejeje.

De tocatas, les contaré en otro momento. Tranquilos. Por mientras, sigan escuchando bellas tonadas en el My Space, y revisando la marcha blanca del sitio oficial.

Hace un par de días se filtró en internerd el primer promo de una de las películas más esperadas por los rayados del troesma Dylan del mundo (que somos algunos), I’m Not There. Y, sencillamente, es capaz de volarle la cabeza a cualquiera! Me aventuraré en tratar de resumir un poco de qué se trata: es una biopic atípica sobre Bob Dylan, inspirada en las diversas transformaciones que ha tenido el trovador americano a lo largo de su vida y de su carrera, en donde ha djado una obra que nadie más ha igualado, ni siquiera acercado. La película la dirige Todd Haynes, realizador de Velvet Goldmine (la película basada en el Ziggy Stardust de Bowie) y Far From Heaven. Haynes apostó por fraccionar a personaje a tratar en seis personajes distintos, cada uno de ellos representando alguna faceta o período de Dylan, y entre los protagonistas que hacen a los distintos Dylan está nada menos que una mujer :O

Trailer de I'm Not There...


Según la página oficial en español de la película, los personajes son los siguientes: Woody (Marcus Carl Frankiln), un niño negro de 11 años siempre huyendo; Robbie (Heath Ledger), un artista mujeriego siempre en la carretera; Jude (Cate Blanchet), un joven andrógino estrella del rock; John / Jack (Christian Bale), un ídolo folk que se reinventa como evangelista; Billy (Richard Gere), un famoso fugitivo milagrosamente vivo pero ya haciéndose viejo). De todos ellos, el que más se parece a Dylan, al menos en semblante, es el que interpreta Cate Blanchet. Si el de arriba no funcionó, vealo acá.

Un adelanto...


Hablando de links: en el programa de Canal 13 Cable, Estamos Conectados, hay una sección bastante didáctica acerca de todas estas tecnologías que ocupamos con cada vez más normalidad y cotidianeidad en nuestras vidas. Casi siempre pasa que todas esas cosas las damos por sentado y ¿cómo mierda explicárselas a alguien que estuvo fuera de este mundo los últimos años, o a alguien que sencillamente nunca pudo incorporar estas herramientas? La respuesta la da Tecno Fan, quien realiza notas educativas y dinámicas sobre los diversos usos de la tecnología. En una de esas notas fuimos entrevistados con el Pihuelo, a propósito del uso de los My Space.

El Tecno Fan del My Space...


¿Algo más? Ahh! Escuche la nueva temporada de La Bestia Rock, los lunes y viernes a las 23 hrs. Todo por RadioUC.

Me acabo de dar cuenta que pasé puros avisos. Weno, ¿qué importa? Y ahoa, que ya termino el texto, me pregunto si doy alguno más. ¿Doy alguno más? Por ahora no. Será mejor que no, por ahora. En todo caso, SIEMPRE hay cosas que anunciar, eventos por recordar y material por recomendar. Sacando cuentas, este texto que de recomendaciones, avisos y de una wena foto. ¿Qué más se puede pedir? Nuevamente gracias a la fotógrafa, obviamente. Grax, Java!!

Nos vemos.

sábado, agosto 18, 2007

Un texto de fin de semana sobre thrillers, violencia y demases.


Revisando los archivos de este espacio donde los cinco mil caracteres pueden o no tener sentido, me encuentro con que el tema de la violencia lo he tratado más de una vez. A saber: me referí a la obra maestra de Scorsese, Taxi Driver, a Kill Bill, propuse al genial Martin Scorsese como el maestro de la violencia basada en la realidad y escribí con respecto a otra obra cumbre de otro maestro como es Stanley Kubrik en A Clockwork Orange. Por lo visto por mí mismo, el tema de la violencia no me es tan ajeno como podría yo pensar.

Pero todos esos ejemplos de violencia no son de obras de ficción nacionales, sino que todos gringos, con distintos matices e inspiraciones. Quizás la razón de por qué no entendemos muy bien el cómo se trata la violencia en ficción sea el hecho de que, sencillamente, no se ha desarrollado el tema para exhibirlo. No soy ningún experto en el trato de la violencia ni del thriller como género acá en Chile pero, por lo que se ve, no hay esfuerzos por desarrollarlo más de lo poco que se toca.

Ahora que lo recuerdo, y a pito de nada, por cierto: un Thriller que cuando niño me asustaba pero que, una vez que dejó de darme miedo cualquier weá rara que veía en la tele, me causaba risa, era el clásico video de Maikol para su canción nada de wena Thriller, donde sale asustando a los niños como zombie por la noche, en un clip tan largo como aburrido. Pero mejor paro este párrafo antojadizo sobre el Thriller de Maikol, del que ya expuse mi opinión.

El thriller, como género, es el que mejor usa la herramienta de la violencia a la hora de impactar. Como es fin de semana y ando medio flojo y con la mente en otros menesteres, recurriré a la gloriosa fuente para flojos que es Wikipedia. Acá, un par de párrafos sobe el Thriller como género:

“Los thrillers frecuentemente suceden completa o parcialmente en lugares exoticos tales como ciudades extranjeras, desiertos, regiones polares o en altamar. Los héroes en la mayoría de los thrillers son frecuentemente "tipos duros" acostumbrados al peligro, oficiales de policía, espías, soldados, marineros o pilotos. De todos modos, también pueden ser ciudadanos ordinarios arrastrados al peligro por accidente. Aunque tales héroes son tradicionalmente hombres, las mujeres están siendo cada vez más frecuentes.

Los thrillers frecuentemente se solapan con historias de misterio aunque son distinguidos por la estructura de su argumento. En un thriller, el héroe debe frustrar los planes de un enemigo, en lugar de descubrir un crimen que ya ha sucedido. Los thrillers también suceden a una escala mucho mayor: los crímenes que deben ser prevenidos son asesinatos seriales o masivos, terrorismo o derrocamiento de gobiernos. Peligro y confrontaciones violentas son elementos estándar en el argumento. Mientras un misterio alcanza el clímax cuando el misterio es resuelto, un thriller alcanza el clímax cuando el héroe finalmente vence al villano, salvando su propia vida y frecuentemente las vidas de otros. En los thrillers influenciados por el Cine negro y la tragedia, el héroe comprometido es frecuentemente asesinado en el proceso”.

Trailer de The Silence Of The Lambs...


Wenos thrillers hay no pocos. Mi favorito es, sin dudas, The Silence Of The Lambs, con un Anthony Hopkins demasiado genial haciendo de Aníbal Lector (por eso, Lector está en la foto de esta ocasión), uno de los mejores villanos de todos los tiempos. También entran en la lista de favoritos la soberbia The Shinning, del maestro Kubrick, con Jack Nicholson volviendo a definir al tipo que se vuelve loco y que es capaz de cualquier cosa; sus expresiones como sicótico dictan pauta hasta nuestros días, y dudo que cambien en mucho tiempo. Del terror no me gustan muchas cosas, pues prefiero ese llamado “terror sicológico” que los wenos thrillers tienen. Y cómo olvidar al maestro de maestros en el uso de la violencia excesiva a favor de una wena historia, David Cronemberg, que en A History Of Violence nos mostró que se puede llegar aún más lejos a la hora de impactar. Todos ellos toman cosas del gran maestro del género, Alfred Hitchcock, a quien todos los mencionados antes le deben mucho. Bastante más de lo que se le recuerda ahora.

Trailer de The Shining...


Acá en Chile, recién ahora se debate sobre el grado de violencia que se exhibe en las pantallas de la caja idiota. Y todo por el fenómeno mediático que causó la recién terminada teleserie nocturna Alguien Te Mira. Nunca antes en la TV abierta se trataba la violencia en ficción como lo hizo la teleserie nocturna. No con ese ritmo y ese nivel en puesta escénica, arriesgándose por efectos especiales y el tratar la violencia de la manera más cruda posible, estirando ese elástico que se llama límite. Será recordada por sus secuencias de asesinatos, por el rol del asesino que interpretó Rudolphy con un oficio y talento poco vistos por los actores taquilla de la tele, y por poner el tema del uso de la violencia en la agenda pública. Yo nunca la seguí con regularidad, apenas la veía muy ocasionalmente, pero era imposible eludirla de las portadas de diarios pop, de las páginas de política por las discusiones que generaba entre personeros de gobierno y por el hecho de que le cambió el estándar a las teleseries locales. Pero no sé si por eso me pegue a la próxima teleserie que venga. Pero de seguro podrían venir cosas wenas.

En fin. Es hora de que comenten ustedes. ¿Les gustan los thrillers? ¿Tienen algún malo favorito? Opinen.

lunes, agosto 13, 2007

The Beatles Anthology.


Aunque hayan pasado casi 12 años desde que la estrenaron por televisión, jamás me cansaré de revisar y volver a revisar y volver a revisar y volver a ver esos videos con uno de los mejores documentales autobiográficos jamás hechos. Obviamente, si ven la foto que encabeza esta volá arbitraria y gratuita, se darán cuenta de qué hablo. Nada menos que de la excelentísima The Beatles Anthology.

El proyecto de The Beatles Anthology no solo comprendía 10 horas de documental revisando la historia de los Beatles contada por los mismísimos Beatles, sino que también tres discos dobles con material inédito, descartes, tomas alternativas, shows en vivo y todo lo que se les pueda ocurrir sobre The Beatles. Por supuesto, todo lo que pueda caber en seis discos compactos, obviamente. La masificación del CD nos dio la posibilidad de apreciar gran parte del material que se incluyó en los discos del Anthology gracias a diversas colecciones de bootlegs de cedé, de ellos el más recomendable la seguidilla d cajas (weno, son 2 de 5 y una de 4 discos, con material de los Beatles solista) llamadas The Beatles Artifacts. Pero anda oficial, todo en el plano de lo inédito.

Si los discos nos sorprendieron con toda esa tremenda cantidad de material sin conocer y las canciones de siempre bajo otro prisma, el documental es capaz de dejar con la boca abierta a cualquiera que lo vea. De partida, está contado por sus propios protagonistas. Paul, George y Ringo se sumaron al proyecto que Neil Aspinal, el que muchos nombran con justicia “el quinto Beatle”, planeaba hacer por veinte años. La tarea de la realización del documental se les dio a Geoff Wonfor y a Bob Smeaton, quienes empezaron a trabajar de cabeza en el titánico proyecto. Entre los entrevistadores, estaba nada menos que Jools Holland, el anfitrión con más suerte del mundo (obvio que por su genial programa Later…).


A comienzos de los 90, los tres Beatles sobrevivientes fueron entrevistados en un período de dos años, para dejar su testimonio en el documental que, en ese tiempo, se llamaba The Long And Winding Road. Por su parte, Yoko Ono cedió el uso de cientos y cientos de cintas con entrevistas a John Lennon, de todas las fuentes. Como lennon siempre fue alguien locuaz que gustaba de hablar hasta por los codos en las entrevistas, los realizadores siempre podían encontrar opiniones de Lennon para prácticamente todos los temas que se trataron en las entrevistas. En las entrevistas, los Beatles sobrevivientes fueron cándidos, honestos y cordiales para responder, desarrollando una química impresionante a la hora de contar su historia. Más que entes separados y con egos gigantescos, eran tres tipos que compartieron parte de su vida juntos, aunque hayan sido tan solo 10 años.


Todo este chamullo antológico de los Beatles vio la luz oficialmente a fines de noviembre de 1995, con el estreno de la edición para la tele del documental y el lanzamiento del primero de los tres álbumes dobles con material inédito. Material viejo, salvo por un detalle: Paul, George y Ringo trabajaron con dos maquetas que Lennon grabó acústico y al piano, y las terminaron para darle forma como canciones de los Beatles. Y fueron dos: Free As A Bird (en la que Paul y George sumaron letra y voz a lo que había grabado Lennon) y Real Love, una más conocida por los freakybeatles. Para trabajar tranquilos, hicieron el juego mental de que John se había ido de vacaciones y les había dejado esas pistas grabadas para que las terminaran. Eso, más el impecable trabajo del más beatlemaniaco del mundo, Jeff Lynne, en la producción, dio como resultado dos canciones con el sonido beatle como si hubiesen seguido juntos tras grabar ese gran Abbey Road.

El video de Free As A Bird, una de las "nuevas"...


Recuerdo las reacciones ante esta masiva entrega beatlera de mediados de los 90. Muchos entusiasmadísimos hasta más no poder, pero mucho rechazo ante este descarado “ardid publicitario necrofílico” con que Apple Corps invadió los medios y las disquerías del mundo entero. Hasta Free As A Bird tuvo su estreno mundial en radios y el documental para la tele lo dieron en todo el mundo (allá en gringolandia lo pasó la ABC en tres partes, y en Chile, TVN en seis entregas, como en el resto del mundo). Pero los fanáticos llorábamos de felicidad al tener acceso a todo ese material de The Beatles casi de una. Y eso no es menor. Imagínense el impacto de ver presentaciones en vivo, material de archivo, entrevistas actuales y de la época… todo eso bajo una notable realización y el trabajo en función del relato y no de las personalidades. Un lujo, sin lugar a dudas.


En el plazo de un año, se terminaron de lanzar los discos del Anthology. Si el primero mostraba harto descarte en vivo y presentaciones notables rescatadas en audio (incluyendo demos y material grabado en Hamburgo OMG), el Anthology 2 mostraba la madurez de The Beatles en el estudio: el trabajo de Rubber Soul, Revolver y Sgt Pepper visto con lupa es simplemente una delicia. Y en el Anthology 3, literalmente, nos volaron la cabeza con esas revisiones crudas y alternativas de toda la etapa del White Album y las sesiones del Get Back, más el canto de cisne del Abbey Road. Con The Beatles no hay errores ni malas vibras, sólo armonías preciosas, música jugada y mensajes eternos, lecciones de vida inolvidables.

En este mes estoy viendo el documental en versión “Director`s Cut”, la que en verdad es un borrador del documental final, el mismo borrador que le mostraron a Paul, George, Ringo y Yoko para tomar las decisiones finales y una directriz única a la hora de contar la historia. Tan solo por el hecho de que es una versión “en crudo”, vale la pena a ojos cerrados revisar el borrador del documental definitivo. Tiene menos presentaciones completas y más bla bla de los protagonistas.

Si no la han visto, consígansela de inmediato. Está en 5 DVDs, con los 8 episodios y un disco con extras. ¿Qué mejor, ah?

martes, agosto 07, 2007

Sobre guitarras, Fother Muckers en La Barcaza y Weichafe.


Sigo contento con mi nueva guitarra, la “rubia” como le he puesto ahora por su color madera natural claro. Nuevamente, haciendo el paralelo de guitarras con mujeres. Y es que es un paralelo que se justifica plenamente, a mi juicio. Los que enloquecemos con ese bello instrumento de seis cuerdas vemos la belleza en distintos modelos, tal como le encontramos cosas maravillosas a todas las mujeres que vemos y que conocemos. No es ser fresco, no señores. Sólo es ver la belleza en lo que observamos.

Una guitarra se va incorporando a tu vida y vas dejando tu sello en ella. Nunca es mejor tocar la guitarra de un desconocido antes que la propia. Uno suena mejor con la propia guitarra, o con una guitarra que uno eligió e incorporó a su vida. La guitarra es como la novia con la que uno va afirmando una relación: con el tiempo se va transformando hasta hacerse indispensable en tu vida. Si te alejan de tu guitarra, es probable que enloquezcas. Que te angusties. Puedes incluso sentir que te están cortando una parte de tu cuerpo. Lo vi la semana pasada en una de las situaciones más “seinfeldescas” que haya vivido jamás. Y sólo podemos justificarla dos fanáticos de la guitarra nomás. Para el resto, estamos locos de remate.

Ya. Tanta guitarra me hizo olvidar la mención publicitaria: No queda nada para el “Concierto para Héctor” que los auténticos Fother Muckers estaremos dando mañana miércoles en el Pub La Barcaza, desde las 10 y media de la noche. Recuerden que La Barcaza queda ubicada en Santa Isabel 350, al frente del Bar de René.

A modo de curiosidad: versión "youtube" de El Que Lo Encuentra Se Lo Queda, editado por Simao Sabrousa...


Y a propósito del Bar de René… el sábado pasado, los Wichafe dieron uno de los mejores shows que hayan dado en años en el Galpón Víctor Jara. Y no era para menos, pues se registró en audio y video para un próximo disco en vivo/DVD que saldría en octubre. Lo cubrí para http://www.suena.cl y quedaría más o menos así:

Un telón rojo gigante con “Weichafe” inscrito en letras negras cubre el escenario del Galpón Víctor Jara, lugar escogido por el trío de rock para grabar su quinto disco, en vivo, que será acompañado por un DVD. Y la preparación salta a la vista: al menos, 9 cámaras dispuestas por todo el lugar, registrando cada momento previo.

Pasadas las 10 de la noche, el telón rojo empezó a temblar y la música fuerte y poderosa comenzó a inundar los oídos de la audiencia que repletaba el galpón. Lo que sonaba era nada menos que “Salvador”, uno de los singles del segundo disco de Weichafe. Ya con la canción iniciada, el telón cayó y las luces se encendieron al máximo. La euforia del respetable no se hizo esperar y el show continuó. Ángelo Pierattini, Marcelo Da Venecia y Mauricio Hidalgo tocaron muy cerca del público de las primeras filas, alineados uno al lado del otro, para mayor contacto con esas almas que

El set de potencia seguía su curso con las ya emblemáticas “opción Laverna” y “Pichanga”, sonando impecable y confirmando a Weichafe como una de las mejores bandas en vivo de Chile. Para “La miseria está aquí”, uno de los enfervorizados fans se subió al escenario y provocó desorden en tan solo una fracción de segundo; el micrófono del guitarrista dejó de funcionar, su guitarra se desconectó, pero en ningún momento paró la música. Asimismo, la batería del “negro” falló al comenzar la intro de “Sin dormir”, pero Pierattini y Da Venecia cubrieron perfectamente con un blues improvisado. “Esta canción también cumple 10 años”, dice Pierattini al micrófono antes de darle al riff de “Tres Puntas”, que suena tan fresca como cuando la escuchamos por primera vez en la Concierto “Rock y guitarras”. Cerrando ese primer set con “Ripio y soledad”, Weichafe estableció la atmósfera de celebración con potencia de sus 10 años como banda.

Por el rigor que impone una grabación en vivo, el show se dividió en tres sets. Si el primero fue marcado por altos momentos eléctricos y de categoría de clásicos de cada show de los guerreros, el segundo trajo las guitarras acústicas, el cajón peruano y sección de cuerdas, con un contrabajo y un violín que agregaron elegancia a canciones tan bellas como “Dios es solo para algunos” y “Las cosas simples”. Como cual Sabina con sombrero, Pierattini proyectaba el bar hacia el galpón y de la guitarra acústica se cambió al teclado para “No estoy muerto” y la vélelas folclorica de un crudo relato en “El paño de Luis”. La elegancia del set acústico se completó con una de las del cuarto disco, “Años de asalto”. Nuevo break y a prepararse para el asalto final…

El tercer round retomó la potencia de la partida con una demoledora “Tierra oscura del sol”, una impecable “Cuesta respirar” y una jugada “Harto de todo”, con bases incluidas, y una emotiva “Suerte” que, sin ser tan tocada en los shows en vivo, se ha vuelto un tema muy querido por los fanáticos: tan solo comenzó a asomarse por los oídos de los presentes, el coro fue grande. “¿Quieren pedir una?”, preguntó Pierattini al público y comenzó a tocar la luminosa “Respiro la luz del sol”, ya en la recta final. “No es malo”, uno de los himnos que cerró hartas tocatas del pasado, sonó con gloria esa noche, y pegada con la vertiginosa “Festín de muecas”, siempre a cargo de la voz cavernosa del bajista Da Venezia.

El cierre del set lo puso “Hazme dormir”, con la fuerza de un huracán que pasaba por todo el galpón. No pasaron 2 minutos para que Weichafe volviera a ecena y diera un broche de oro a una emotiva noche con un homenaje a Poncho vergara en “El Rock del Poncho”, que también es el Weichafe rocanrol. El mismo que su fiel audiencia disfruta en cada show y el mismo que de seguro estará inmortalizado en el disco en vivo y el DVD. Como para revivirlo una y otra vez.

(Foto de fotolog.com/weichafeoficial)

miércoles, agosto 01, 2007

Rejuvenecido, simpsonizado y con la Epipohne Casino en las manos!


Después de una semana durísima (los detalles me los guardo para mi vida privada :P), esta semana la he sentido medio de vacaciones, a pesar de que volvimos a clases este lunes. Pero weno, ese soy yo nomás, que anduvo (casi) desaparecido del mapa durante toda la semana anterior, purgando sus penas en el infierno. Y salí sano y salvo al oro lado.

Por eso, me vino como anillo al dedo el terminar una semana estresante, intensa y colapsante de mano de unos viejos conocidos, pero en pantalla grande. En una cuasi salida familiar, el viernes en la noche fuimos a ver The Simpsons Movie (Los Simpson, La Película – obviamente :p) y las carcajadas llegaron solas, como las miradas de lo hombres ante el paso de una bella chica. Algo que dábamos por sentado mientras lo veíamos domingo a domingo, pero que toma un nuevo sentido cuando lo sacas del contexto cotidiano y lo pones en un nuevo ambiente. Está bien. Ha habido capítulos memorables que están por encima de la historia que ofrece la película, peor eso da lo mismo. Porque, siendo sinceros, ¿realmente esperábamos una obra de arte con la película de Los Simpons? Yo, al menos, quería reírme. Y mucho. Tomarla como si tuviese 9 años de nuevo, cuando los vi por primera vez en la tele. Ni cuando empecé a verlos regularmente en el cable, casi cuando recién lo instalaron en casa hace más de 13 años. Eso da lo mismo: a la película de Los Simpsons se le abraza igual porque nos conecta con el mundo de la manera más encantadora posible: riéndonos de nosotros mismos y mirando siempre adelante.

Hace muy poco pillé una página muy útil si rayas con el mundo de amarillo de Los Simpsons, http://www.simpsonizeme.com . El Simpsonizeme.com te da la opción de volverte Simpson si encargárselo a nadie. Y funciona de una manera muy sencilla: la página te pide una foto tamaña carnet (de resolución mínima de 640 por no se cuanto de largo y ancho), la subes y el sistema te manda a un menú en el que te pegunta el género, la edad, qué color de piel querrías tener en el dibujo, el largo del cabello y la barba. Después de esperar un rato (varía dependiendo del colapso del sistema), te a un dibujo preliminar y vas completando con las opciones que te da.

La única foto carnet que tengo digitalizada es una de comienzos del 2001. No tenía ni 20 años!! Así que indudablemente el sistema me encontró más joven de lo que realmente soy. Y no hice ningún esfuerzo por avejentarme, al contrario. Sin barba, con el cabello un poco más largo y sonriendo, creo que el dibujo que ese sistema simpsonizante procesó sacó una wena imagen de mi persona… al menos, una que me representara. Sé que la Mari piensa lo contrario, o que pueda parecer que tengo rastas, qué se yo. Pero quedé contento. Al fin y al cabo, de eso se trata el caricaturizar, ¿cierto? Pero con el mundo de Los Simpsons es distinto. Creo firmemente que el mundo Simpson inmortaliza.

Recuerdo que hace más de un año escribí sobre mi freakeada con la guitarra Epiphone Casino. Ahora estoy en las condiciones de decirles que… al fin el momento llegó!! Soy dueño de una preciosa Epiphone Casino color madera natural, tal cual como la que usó el gran John Lennon en las sesiones del Álbum Blanco y del Get Back de The Beatles y en sus primeros discos como solista. En realidad, el modelo que vende la Epiphone “recrea” lo que hizo Lennon con la suya, que originalmente venía en color “sunburst” (el café en degradado). Siguiendo el consejo de que la guitarra respiraba mejor sin pintura, el crédulo John mandó a sacarle la pintura a la suya. Y la dejó natural, desnuda si se quiere. ¿Se habrá notado el impacto en el sonido? Que lo digan los expertos.

Con la ayuda de mis amigos, logré llegar a la meta de la Epiphone Casino propia. Ahí es donde los muckeiros siempre estuvieron a mi lado. Mi esfuerzo trabajando de archivaldo junto con la ayuda de mis amigos me llevaron directo al camino de la guitarra más grande que Dios. Y puta que es grande la Casino!!! La Casino me confirma que las guitarras son como las bellas mujeres: delicadas, preciosas, cristalinas, celestiales, armoniosas y perfectas.

La primera canción que toqué con mi nueva guitarra...


Pero debo responder a la ciega confianza que mis compañeros pusieron en esta empresa, por lo que el próximo miércoles 8, en unos siete días más, los auténticos Fother Muckers haremos un show que nombramos “Concierto para Héctor”. Literalmente, es para mí. Para terminar como corresponde con el largo viaje de una Epiphone Casino en mis manos, este show cerrará el ciclo de la búsqueda de la guitarra, tanto emocional como financieramente. Y necesitamos la ayuda de todos ustedes.

La gran cita del próximo miércoles 8 de agosto será en el Pub la Barcaza, ubicado en Santa Isabel 350 (casi al lado del ya mítico “Bar de René”, si no me equivoco :p), el show comenzará temprano tipo 10 y media de la noche y la entrada estará a 2 mil pesos. Estamos preparando un gran espectáculo en vivo, con invitados y todo. Así que atentos. Recuerden que los shows de Fother Muckers nunca son iguales.

Nos vemos.