martes, marzo 31, 2009

Sobre un marzo de conciertos y guitarra en mano.


¡Que marzo más intenso este pue! Y no lo dio porque en general el mes de marzo sea fome y aletargado. Para nada. Es sólo que este tuvo mucho más movimiento que lo que me esperaba. O quizás no.

Actualizar este humilde sitio ya se hace cada vez más espaciado en el tiempo. No se cuantas veces lo he dicho, y quizás no me canse nunca de decirlo: hay mucho que hacer como para mantener esta bitácora activa todos los días como lo hacía antes.

¿Qué hago ahora? Pensar en el guión de Planeta Rock de mañana martes. Y en la pauta de Pirincho de mañana también. Y un montón de cosas de la pega. Ah, y también en tocar un rato algo en mi querida y resucitada-vuelta-a-la-vida-como-siempre-debió-ser guitarra de 12 cuerdas gracias a que al fin me la pude colgar con una correa. En fin, tanto en la cabeza que me sorprende no volverme loco.

O quizás no.

Desde que estoy trabajando, me vi en la obligación de ordenar mis tiempos y ser productivo. No quedaba otra. Ya no me podía dar el lujo de perder tiempo porque, sencillamente, este se reducía a lo mínimo. Nada de andar deambulando ni pensando en weás, porque había que producir. Y eso lo llevé a todos los aspectos de mi vida.

Una bella canción hecha por Mondo Cane...


Y uno de esos fue el de tocar la guitarra y el trabajo con Fother Muckers. No sé si por mis ganas o mi esfuerzo, pude aplicarme mucho en mis labores con el esfuerzo necesario y me apliqué nomás. Dejé de saltar tanto, dejé de hacer el loco cada vez más y me puse a tocar. Y me gusto ver el resultado. Wow! Esos arreglos, cuando salen bien pensados, lucen un montón.

Miro para atrás y observo mi evolución como guitarrista y en estos últimos 8 meses noto las diferencias. Es un agrado que ahora tomo la guitarra para buscarle sentido al hacer acordes, a construir secuencias, a tratar de hacerla hablar y tengo mis momentos en que creo lograrlo. Necesito urgentemente una grabadora para ir registrando esos procesos. Por ahora, abuso de mi extraña mente para acordarme de todas esas secuencias que me están saliendo por estos días.

Wow! Alguien haciendo un cover del tercer single de Justo y Necesario...


Días de calor, días de bicicleta por Providencia, días de muchos, muchos conciertos. Weno, no tantos, pero muchos juntos para apenas un par de semanas. Tanta pega por Maiden que hicimos todos… y yo caigo en cama con gripe!! Me perdí el día D, pero al menos lo escuché por la radio delirando en fiebre y sintiendo una satisfacción tremenda. Días de también recuperándome de esa fiebre muy bien atendido, cuidado como nunca en la vida 

Los auténticos Fother Muckers en Sin Dios Ni Late...


Días de conciertos, digo de nuevo. Días de salir en la tele con Fother Muckers en alineación dorada haciendo La Culebra y mandándose una presentación de antología, pasándolo bien como en esos tiempos. Y un gran show de Mike Patton, un genio que me recuerda a un banmeito. Y un Chris Cornell que me supera en ser un trans del rock (no se les ocurra pasarle una guitarra en un carrete). Y un show de Radiohead vivido a concho y visto desde una posición privilegiada tras un rato de colapso, un lindo broche para una jornada intensa. Y un show de Sonic Youth que me hizo ver de una que el caos tiene lógica, nada es al azar. Y ahora se viene Kiss, la banda favorita para cualquiera que tenga promedio 10 años de edad, pero que hacen un show entretenido de ver. ¿A quién no le agradan los fuegos artificiales? No vendan la pomá, igual lo disfrutarían, jejejjeej.

Y la guitarra siempre conmigo. Y un It Ain’t Me Babe que ya nos sale muy pero muy bien . Una canción del troesma Dylan que funciona mejor cuando se canta de a dos. Hay que mostrarla en público, Emmylou.

Escuche la canción nueva del troesma Dylan...


Se podría pensar que dejé la guitarra de lado. Que me sumergí en una dinámica que excluye el pasar momentos inspirados tocando. Que me vendí al sistema. Que me uní a la máquina. Los que piensen así están muy equivocados. Sigo disfrutando de las mismas cosas en la vida, y ahora en vías de la realización personal. Con una chica que me quiere y yo a ella, que me acompaña en todas y que ha visto mi crecimiento. Con una familia que, a pesar de lo mucho que haya pasado, igual están ahí. Con un equipo de trabajo que es como si fuese una familia, por el tiempo que le dedicamos. Todas esas cosas están haciendo mi vida plena.

Y seguiré compartiendo en los textos que vengan.