domingo, junio 18, 2006

When I´m 64 - Paul McCartney cumple 64 años.


Qué curiosa situación se da hoy. No sólo que es el Día del Padre, cuando las agencias de publicidad nos recuerdan que tenemos un padre y que hay que honrarlo, saludarlo, abrazarlo y quererlo (en verdad, eso debiera de hacerse cada día, ¿cierto? :p), sino que un tipo que alguna vez le escribió una canción a su padre llamada When I´m 64 cumple, justo hoy, 64 años.

Ya sé que muchos de ustedes no pueden ver al tipo de la foto ni en pintura. Que es un mamón. Que es un falso. Que no hace rocanrol. Que es un siútico. Que es un cargante. Que estaba por debajo del nivel de Lennon. Que está muerto. Que se le da demasiada importancia. Todos esos juicios (ya no son prejuicios, pues quienes dicen eso lo creen firmemente y son capaces de elaborar sendas teorías y argumentos para defneder esos juicios.

Por ahora, olvidemos esa mala vibra ya cliché hacia McCartney. Hoy es su cumpleaños número 64 y sigue entre nosotros. Grabando discos (recuerden esa joya que, al menos para mí, ya es un obra maestra llamada Chaos And Creation In The Backyard), saliendo de gira (ha recorrido el mundo tocando en vivo; acá tuvimos la ocasión de verlo el 16 de diciembre de 1993, cerrando la New World Tour), participando de movimientos (es miembro activo de PETA, colaboró en el Live 8 y siempre anda difundiendo los valores de la ecología por el mundo) y, como si fuese poco, con un título de Sir a cuestas, desde 1997. Sir Paul le dicen por ahí.


¿Cómo negar que McCartney hace rocanrol? Siempre se la he reprochado su gusto sin vergüenza alguna por las canciones dulzonas, sencillas, preciosas y pegajosas. Sus canciones de amor deben estar, por lejos, entre las mejores jamás escritas. Su sensibilidad es única para responder alo más esencial del alma de los seres humanos. Con Sir Paul no hay posibilidad de no dejarse encantar con sus melodías. Lleva prácticamente toda su vida en esto de escribirlas, grabarlas y presentarlas al público.

¿Por qué ese prejuicio de que John era el arriesgado y Paul el suave? La primera impresión que se recoge podría ser erróneamente esa. Sin embargo, basta revisar canciones del catálogo de The Beatles y podremos darnos cuenta de que perlas rockerazas como Helter Skelter y Back In The USSR son de Paul. Y eso que ni siquiera he mencionado algunos espectaculares solos de guitarra que se despachó por ahí. En cuanto a versatilidad, McCartney siempre ha sido un wen ejemplo de ello. ¿Yesterday? ¿Honey Pie? ¿Oh Darling? McCartnianas a más no poder.


McCartney siempre ha tenido vocación de canción popular. Su oído para lo irremediablemente cercano y familiar es único. Él es de los pocos capaces de crear melodías inolvidables en cuestión de instantes. Y todo con la frescura que da el carecer de formación académica. Él mismo afirma que le resultaría imposible reconocer Yesterday escrita en partitura. Lo de Paul es el oído sin lugar a dudas. Debe ser por eso que sus canciones tienen ese toque de cercanía: hechas pro un tipo normal para gente cotidiana.

El mismo McCartney que vemos en Let It Be y esas sesiones registradas para Get back llevándola todo el tiempo, tratando de levantar los ánimos a punta de rocanrol. Pero, a veces, ni siquiera el viejo y querido rocanrol puede curar relaciones resquebrajadas. Por muy genuinas y puras intensiones que haya tenido, sería imposible echar el tiempo atrás y que todo funcionara como antaño. Ese cierto toque de melancolía que tiene McCartney, su primer álbum en solitario, tiene mucho de esa pena de terminar una etapa y comenzar otra.


McCartney ha luchado toda su vida por seguir inquieto a nivel creativo. Desde la plataforma del compositor de melodías inolvidables, Paul necesita estar constantemente componiendo e inspirándose para seguir creando, aunque los intentos no le funcionen y su ego le pase algunas malas jugadas. Sin embargo, McCartney es lo suficientemente humilde como para no dejarse cegar por ese monstruo de lo popular en que se ha convertido su imagen pública. Paul sabe que, en el fondo, sigue siendo ese cabro de Liverpool que se asombraba de cada cosa que veía. Que asimilaba estilos, acentos, afinaciones, fraseos, guiños y entorno. ¿Acaso The Beatles, en parte, no es el resultado cultural de todo un entorno? En eso hay mucho de la esencia de McCartney.

Al verlo, da la sensación de estar ante un gigante bonachón con cara siempre sonriente y que es capaz de responder a las preguntas que se le hace con sendos argumentos. De eso han sido testigos quienes han tenido la fortuna de entrevistarlo. Íván Vanelnzuela aprovechó de entrevistarlo tanto para TVN como para la Rock & Pop previo a su venida a Sudamérica. A un recién llegado a MTV Latino Alfredo Lewin le tocó entrevistarlo por esa época también, y ahora se arrepiente no haberle preguntado otras cosas. Pablo Márquez lo entrevistó para el Wikén y, hasta el día de hoy, usa la entrevista en sus clases de Narración Escrita en Periodismo de la UC.

¿Un recomendado de McCartney? En este minuto, el reciente Chaos And Creation In The Backyard, como para reencontrarse con ese McCartney que es capaz de reinventar el oficio del cantor popular una y otra vez.

Paul McCartney - Jenny Wren

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Feliz cumpleaños, Paul!


P.D.: Nada que ver con el cumpleaños de McCartney... inaugurando esto de linkear videos y otras cosillas, acá va algo divertido para que vean del último capítulo de la 31 temporada de SNL, con Kevin Spacey de anfitrión y una divertidísima parodia ¿a quien? veanlo ustedes mismos:

3 comentarios:

Nata dijo...

Siempre vuelve Paul...a veces se va, con sus voladas, tiene el derecho ganado para hacer lo que se le ocurra, y se nos va...pero vuelve gigante! finalmente uno queda con el poder de elegir qué Paul quiere amar.
La simpleza y lo melódico es lo que caracterizan a Paul, algunos dicen que en la simpleza está la belleza...pues con Paul se aplica.
No me gusta hacer competir a Lennon y a McCartney, es imposible, si en la combinación estuvo la potencialidad. Tras la separación apareció la magia propia.
Y está bien que la gente tenga una opinión de Paul! pero no deben olvidar que Lennon también pasó por una época que pudo denominarse "comercial", "mamona"...y qué! Los juicios quedaron hechos desde el fin de la época beatle, y por más que los traten de derribar siempre las opiniones mayoritarias se guiarán por esos pre-juicios.
Lo que rescato de Paul es esa inquietud que tiene por seguir vigente, atendiendo a los gustos actuales y por no quedarse pegado a una fórmula exitosa. Pero a la vez, hay algo en él que me dice que acepta a duras penas el paso del tiempo. A veces incluso se le pasa la mano con su idea de ir al ritmo de la época.
Hoy día, en su cumpleaños, se me viene a la cabeza la imagen del clip de "I'm the Walrus" de la película Magical Mystery Tour, cuando se lo veía concentrado tocando el bajo y cantando cada nota, deleitando la melodía, mientras John al fondo y sentado al piano cantaba mirando a la cámara.
En Paul hay menos paja a su alrededor. Está la música y el talento a la vista, de forma directa, potente.
Es más músico y menos mito.
Fuera de eso, igual prefiero a Lennon solista, pero ahora me callo y guardo esa opinión porque es su cumpleaños. Y como beatle lover que soy, Paul me encanta igual y lo considero un gigante. Un honor que siga entre nosotros.

Cariños Héctor.

Nata Ramos

C. dijo...

Paul no puede negarse.
No es mi favorito, pero no cabe mucha opinión cuando hay que hablar de personajes como él.

Un saludo Héctor.

andréz canario dijo...

Pensé que iba a escuchar Michelle, pero no me quejo