martes, febrero 06, 2007

Sobre la violencia, Tarantino y Scorsese.


Mi querida madre me enseñó de muy niño que, cada vez que quería saber qué significaba algo, que recurriera al diccionario. Y eso hacía: pescaba el diccionario que aún está en la biblioteca del livng y buscaba la palabra que quería saber. ¿Qué tal si hacemos lo mismo ahora, con “violencia”? Busquemos en el diccionario. Y de seguro encontramos lo que queremos saber. Al menos, damos un primer paso para salir del túnel oscuro de la ignorancia, ¿cierto?

Así que acá va: Violencia (según la Real Academia Española, más conocida como la RAE): 1) Cualidad de violento; 2) Acción y efecto de violentarse; 3) Acción violenta o contra el natural modo de proceder.

Como ven, la violencia es acción y no un mero acompañamiento de frases. La violencia es una postura, un concepto y un valor. La violencia es la que, para bien o para mal, ha forjado a la humanidad y al mundo de occidente. Guerras, asesinatos, disputas, conflictos y hasta meros insultos son sus canales de distribución. Por ello, no es extraño que la violencia sea un tema central en el arte visual, particularmente en el cine. Es en la sala de cine, con una proyección de pantalla gigante, en la que la violencia queda mejor retratada. Sin embargo, y como toda acción humana, la violencia nunca tendrá una sola mirada y ni siquiera un juicio completamente hecho.

Estos dos señores que ven graciosamente caricaturizados, como mirándose el uno al otro, saben retratar la violencia mejor que nadie. A la izquierda, pueden ver a Quentin Tarantino. A la derecha, al gran Martin Scorsese. Dos miradas distintas y, por cierto, dos perspectivas sublimes para exponer y relatar historias de violencia. Historias sórdidas, pero extrañamente cercanas. En fin, historias que nos interesa más que la cresta seguir.

A los dos les compramos casi todo lo que nos dicen y muestran en pantalla. A los dos los hemos seguido exhaustivamente con los años y a ambos los tenemos en un pedestal al cual ni siquiera se pueden acercar muchos. Rehecho, ambos están en un ránking que publicó el The Guardian de Inglaterra con los mejores 40 directores de la historia. Sin embargo, ambos tienen estilos particulares a la hora de aproximarse al TEMA que es la violencia.

Partamos por el más joven (no por eso el menos sabio ni el más “polluelo” a la hora de relatar historias :p). Quentin Tarantino, un freak que se fue formando en los cuasi inicios de la era de la sobreinformación a domicilio, tiene absolutamente claro que se va al cine para ver mundos distintos al que uno vive a diario, enfrentarse a situaciones a las que uno jamás se enfrentaría en al vida real y esperar que sucedan cosas completamente inverosímiles. Tarantino es capaz de utilizar las toneladas de información que acumuló en su memoria tras ver videos días completos y crear un mundo particular, completamente nuevo, en el que da cuenta de más íconos pop que museo de salón de la fama de rocanrol. Tarantino es hijo de la tele y de las noches de videos. Probablemente, es uno de los nerds más exitosos del mundo y de la era de “la venganza de los nerds”.

Una "fuckin' short version" de Pulp Fiction...


El wen Tarantino, además, es fanático de los homenajes en vida. Rescata símbolos y los vuelve a poner en el tapete. Todo esto, bajo un prisma único de violencia desde una mirada estética. En el cine “mainstream”, ¿hay algo más bizarro y gore que la violencia de Tarantino en sus películas? Litros y litros de sangre derramada, ejecuciones de antología y fetichismo (píllelo por ahí, busquilla acérrimo :p) para mostrar el lado visual de la violencia en su máximo esplendor. ¿Belleza en la violencia? Sólo Tarantino tienen la respuesta.

Un clásico: Michael "soy cool" Madsen bailando y pracicando la violencia al ritmo de Stuck In The Middle With You, de los Stealers Wheel...


En cambio, Martin Scorsese tiene otra mirada para tratar la violencia. Criado en un barrio de vicios como Little Italy en su Nueva York natal (en verdad, ¿qué barrio no tiene vicios?), vio mucho en su infancia y adolescencia. Mucha violencia, muchos vicios y muchas costumbres que son “normales” para cualquiera que se críe en esos barrios. La violencia, para Scorsese, no tiene nada de irreal ni fantástico, sino que es parte de la realidad. Esa realidad que le tocó ver toda su vida y la cual lo ha formado. Además, pudo crecer y formarse en un ambiente en el que, por decirlo de alguna manera, los atormentados y los perdedores podían plasmar su frustración en la forma de arte.

Uno de los primeros pasos de Scorsese tras la cámara: su primer corto The Big Shave, de 1967...


Sus barrios retratados en Mean Streets, la catarsis sicológica como consecuencia del hastío de la putrefacción urbana en Taxi Driver, toda una vida bajo códigos distintos al sistema en Goodfellas y el origen de sus queridas calles de Nueva York en Gangs Of New York, son algunos ejemplos en los que Scorsese ha puesto a la violencia en tela de juicio no como algo lejano, sino como algo que está en cada uno de nosotros. Todos podemos llegar a ser así de brutales y descarnados. Todos estamos a tan solo un paso de perder la cordura como Travis Bickle. En lo que Scrosese nos muestra, la violencia pasa necesariamente por un prisma moral. Porque el dilema que se presenta en nuestras vidas es precisamente el que mueve nuestros cimientos morales. Nada de fantasía ni ficción, sino que la dura realidad nomás.

El mismísimo Travis Bickle frente al espejo...


Mientras Tarantino nos muestra lo lúdico e irreal en que puede tornarse la violencia, Scorsese nos va recordando cuanto de violentos tenemos todos. Ambos usan medios muy distintos para contarlo y lo filtran desde sus particulares miradas. Y ambos son maestros a la hora de contar esas historias que quieren mostrar.

Si se fijan en la caricatura que subí, uno de ellos sonríe. ¿Se sabrá vencedor de la no declarada “pugna de retratadores de violencia en el cine”?

Ustedes, ¿a quien prefieren? ¿A Tarantino o Scorsese? Como dicen por ahí, “moje el teclado” y opine. ¿Quién se lleva la corona no declarada de “retratador de la violencia”?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Jaja... tengo la imagen de ti como director de orquesta ahora...

andréz canario dijo...

¡chasumadre!
que bueno ese corto de es-corsé
una maravilla esto del simulcast

andréz canario dijo...

iba a pasar a tu flog, y estaba buscando el link; me di cuenta que conservas el link al demo 1 de F.M. los primeros días serán los mejores. En realidad no sé que te iba a decir al respecto, gracias supongo.

un abrazo hec!

Anónimo dijo...

sam Peckinpah

Nicolás M. Orellana dijo...

Martin Scorsese es un maldito amo, encima siempre tiene un concepto ético respecto de la violencia a diferencia del fetichista y bizarro de Tarantino, no por nada es el enfant terrible de Hollywood lo cual es un titulo de honor. En cuanto a Marty, soy un fanático de sus peliculas, principalmente los dramas criminales como Goodfellas y Casino. El Oscar llego algo tarde por Los Infiltrados, pero llegó al fin y al cabo. Grandes directores, pero Scorsese es el puto amo de todas maneras a mi parecer.