jueves, febrero 22, 2007

Las series de TV ahora se ven en DVDs y por la internerd.


Uno de los pocos rituales rutinarios que mantengo es el de ver 24 en el Fox. La he seguido desde que dieron el primer capitulo, allá por marzo de 2002, en el cable. Cinco años han pasado! Mucho agua ha corrido bajo el puente, pero mi costumbre de encerrarme en mi pieza, apagar la luz, poner el equipo de sonido, previamente conectado al videograbador stereo, a un volumen considerable y sintonizando el canal correspondiente del Fox (ha sido 27 antes y 44 ahora en el cable) en el video para ir garbando mientras veo el estreno se ha mantenido en las cinco temporadas completas que lleva la serie. Sin embargo, esa costumbre está peligrando seriamente gracias a la tecnología.

Esto de la “internerd” me ha permitido últimamente a fomentar mi vicio por las series. Gracias al milagro de la tele digital de alta definición (onda “widescreen, el formato de dieciséis novenos, 16/9 o 16:9, el “anamórfico” o como quieran llamarlo), ahora la tele se ve mejor. Muchísimo mejor que cualquier grabación de cinta de Ve Hache Ese. Con el “tema” del tracking dejando de ser “tema”, la calidad es algo que ya viene de base en estas cosas. Ya no se habla de líneas del gasto de cintas carreteadas, sino que de los píxeles mas o píxeles menos de la compresión del formato avi y de los archivos vob. Tan pajeramente técnico todo, ¿cierto? Jejejejje.

Viendo para atrás, creo que fue Lost la que fomentó esto de seguir las series en formato digital y no semanalmente por la tevé. Weno, acá fue todo un fenómeno gracias a la emisión con doblaje en español de Canal 13. Les sube el rating con un programa envasado ultra bien marketeado (¿recuerdan las micros y los afiches gigantes del Metro anunciando la epopeya de los náufragos sobrevivientes del vuelo Oceanic 815? :p) y aprovechan de ganar unos puntos por publicidad. Pero la gente queda sedienta por más.

¿Qué se hacía para ver una serie de estreno? Simple: se esperaba al estreno en el cable en los canales especializados. Fox, Sony Entertainment Televisión, Warner Channel, Universal y Axn siempre nos han mostrado las primicias que disfrutamos en idioma original y a tan solo meses de su premiere en gringolandia. Sin embargo, esos pocos meses se hacen una eternidad si los comparamos con las tan solo horas (:o) en la que podemos bajar un programa recién emitido por la tele de USA.

Ya les he comentado mi costumbre de ver algunas series. Les he dedicado cinco mil caracteres a cada una de ellas. Que 24, que Lost, que Prison Break, que Nip Tuck, que etc. Todos ellos son programas que lidian con distintos aspectos de la dramaturgia, la tensión, el suspenso, el siempre agradecido factor sorpresa y los distintos hilos dramáticos nos mantienen pegados ala pantalla chica. Pero no por cualquier cosa: actualmente, estas producciones están hechas a un nivel más pro que la cresta! A estándares de cine prácticamente, filmadas en 35 mm y con sendos presupuestos. Los estudios y canales grandes se juegan mucha inversión en tan solo unos pocos episodios.

Ya no son casos aislados ni capítulos unitarios que puedes agarrar cualquiera y da lo mismo. No señor. Ahora las series, para captar el mensaje completo, tienes que seguirlas desde el piloto, el capítulo uno. Y no son cualquier tipo de historias. ¿Qué saca alguien con seguir Lost en la tercera temporada? ¿Cómo se comprendería la psiquis de Jack Bauer sin haber visto la primera temporada de 24? En las series de hoy, se va construyendo ladrillo a ladrillo el complejo edificio del desarrollo de personajes y tramas.

Al parecer, todo indica que la gente a nivel mundial está prefiriendo la wena ficción a los realities que saturaron hasta decir basta. Nunca vi Huaiquimán y Tolosa, pero sé que pegó muy fuerte el año pasado (portada Rolling stone Chile y todo lo demás). El fenómeno de Casado Con Hijos, por más que sepamos que es Married With Children adaptado a la chilena, quedó tan bien hecho que generó toda una locura que raya en lo absurdo y en lo asfixiante.. Se vienen más producciones dramáticas y adaptaciones acá, como para aprovechar el ímpetu.

Personalmente, concuerdo con lo que dice Stephen King, el notable autor de no pocos “best sellers” adaptados al cine. Ahora King las hace de columnista de tele para el Entertainment Weekly, una de las publicaciones más prestigiosas del espectáculo gringo. Desde su columna, King afirma que las series deben darnos una sensación de estar llegando a alguna parte, es decir, deben darnos ciertas certezas. En 24, el solo hecho de que sabemos que el día tiene 24 horas y que hay un final que se acerca da el colchón de certeza suficiente para que Bauer pueda salvar al mundo cuantas veces deba sin que lo encontremos falso o improbable de ocurrir bajo las coordenadas de la realidad “de a de veras”. Cuando las cosas se tornan demasiado inverosímiles y las certezas llegan a un nivel inexistente (todo dentro de las coordenadas del mundo que nos presentan, claro está), los relatos se tornan flojos y carentes de los imprescindibles puntos de identificación de la audiencia con lo que se les presenta.

El DVD y las descargas por “internerd” cambian nuestra forma de seguir estos relatos. ¿Ver uno por semana? N tan sólo unos días es posible ponerse al día. ¿Esperar a que lo den en el cable? Mejor dejar bajando el capítulo de anoche (y con subtítulos más encima, uno de los servicios más útiles de la industria del ocio comunitario :p). ¿Nunca viste alguna? Para eso están las cajas de DVD, con 3 o 4 discos como pa ponerse al día de una. Y, las originales, a precios amigables para los que no les gusta esto de grabar.

Con estos saltos tecnológicos, pareciera que estuviésemos viendo películas de duración extra super ultra híper larga más que programas de televisión. Ahora uno se encierra en la pieza, pone el DVD conectado al sistema de sonido, prende la tele y se sumerge en otros mundos que nos recuerdan mucho al nuestro. O, si lo prefiere, aplica “full screen” a la configuración del reproductor de Media de su PC y pone un “no molestar” en la puerta. Cualquiera de esas opciones sirve para las maratones de series cuasi películas.

Vean lo que hace el ocio: 24, en versión sitcom, hecha por alguien que la subió a You Tube...


¿Siguen alguna serie? ¿Cuán cambiadas tienen sus costumbres por ellas? Comenten.

2 comentarios:

B. dijo...

Desearía que todos estos medios hubiesen existido cuando veía dragon ball... Era desesperante tener que esperar hasta el día siguiente a la misma hora para ver el capítulo, y si por algún motivo te lo perdías era una real mierda dado que justo era el capítulo donde pasaba algo interesante (y tus amigos que también veían la serie se encargaban de enrostrártelo).

Valoro demasiado mi tiempo como para dedicarme a ver series como en aquellos tiempos que no me perdía ni un capítulo de ranma 1/2 y dragonball... Cambio de prioridades simplemente! Prefiero no ver series como 24 ni nip tuck pues sé que me voy a enganchar en la trama y volverme un viciado. Así que para no caer en la tentación simplemente me alejo de ella! Muchos saludos, master heckrock... Un abrazo y nos veremos pronto en la U!

noesmasqueblabla dijo...

Yo soy muy floja como para bajar las cosas por internet... y me duelen los ojos con tanto rato pegada al compu.