lunes, mayo 22, 2006

Archivos marzo 2005


Miércoles 29 de marzo de 2005:

Rosalita (Come Out Tonight).

Bruno es un joven que toca en un grupo de Rocanrol. De familia humilde que vive en Maipú, madre dueña de casa y padre obrero. Desde pequeño, su vida ha girado en torno a la música. Su madre le enseñó canciones de Víctor Jara y Violeta Parra. Cuando descubrió a The Beatles, Bruno se entregó por completo al Rocanrol. Algo que nunca le agradó a su esforzado padre, quien veía en el camino que su hijo emprendía un peligro. La tensión no dio para más y el joven se fue de su casa y comenzó a ganarse el sustento trabajando de día y tocando de noche. Sólo con su guitarra y un piano del lugar, lograba conmover al público.

Con el paso del tiempo, el joven Bruno ya tocaba en otros lados. Precisamente, en una presentación en Ñuñoa, vio en el público a una hermosa chica, que destacaba del resto. En sus ojos no tenía la típica mirada de mujer asidua a tocatas. Por el contrario, irradiaba una dulzura e inocencia exquisitas con su presencia. A primera vista, quedaba claro que esta chica estaba en busca de nuevas experiencias. Se llamaba Rosalita.

Ella quedó completamente cautivada por este enigmático cantautor. Después del show, él se acercó a hablarle. La muchacha, tímidamente, le respondía sus preguntas. Con el correr de la velada, siguieron hablando. Bruno se ofreció a dejarla a la puerta de su casa. Y Rosalita se asustó. De familia conservadora, vivía en una hermosa casa en Providencia, en una calle llena de hermosos árboles. No quería que su estricto padre la viese subida en ese viejo Lada, que ya estaba pensando en usarlo de taxi para trabajar en el día. Se estacionó una cuadra antes y dejarla en la puerta de su casa a pie. Se despidieron con un beso al llegar.

El tiempo pasó y Bruno y Rosalita comenzaron a verse con frecuencia. Su relación fue creciendo y se juraron amor enterno. Ambos compartían una marcada sensibilidad hacia el mundo que los rodeaba. Bruno ya tenía como costumbre participar de diversas manifestaciones sociales y políticas liberales. Ya componía canciones con tinte social y activista, sin dejar de lado su pasión por el viejo y querido Rocanrol. La joven Rosalita lo admiraba infinitamente. Bruno ya tenía su propia banda, La 5 de Abril. Junto al “conejo” José, al “rodilla floja” Guille, a la “descuidada” Susy y al “gran hueso” Daniel como soporte en su banda, se las arreglaba para tocar extensos y apasionados números en sus presentaciones. El sueño de Rosalita hecho persona. Un tipo que era capaz de canalizar la pasión y de volcarla sobre un escenario. Sabía que sus vida, de una forma u otra, estarían ligadas para siempre.

Pero siempre encontraban problemas para enfrentar a los padres de ella. Lo que más le preocupaba a Bruno era que no tenía ingreso seguro. Pronto Rosalita cumpliría 21 años y estaban planeando irse a vivir juntos y recorrer el país. Pero aún no llegaba ese contrato discográfico por el que Bruno luchaba cada noche con espectaculares presentaciones, y sólo circulabnan grabaciones dedemostración. Un día, todo el trabajo dio frutos: pudo firmar un contrato discográfico para unos 5 discos, y recibiría un suculento adelanto en efectivo. Todo esto justo después del cumpleaños número 21 de Rosalita. Bruno sabía que el momento había llegado.

Sin embargo, las cosas en casa de Rosalita andaban de mal en peor. Sus padres rechazaban de plano su relación con Bruno. En él veían una amenaza para su querida hija. Todo lo que le habían inculcado se iría a la mierda si se iba con este joven “descarriado”. Una cosa era aceptarle sus, a juicio de ellos, “excéntricos” gustos a su hija; y otra cosa era dejarla partir al “vacío” con un “vago rockero", incapaz de mantenerla. En los últimos días le estaban prohibiendo la salida de la casa para impedir que se juntaran.

Una noche, Bruno se aparece en casa de Rosalita con su guitarra bajo el brazo, decidido a llevársela para siempre. La discusión en casa de ella fue intensa, pero Rosalita se fue de su hogar junto a Bruno. Emprendieron un viaje, pararon en un café perdido de la carretera, en donde curiosamente tocaban guitarra toda la noche. Ambos sabían todo cambiaría. Ya se enfrentaban al desafío de construir una vida nueva.

Bruno dedicó sus esfuerzos a grabar su primer disco junto a la 5 de Abril. Rosalita seguía siempre a su lado. Pero sentía que no todo iba de maravilla. Ahora estaba viviendo en carne propia todas las cosas que siempre vio de lejos. Y comenzó a sentirse cada vez más incómoda.

Sólo a 3 meses de iniciar una nueva vida junto a Bruno, Rosalita decide terminar la relación y volver a vivir con sus padres. L a aventura, para ella, había terminado. Bruno, destrozado, la deja partir. Él ya sabía que los finales felices no existen. Y la convirtió en canción.

(Ilustración de Deb Hoeffner, inspirado en "Rosalita", de Bruce Springsteen).


Domingo 27 de marzo de 2005:

The Kinks.

Corría el año 1965. Lo que podría ser otra gira exitosa para cualquier grupo inglés que visitara EE.UU., para The Kinks, se convertiría en la última visita a los Estados Unidos, por lo menos por 4 años. ¿La razón? Hasta el día de hoy, inexplicable. Acá, entre nosotros, exceso de "mal comportamiento": destrucción de hoteles, guitarras, equipos, amplificación, alambres, cables. Una conducta bien acorde con aquellos primeros singles, You Really Got Me y All Day And All of the Night.

Es curioso que siempre asociemos a esta fundamental y seminal agrupación proveniente de Mushwell Hill, Londres, a ese par de poderosas canciones. Con esos riffs, fundamentales para el Punk y la vuelta del Rocanrol sencillo y contundente en cada crisis de identidad. Con eso, les bastó para inscribirse dentro de la historia del Rock. Pero The Kinks tiene muchísimo más para mostrar.

En Ray Davies (en la foto), vocalista y líder de la banda, encontramos a un inquieto buscador de raíces y orígenes, además de un excelente "showman". Davies posee un toque especial para captar y mostrar escencias. Algo que quedaba claro desde los primeros días de actividad de The Kinks. Junto a su hermano menor, Dave (guitarrista), deleitaron a su familia con números musicales y de espectáculo. El mismo Ray aprendió mucho de su abuela, verdadera "entretenedora" dentro de la familia Davies: cantaba, contaba historias y atraía atención. Ray, desde pequeño, supo que lo suyo sería el estar sobre un escenario.

No es de extrañar esa desenfrenada conducta en sus actuaciones. Como buen obrero de la entretención, Ray hacía todo lo posible para captar la atención del respetable. Y ahí era donde entraban en acción todas las ya memorables "peladas de cable" de The Kinks en el escenario. Y un poderío en lo musical también. Los discos Kinda Kinks, Kinks Size y Kingdome son fieles muestras de ello.

Sin embargo, Ray volcaba sus intereses creativos hacia otras direcciones. Su siempre presente inquietud por sus raíces coincidió con el veto que les hicieron en los Estados Unidos. Y Davies se volcó musicalmente hacia su tierra. Pronto estaría componiendo canciones enraizadas en la tradición del Folk inglés, el Skiffle, el Country y la música de salones inglesa. La primera muestra de esto está en el disco The Kinks Controversy, del mismo año en que se les prohibió tocar al otro lado del Atlántico, 1965. Líricamente, Davies comenzó a desarrollar ácidas visiones sobre la cotidaniedad en Londres, como vemos en Delicated Follower Of Fashion y A Well Respected Man. Con el correr del tiempo, aumentó la mirada melancólica y nostálgica en lo musical y la acidez y humor negro en sus letras.

Uno de los momentos más hermosos de la música inglesa se vio venir con el disco Something Else By the Kinks, y la bellísima balada Waterloo Sunset. Un Ray Davies inspiradísimo es capaz de volcar en letra soñadora y nostálgica lo maravilloso que resulta ser un lugar cotidiano. El rescate definitivo del entorno. Todo este rescate nostálgico de Davies cierra su ciclo en The Village Green Preservation Society.

Al comenzar los 70s, la mirada irónica y ácida de las letras de Ray Davies se agudizan y logran contagiar a la música, creando geniales retratos crudos de la realidad que lo rodea. Así lo vemos en el genial disco Lola vs. The Powerman & the Money-Go-Round, Pt. 1. Y el single que se convertiría une un éxito atípico. Una canción sobre un travesti llamado Lola. Acá Davies expone la escondida fascinación del inglés por lo ambiguo, el vestirse como mujer. Y en The Moneygoround, expresa su descontento con la industria musical y el "showbusiness" que comenzaba a imperar. Con el disco Mushwell Hillbilies, Davies vuelve a la mirada melancólica de sus trabajos anteriores. Y prepara una ópera Rock, Preservation, que no es bien recibida. Con esto, The Kinks comienzan una dispar entrega de material de estudio y, al mismo tiempo, comienzan a crear un culto entre su audiencia gracias a los espectaculares conciertos que otorgan.

Actualmente, la figura de Ray Davies sigue vigente gracias a la notoria influencia en exponentes ingleses como Blur, Oasis y Supergrass. Es posible ver a Ray Davies en acción como solista en sus presentaciones en Inglaterra.

¿Acaso se puede detener a un talentoso e inquieto folclorista? ¡Por supuesto que no! Una muestra de su trascendencia la vemos en el excelente disco tributo, This Is Where I Belong: The Songs Of Ray Davies & The Kinks.


Lunes 21 de marzo de 2005:

The White Stripes.

Cuando pensamos hacia dónde va la micro del Rocanrol, podemos encontrar múltiples respuestas. De seguro, cada uno tendrá la suya. Algunos podrán decir que el futuro del Rocanrol viene de la mano de propuestas vanguardistas, como The Mars Volta y A Perfect Circle. Otros, todavía buscan al "nuevo Nirvana" y a un ídolo como Cobain en el cual verse reflejados.

Para mí, el futuro del Rocanrol ya está aquí entre nosotros hace bastante tiempo. Ya cuentan con 4 discos de estudio y un increible DVD en vivo. Un poderoso grupo formado por 2 integrantes, que son capaces de sonar más fuerte que cualquier supergrupo improvisado de colosos virtuosos. Lo de ellos no va por ese lado. Por el contrario, están aquí para traer de vuelta la simpleza de una buena canción. La sencillez que nunca se debió perder en pos de la intelectualidad malentendida de los eruditos. Con una guitarra y una batería, mas un poderosísimo sistema de amplificación, se puede conquistar al mundo. La mejor banda de los últimos 10 años, The White Stripes.

Si han estado expuestos a su estética, de seguro pensaránm que es un grupo "de juguete", casi infantil. Parecen dos muñequitos de trapo envueltos en ropaje intensamente rojo, un símbolo de aquellas paletas propias de la infancia. Definitivamente, y a primera vista, algo que no tiene segundas lecturas. Pero si tienen la fortuna de escucharlos, podrán descubrir un mundo entero detrás de ellos.

Lo que Jack y Meg White (guitarra y batería, respectivamente) logran volcar en sus grabaciones es la tradición más elemental del Folk, el Blues y el Country. Algo que se viene escuchando desde su primer disco homónimo, con 17 efectivas canciones , lanzado en un contexto poco amigable para las cosas sencillas: la masificación de las corrientes electrónicas y la consolidación de Korn no daban cabida a sonidos de raíz y a letras melancólicas envueltas en un sonido "up tempo", en la mejor tradición de la música popular. Con su primer disco, sólo lograron culto subterráneo.

Es con su tercer disco que el mundo se entera de manera ruidosa y apabullante que se puede seguir haciendo Rocanrol en el garage de cada hogar. White Blood Cells, editado a fines de 2001, viene cargado de potenciales singles y canciones pegadizas. Revolucionan el concepto del videoclip con Fell In Love With A Girl. En este video, supieron plasmar brillantemente el concepto "infantil" de su estética. Con este poderoso single, llega la consabida explosión de su popularidad. Ese movimiento subterráneo ahora se convierte en una oleada de bandas retro. Algunos lo llamaron New Americana, otros Retro Rock. Yo lo llamo, simplemente, Rocanrol.

Con ellos, más el debut de The Strokes, Black Rebel Motorcycle Club, The Hives, The Vines y tantos grupos "The", lo sencillo volvió a ocupar su lugar en las listas, lo que siempre es bueno. Sin embargo, este nuevo movimiento ha estado demasiado marcado por lo estético, y eso tal vez ha jugado en contra de todos estos nóveles grupos, que han sido vistos solamente como una moda más. Ahora bien, ¿de qué movimiento no se ha dicho lo mismo? ¿No se acuerdan de principios de los 90s, cuando las camisas afraneladas y el look desaliñado invadieron las portadas de las revistas de moda? ¿La marca Adidas acaso no recibió gran cantidad de dinero extra gracias a la "rabia" de los chicos Aggro? ¿Y qué me dicen de las ventas de laca en los 80, que se fueron a las nubes gracias al Glam?

Como en toda corriente explosiva, no todos sobreviven. La mayoría de los grupos a duras penas han sacado un segundo disco, y han comenzado a diluirse en cosas extra musicales. Esto no ha pasado con los White. Ellos siguen ahí, al pie del cañón, defendiendo el "rocanrol barato" con nuevas muestras de poderío musical y sensibilidad lírica. Así quedó demostrado en su 4o disco, Elephant. Justo cuando la moda comenzaba su decadencia, ellos demostraron que están acá para quedarse y para meter bulla por mucho tiempo más. Robándose el espectáculo cuando se les invita cualquier evento, colaborando con leyendas vivientes del Country (el proyecto de Jack White con Loretta Lynn, Van Lear Rose), y en cualquier lugar del mundo donde se presenten. Han hecho de Seven Nation Army un nuevo himno de cómo se debe hacer un poderoso Riff y le han dado una nueva sensibilidad a letras femeninas (I Just Don´t Know What To Do With Myself; Jolene, de Dolly Parton) a través de desgarradoras versiones de estos cantos al dolor.

¿Qué opinan ustedes? ¿Podrán los White Stripes traer de vuelta al verdadero Rocanrol? ¿Podrán hacer entender a los fanáticos de la música que en lo simple está lo mejor?


Lunes 14 de marzo de 2005:

Tonight´s The Night.

Bien sabemos que es en los momentos de dolor, melancolía y tristeza en los que se pueden crear cosas asombrosas. La música, el cine, la pintura, la poesía, y todas las diversas formas de expresión nos sirven como catalizadores de nuestros sentimientos más profundos.

Quizás es por esto que tendemos a incorporar a nuestro sistema todas aquellas muestras intensas de dolor, pasión, aislamiento y melancolía. Podemos identificarnos con ellas en algún grado. Sentimos que el artista fue capaz de interpretar todo aquello que nos ha pasado alguna vez. Todos hemos perdido a un ser querido. Todos hemos sufrido por algún amor no correspondido. Todos hemos querido aislarnos de lo negativo que nos ha rodeado en algún momento para renovar nuestra fe y nuestras energías.

Eso es lo que probablemente le ocurrió al cantautor canadiense Neil Young a mediados de los 70s. Símbolo cumbre del trovador solitario y apartado de toda bulla, logró éxito comercial con Harvest, un clásico disco de tonadas enraizadas en el Folk, el Country y el Rock.

Neil Young siempre ha hecho música por gusto, sin importarle los "estilos" ni "tendencias". Luego del éxito comercial de Harvest, dedicó sus esfuerzos al documental autobiográfico Journey Through The Past y sacó el disco en vivo Time Fades Away. Es en este período en que ocurren las sesiones de Tonight´s The Night, del cual pueden ver su portada.

También esa época fue de momentos difíciles para Young. El guitarrista original de Crazy Horse y gran amigo, Danny Whitten, había muerto por sobredosis de heroína la misma noche en que fue apartado de la banda por sus problemas con drogas, en noviembre de 1972. Neil se sintió culpable por no haber sido lo suficientemente fuerte para ayudar a su amigo. Le dedicó The Needle And The Damage Done en Harvest, quizás el más emotivo de los retratos de un junkie, afectado profundamente en ver el creciente deterioro físico y mental de Whitten. Una vela que se apagaba lentamente. "Every junkie is like a setting sun" le dedicaba Young a su amigo Whitten.

También Young perdió a otro amigo por las drogas, el roadie de Crazy Horse y CSNY, Bruce Berry. Ambos decesos sirvieron de inspiración para la apertura y cierre del disco con el tema que le da nombre, Tonight´s The Night.

La melancolía es una constante en todo este maravilloso disco. Young decidió grabar sesiones libres con los músicos de Crazy Horse Billy Talbot, Ralph Molina y Nils Logfren, reemplazando al fallecido Whitten. Irónicamente, se dio una vibra relajada en las grabaciones. Speakin´ Out, Roll Another Number (For The Road) y Albuquerque son claros ejemplos. Probablemente lo más "up tempo" venga de la mano de World On A String. Se incorpora un recuerdo del pasado con una toma en vivo de Come On Baby Let´s Go Downtown, grabada en el Filmore East, en 1971, y con Dany Whitten cantando la voz principal. Otro número que sube los ánimos a este alicaído album. Otro punto aparte es Lookout Joe, grabada con los Stray Gators, los mismos de Harvest. La lírica melancólica es explícita en las hermosas Mellow My Mind, Tired Eyes y Borrowed Tune.

Todo lo que rodeó la realización de este album fue doloroso. Tanto así, que Young decidió guardar las grabaciones y dedicarse a nuevos esfuerzos. Recién volvió sobre las sesiones grabadas a comienzos de 1975, revisando el material con sus amigos. Y decidió lanzarlo por la fuerza de la interpretación del material. Claro que el momento en que revisó las cintas era bastante distinto: ya estaba haciendo nueva música con un renovado Crazy Horse con Poncho Sampedro en la segunda guitarra; se había cambiado de casa, terminó su matrimonio en forma amistosa, y tenía todas las ganas de plasmar esos cambios en lo que estaba haciendo con Crazy Horse.

¿Es posible que la entrega de un músico llegue a niveles insospechados de intensidad, emotividad y pasión? Parece que sí, tras escuchar las dulces, intensas y desgarradas tonadas de Tonight´s The Night.

¿Qué opinan ustedes? ¿Hay algún disco, alguna película, algún escrito que los haya conmovido? ¿Algo en lo cual podamos ver reflejadas incluso nuestras propias aflicciones? ¿Algo que nos haga conectar con quien está volcando su mente y sus emociones sobre un disco, un film o un papel? Ese es el efecto que tiene exponerse a un disco como Tonight´s The Night. ¿Recomendable? ¡Absolutamente!



Martes 8 de marzo de 2005:

Million Dollar Quartet.

¿Han estado en el lugar preciso, en el momento indicado?

Probablemente lo que muestra esta foto no necesariamente represente eso del "right place, right tiem". Es sólo una coincidencia que cuatro de las, en ese entonces, nacientes estrellas de la disquera independiente Sun Records hayan sido captadas por el lente de la cámara. Podemos ver aquí a Elvis Presley (sentado frente al piano), Jerry Lee Lewis (de pie, a la izquierda), Carl Perkins (con guitarra) y Johnny Cash.

La foto fue tomada en aquella histórica sesión en dichos estudios, el 4 de diciembre de 1956. El mejor año de Elvis Presley, cuando firmó para RCA y fue lanzado como estrella juvenil, el "rey del Rock & Roll", alcanzando niveles insospechados para una estrella de la música popular. Carl Perkins había tenido un éxito con el single "Blue Suede Shoes" y luchaba para conseguir otro hit. Jerry Lee Lewis era, en ese momento, un virtual desconocido, pues sólo hace algunas semanas había grabado su primer material. Y Johnny Cash ya comenzaba a sonar en todas partes con su particular visión del Country, teniendo ya un éxito con "I Walk The Line".

La sesión fue básicamente una "Jam Session" entre estos 4 músicos, particularmente Elvis Presley, Jerry Lee Lewis y Carl Perkins. La participación de Johnny Cash no es tan evidente a la primera "escuchada" de este material, pues está cantando en un tono diferente al habitual, complementando la voz de Presley.

Comienzan cantando algunas tonadas Gospel, y después la sesión toma más fuerza y repasan una variedad de estilos musicales con muchas canciones. Acá ya podemos escuchar el puente entre el Rockabilly más puro y lo que conocemos tradicionalmente como Rock And Roll. Sin duda, es Elvis el que predomina en esta sesión, aunque Jerry Lee Lewis logra poderosos momentos frente al piano, y Carl Perkins toma el liderazgo en un tema.

Los temas Gospel que comienza tocando Presley son "Just A Little Walk With Jesus", "Peace In the Valley" y "Down By The Riverside", siendo aopoyadas magistralmente por Jerry Lee Lewis. Después de eso, saltan al Bluegrass, haciendo algunas versiones de temas de Bill Monroe. Luego, Elvis les explica que había una canción guardada por meses para él, "Don´t Forbid me", que terminó siendo un éxito para Pat Boone; canta un trozo de dicho tema. Posteriormente, saltan a tonadas esenciales de Chuck Berry y terminan con la entretenidísima "Brown Eye Handsome Man".

Un momento divertido de la sesión ocurre cuando Presley se imita a sí mismo con "Don´t Be Cruel" y les cuenta lo impresionado que quedó al ver a uno de los integrantes de Ward´s Dominoes, Jackie Wilson, haciendo la canción, imitándolo para ellos. La sesión comienza a decantar y Jerry Lee Lewis toma el protagonismo en los temas finales. Sin embargo, su voz es difícil de percibir, probablemente por estar alejado del micrófono al cantar. Recordemos que esta era una sesión de improvisación, totalmente relajada.

Uno de los mitos que rodea a esta sesión es el hecho de la participación de Cash en ella. Se dice que sólo acompañó al resto como espectador y que por eso está en la foto. El mismo Cash, en su autobiografía, se encarga de aclarar el asunto, afrimando que cantó el acompañamiento para Presley.

Como pueden ver, una sesión improvisada alcanza niveles míticos por el status de sus participantes. Esta grabación no se hizo para ser comercializada en su momento, sólo se registró un agradable momento entre 4 amigos y "colegas". No hay egos inflados ni nada de eso acá. No hay disputas de ningún tipo. Sólo 4 jóvenes metidos en lo mismo: lograr expresarse mediantes nuevas formas. Ninguno de ellos pretendía fundar nada ni ser "leyendas" o "mitos". Solo tocaron y entregaron todo de sí.

Algunos han elevado esta grabación a la categoría de "fundacional", "imprescindible" y "legendario". Es sólo coincidencia. En poco más de una hora de grabación, hicieron un relajado repaso por las raíces de la música moderna, ese híbidro tan extraño, fresco y atemporal a la vez, que llamamos Rocanrol.


Viernes 4 de marzo de 2005:

Un poco sobre Pete y Roger.

Corrían los últimos años de la década de los 50. Un muchacho alto, tímido y de nariz prominente llamado Pete entabla amistad con un pequeño rubio matón, de nombre Roger.

Estos personajes no pueden ser más distintos entre sí. Pete, por sus propios traumas relacionados a su apariencia y a su manera de relacionarse con los demás, era incapaz de acercarse a las mujeres con intenciones amorosas. En cambio, Roger tenía éxito en ese campo, a lo que sumamos que era uno de los más temidos entre sus compañeros por su cariz de delincuente juvenil.

Un día cualquiera Pete, con guitarra al hombro, se dirigía a casa de Roger para tocar. La música era lo único que podían tener en común, y eso los unió. Pete encontró en Roger una voz para decir todas esas cosas que era incapaz de hacer personalmente.

Camino a casa de Roger, en esos primeros días, ve que se acerca en su dirección una hermosa chica, de aquellas a las cuales Pete no se sentía capaz de hablar. La chica le pregunta: "¿Eres amigo de Roger? ¿Vas a su casa?". Pete responde tímidamente: "Sí". "¡Bueno, pues dile a tu amigo que decida entre la guitarra y yo!" dijo la chica, y se marchó furiosa. Pete pensaba para sí mismo "¡Maldito Roger! Si yo estuviese en su lugar no dudaría en escoger a la chica y dejaría la fuckin´ guitarra de lado".

Estos dos adolescentes, junto con el buen amigo de Pete, John, formaron una banda; más tarde, con la incorporación del señor Moon en la batería, darían vida a uno de los exponentes más viscerales en el Rock: The Who.

Pero Roger casi no forma parte de esta historia, pues etuvo a punto de ser expulsado del grupo por su actitud matonezca. Los 3 se pusieron de acuerdo y tuvieron el coraje de echar al otrora hombre más peligroso del colegio. Roger se detuvo a pensar y no podía esconder su profunda admiración por aquel personaje tan frágil y tímido que era Pete. Si no fuesen amigos, habría sido blanco de sus burlas. Pero Roger lo estimaba demasiado. Así que volvió al grupo, con la cabeza gacha y con una actitud renovada.

Probablemente esta benigna admiración de Roger hacia Pete no era recíproca, según declaraciones públicas del mismo Pete. A través de los años hemos podido notar una especie de "envidia" de Pete hacia Roger. Y de seguro se debe a esa pose de chico "cool" que siempre tuvo Roger, y que lo hizo tan famoso entre las chicas del colegio primero, y después entre las fanáticas del grupo. Pete siempre habla con sarcasmo cuando se refiere a Roger.

¿Cómo se ha mantenido una amistad entre dos personas tan distintas por décadas? La respueta es simple: se complementan. Ambos ven en el otro cosas que no pueden ver en sí mismos. Y eso se manifiesta claramente en el escenario. La energía que despliega el grupo es sobrecogedora. Y siempre se ve esa "rabia" de Pete hacia Roger en la especie de competencia escénica que entablan, cada uno tratando de resaltar más que el otro. Uno rompiendo guitarras y el otro llevándose más crédito de lo que, según Pete, merece. Queda ejemplificado en el caso de Tommy, obra cumbre del grupo. En su letra está toda la mente de Pete, y es Roger el que se ha llevado, con el tiempo, el honor de "ser Tommy".

Sin esa relación entre ellos, The Who no sería lo mismo. Es su amistad la que causa la energía que el grupo muestra en vivo. No es necesariamente una sociedad a lo Lennon - McCartney, pues acá la relación está basada en la aceptación del otro y que sólo uno de ellos es el que escribe las letras y el otro admira tanto a su compañero que es capaz de darle la interpretación precisa de lo que quiso decir el compositor.

Aún se les puede ver juntos tocando en vivo, a pesar de los problemas y la ausencia de los otros 2 amigos. Quizás basta con la intensa interacción entre Pete y Roger para que The Who siga vivo.

Si quieren saber de qué hablo, vean la excelente película "The Kids Are Alright".


Miércoles 2 de marzo de 2005:

Johnny & The Moondogs.

Esta foto es de hace muchísimo tiempo atrás.

Corrían los últimos días de 1958 y aquí vemos al trío Johnny & The Moondogs. La foto fue tomada el 20 de diciembre de 1958, en una fiesta por la boda del hermano mayor de uno de ellos.

Johnny & The Moondogs viene originalmente del grupo The Quarrymen, que el joven John Lennon (en la foto, al medio, sin guitarra, de 18 años) había formado en su natal Liverpool. A esa agrupación se sumó un muchacho de buen oido llamado Paul McCartney (en la foto, a la izquierda, el zurdo, de 16 años). A pesar de ser bien distintos en sus personalidades, John y Paul supieron complementarse desde un principio. Ya desde ese tiempo comienzan a escribir intentos de canciones. Cuando uno había partido con un pseudo-verso, el otro seguía con un cuasi-estribillo. Y, por una inexplicable magia, conseguían ocasionalmente terminar una canción. The Quarrymen no perduró, pero la sociedad de Lennon y McCartney seguiría.

En eso estaban cuando Paul le sugiere a John dejar entrar al grupo a un amigo de él, casi un año menor (diferencia notoria en jóvenes menores de edad). El jovensísimo aquel se llamaba George Harrison (en la foto, a la derecha, con apenas 15 años). Bastó que George tocara el popular instrumental Raunchy para ingresar a los aún existentes Quarrymen.

Los chicos hacían muchas versiones de todo lo que escucaban a su alrededor. Desde el Rhythm & Blues de grandes bandas-orquestas, pasando por los nacientes rocanroleros y nuevos compositores como Buddy Holly, pasando por Chuck Berry, Little Richard, Everly Brothers, Jerry Lee Lewis, Ray Charles, Elvis Presley, Bo Diddley, Lonnie Donegan, Carl Perkins, Johnny Cash. Siempre destacó la perfecta combinación de estilos entre el "rudo" Lennon y el "dulce" McCartney, con precisos solos de guitarra de Harrison. Ya ene se tiempo el grupo era como una esponja: absorbían absolutamente todo lo que escuchaban, lo asimilaban y lo incorporaban a su trabajo.

¿Cuántos grupos nacientes hay en el mundo? ¿En cuantas partes del orbe hay un grupo de músicos en ciernes que hacen intentos de tocar y componer?

En esos tiempos no tenían todas esas herramientas tecnológicas que te permiten crear en laboratorio, como en estos días. Estudios con no más de 4 u 8 canales, mesas de sonido básicas y productores que aprendían en el camino.

Lo que sí había en esos días es algo que es evidente mirando los rostros de estos jovencísimos futuros Fab Four: una fe ciega en lo que hacen juntos, ganas infinitas de llegar a la cima, lograr esos sueños de adolescentes. Seguir al instinto y lograr tener cierto éxito, presentarse en un escenario, volcar todo en la entrega. Aunque les digan "nunca podrás vivir de la guitarra".

No es malo intentarlo dando el primer paso...

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