miércoles, diciembre 27, 2006

Truenotierra.



Cuesta ser “objetivo” para hablar y escribir sobre La Renga. Recordemos que la “objetividad” no existe per sé, salvo como actitud que se tome. Concentrarse en el objeto, le dicen. Weno, todas esas mierdas no sirven para hablar de un sentimiento tan enorme como el de La Renga.

Ya he dejado claro en muuuchos caracteres anteriores la pasión que estos oriundos de Mataderos, en Buenos Aires, despiertan en la gente. De los paralelos que hago con Bruce Springsteen (aunque muchos fanáticos me lo nieguen, hay demasiadas semejanzas en espíritu) y de lo que despiertan en nuestros corazones. Por eso, la espera de 3 años se hizo larga en lo que respecta a material nuevo de la banda más emotiva de la Argentina. Por eso es que el Truenotierra (el nuevo disco de La Renga, recién aparecido hace un par de semanas) se disfruta más de lo normal. Un disco doble que consagra su evolución y nos muestra un nuevo paso en el andar de la vida del revelde.

La Renga tiene todos esos clichés que muchos pueden odiar fácilmente: música predecible y plana, letras obvias y llenas de lugares comunes, odiosa actitud de “lso mismos de siempre” (los fanáticos que repletan cad cancha en la que La Renga se presenta). Sin embargo, este Truenotierra muestra que incluso La Renga puede romper su propio molde.


Así es. La Renga, uno de los grupos más “conservadores” del rocanrol (digo “conservadores” en el sentido de lo terco, de no cambiar nunca y mantener una sola línea creativa), ha hecho lo inviable y han roto con su propio esteriotipo. ¿Cómo lo hacen? Entregando un disco doble, en el que encontramos unas 12 nuevas canciones en el Disco 1 y unas 5 zarpadas extensas en el Disco 2. En Truenotierra hay de todo.

El disco 1 (el de las canciones) parte con El Monstruo Que Crece (título para la risa, ¿cierto? :p), con el sonido “marca registrada” de los rengos: batería sólida del gran Tanque, líneas de bajo precisas y abiertas del Tete y los riffs guitarreros que sólo el Chizzo puede hacer, además de la cada vez más carraspeada voz del poeta Napoli. La línea de hard rock de power trío (aun no entran vientos) la sigue la efectiva Almohada De Piedra, con más protagonismo de los hermanos Iglesias en la base rítmica, acá el Tete y el Tanque toman más presencia que nunca.


Después, una de mis favoritas, la que me ha estado dando vueltas en la cabeza todo este tiempo: Ruta 40, destinada a ser un clásico de carretera (quiero manejar con esa canción puesta en la radio!!), y ya empezamos a escuchar los vientos del siempre preciso Chiflo y del gran Manu, quien nos da más de una sorpresa en este nuevo disco. Esa ruta nos lleva directo a La Boca Del lobo, donde los vientos se toman el poder en un solo delirante. Las aguas pasan por la sección más hard rock reposada con Montaña Roja, para llegar a un respiro a medio camino en Palabras Estorbantes. ¿Acaso las palabras estarán estorbando en Truenotierra? Chizzo muestra ahora mayor capacidad para encriptar ciertas cosas en el mensaje, sin dejar de ser directo y visceral.

La calma sigue para que Chizzo nos cuente Cualquier Historia, con un gran solo de guitarra, inspirado como pocos. El viaje se intensifica dentro de la relativa calma con la Mujer Caleidoscopio, la que nos lleva directo a una de las más bellas canciones escritas por Nápoli: Llenado De Llorar; acá, incluso, deja la eléctrica a un lado y toma la acústica, dando un precioso momento y una canción para que cualquiera de nosotros la toque en su tocarra de palo.


Pero La Renga es potencia, es intensidad, es pasión. Y esta llega de golpe en el primer single del disco, Oscuro Diamante, una canción perfecta, con el Chizzo gritando con esperanza, una de las mejores del Truenotierra. Le sigue la gran sorpresa de esta nueva entrega: Entre La Niebla, con voz y autoría de Manu, el gran Manu, ese que toca la harmónica como los dioses, el que está encontrando su propia voz dentro del mundo rengo, entregando la que es, probablemente, la mejor del Truenotierra. El disco 1 cierra con Cuadrado Obviado, con algunos zámpelos lúdicos al comienzo y un ritmo trepidante. Acá todos participan y dejan el espíritu por los cielos. Ya me imagino al tete corriendo con desparpajo en el escenario. Sin duda, será uno de los momentos más altos en vivo. Un cierre de lujo para la primera mitad.

Un video que Los Mismos De Siempre armaron para Oscuro Diamante...



El disco 2 es el de las “zarpadas”, esas jammings llenas de feeling, de las que ya tuvimos una muestra en Pasto Tomado, la escondida del Detonador De Sueños.. Acá, más que describir, se recomienda escuchar y tomar una impresión propia. Nombres como Alucinando Al Unísono, Sustancia Entre Las Plantas, Truenotierra (la que le da nombre a la placa doble), Anaximandro (de 15 minutos de duración!!) y Neuronas Abrazadas hablan por sí solos. Un viaje lisérgico (¿de cuál habrían fumado los cabros de La Renga? jejeeje), en el que dan rienda suelta a las formas.

El disco 2 es el mejor tapabocas para los que creen que La Renga es una banda cuadrada y plana. Acá demuestran que el camino, los años y las pistas han marcado su huella. Desde tocar en las calles de su barrio a llenar estadios, los de La Renga han crecido y lo muestran en este Truenotierra. Consíganlo pronto, que además viene con un diseño de aquellos.

Todos a esperar con ansias el show que darán en mayo de 2007 en el Santiago Arena. Por mientras, a incorporar el Truenotierra a nuestros sentidos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la renga yahooooooooooo lo mejor de argentina, grabé la última kancion del disko k sakaron y la verdad es k está la rajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ahi vamos a estar komprando el disko,
saludos hector!
bye