miércoles, diciembre 20, 2006

Sobre Brian Wilson de juguete, los neo hippies y el EP adelanto.


Mientras hacía mi pega de reportear en algo para el especial del Pet Sounds para mi programa de RadioUC, La Bestia Rock, encontré esta gran foto de… un muñeco de Brian Wilson!! Sí, tal cual. Un muñeco de Brian Wilson, tal y como sale en la portada del legendario disco, el que es probablemente el mejor disco de la música popularsh de todos los tiempos (medio título, ejjejejeje).

¿Qué historia habrá detrás del misterioso juguete? Sólo se sabe lo de la info oficial de la página de Brian Wilson. Estará a 75 dólares y, si el cliente lo quiere autografiado por el maestro, le saldrá 150 billetes gringos. EL muñeco de colección está disponible desde mediados de noviembre, y se suma a la tradición que hemos visto de monos articulados del rocanrol como Ac/Dc (ese Angus en miniatura es notable!), un Flash de los Guns N Posers, los Metallica en pleno, Alice Cooper (era que no… ¿acaso el maestro del terror en el escenario no iba a tener su propio muñeco terrorífico? jajaajja) y, era que no, Kiss, los verdaderos expertos del marketing en esto del rocanrol. Gene Simmons bien lo sabe, bobardeando las tiendas y los bolsillos de sus fans devotos para que compren más Kiss memorabillia.

¿Se acuerdan que los mismísimos Beatles tuvieron sus propios muñecos? En plena Beatlemanía, Brian Epstein los encargó, aparte de una serie de objetos de los cuales, en un comienzo, no tenía mucho control. Es que esa manía daba para muuuchos dólares para los distribuidores. En una época en que aún se cagaban a los músicos y a los dueños y autores de material de propiedad intelectual (no digo que ahora no lo hagan, sólo que antes se sabía mucho menos del auto manejo, y la autogestión aún no tomaba forma, no al menos la que conocemos hoy), las estafas a músicos era bastante común. Partiendo por el hecho de que a prácticamente TODOS los rocanroleros de los comienzos se los cagaron los sellos. ¿Por qué creen que genios fundadores como Check Berry, Little Richard, Carl Perkins (mientras vivió) y el mismo Jerry Lee Lewis (que este año sacó un disco re weno por lo demás) se vieron obligados a tocar hasta bien entrados sus setentas? Porque estaban en la ruina. Imagínense: ser los fundadores de un estilo que ha dado de comer a toda una industria, y no tener prácticamente nada. Es lógico que reclamen su lugar.

Hablando de platas… ¿han cachado a estos neo hippies? Los hijos lejanos de aquellos inocentones (por no decir infantiles) hippies de los 60, que pregonaban la paz y el amor fumándose sus wenos caños y viajando en ácido todos echados en las calles (por ejemplo, en San Francisco)? Estos hijos de lo relajado salieron mejores contadores que los “yuppie scumb” que pulularon por la década de los ochenta (como ese Patrick Bateman, el personaje de American Psycho, que retrató lo más perverso de esa generación) han aprendido las lecciones del pasado. Se aferraron al cinismo de los setenta de ganar los morlacos y guardarlos en el bolsillo, pero con un poco de ironía.

En vez de mostrar su interés por los verdes, aparentan ser relajados, atentos con el prójimo, despreocupados de lo material y viviendo en una supuesta “comunidad”. Pues bien: tienen una mano en la caña y la otra en la billetera. ¡No dan puntá sin hilo! Primero, te muestran su lado amable. Hasta que hay primeros indicios de problemas. Ahí sacan sus garras, se quitan la máscara de hippies relajados y sus ojos se vuelven color billete. No del verde lindo, sino que del verde oxidado. Ese verde que inunda los bancos (en nuestro caso, el azul y el rojo también :p) es el principal motor de sus actividades. Personalmente, me ha tocado relacionarme con ellos. Behare of neo hippies!!
Con todo esto, me acuerdo de Tom Petty, el eterno díscolo, el eterno REVELDE (así, con V, como lo escribió el poeta Nápoli). El mismo Petty que lanzó un bellísimo disco este año, llamado Highway Comapnion, producido por el fan número 1 de los Beatles, Jeff Lynne, y girando nuevamente por gringolandia. Eso es de ahora, pero lo que les voy a contar es de, al menos, unos 4 años atrás: a sugerencia de un verdadero capo iluminado como Elvis Costello, escribió una serie de canciones dando cuenta de lo que le había pasado a la industria de la música, con la cual Petty ha luchado durante toda su carrera para que no lo consuma. Ese maravilloso disco, junto con sus caballeros de los Heartbreakers, se llama The Last DJ y dice muchísimas verdades. Varias que he tratado de tocar en este texto medio desordenado, medio sucio, medio apresurado y medio vomitivo. En fin: es weno probar la formulita de vez en cuando.

No todo puede ser tan malo. Nos fue bien en San Carlos, si tenemos suerte habrá tocata de fin de año con Fother Muckers en algún lado, ya estamos vendiendo el EP de adelanto de nuestro primer disco, a 2 lukas (hablar con cualquiera de nosotros, mande mail a fmuckers@gmail.com, o en las tocatas), pro si lo quiere regalar en navidad. ¿Llegará el muñeco de Brian Wilson por estos lados? Sería un wen regalo pa los obsesionados con el genio. Conozco al menos dos que lo agradecerían de por vida, jejejje.

1 comentario:

Anónimo dijo...

k buen post!!! podrian haber muñekitos de weichafe jaja

veo k enchuló su blog!!!, saludos, kuidese mucho y suerte en todo lo suyo!!!


y felishhhhhhhhhhhhh navidad y 2007!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


vamos vamos adelannnnnnnnnte 2007 jaja



bye!