domingo, julio 02, 2006

Six Feet Under - 2002-2006.


Cómo pasa el tiempo! Recuerdo muy bien que, hace unos 4 años atrás, en medio de segundo año de Ingeniería en la USM de Santiago (ese lugar apartadísimo de la vida urbana tal como la conocemos) me topé en el HBO con una serie que, desde el primer capítulo, parecía entregar algo nuevo. De hecho, esta serie nueva era, en esencia, una especie de némesis de la otra que agarré a comienzos de ese año, 24.

Ahora, cuatro años y cinco temporadas después, mientras el emblema de acción que tiene FOX tiene pretensiones de seguir durando, con serias pero (para los fanáticos que la vemos religiosamente cada Lunes) perdonables licencias espacio-temporal y de realidad, uno d elos programas más ingeniosos, inteligentes, agudos, lúdicos e interesantes que haya parido la mal conocida "caja idiota", en versión de cable, haya entregado a la audiencia. No hay otra forma de definir a Six Feet Under (o, como lo vi por ahí en su título en español, A Dos Metros Bajo Tierra).


La muerte es un tema al cual la mayoría de la gente le tiene miedo. No es fácil lidiar con ella, pues remueve todos nuestros cimientos. El perder a alguien debe ser la peor de todas las experiencias. Y, en estos tiempos modernos que exigen velocidad en todas nuestras conductas, necesitamos la mayor ayuda posible. De esta forma, los que deben estar firmes, dispuestos y listos para ayudar a los que sufren la pérdida de un ser querido son los que prestan servicios funerarios en la que debe ser una de las pegas más extrañas, intensas y bizarras en esta vida: ser parte de una empresa funeraria.


Todo esto fue lo que tuvo en mente Alan Ball, responsable del guión de la obra maestra llamada American Beauty. No es de sorprender que Ball siguiera indagando en esa inquietante mirada a los valores encontrados y contradictorios de la sociedad norteamericana, la que fomenta el "american way of life" y tiene el desorden emocional por dentro. las apariencias, los engaños, los dobleces, la real fragilidad y el miedo a la muerte. El escudo de seguridad es externo, y todas las inseguridades y fragilidades son internas. Ball dio con la idea para Six Feet Under tras la pérdida reciente de su hermana, ubicando la historia en Los Ángeles, la que considera "la capital de la negación de la muerte".


El argumento inicial sería básicamente éste: Nathaniel Fisher (Richard Jenkins), un viejo y experimentado dueño de una funeraria, Fisher & Sons, en Los Angeles. En vísperas de Navidad, muere en un accidente automovilístico, lo que deja descolocada a su disfuncional familia: sus tres hijos: Nate (Peter Krause), quien no quiere llevar la vida de su padre, se ve obligado a volver; David (Michael C. Hall), un homosexual aún en el clóset, quien administra la funeraria; y Claire (Lauren Amborse), su hija menor adolescente, quien busca su identidad; su esposa, Ruth (Francess Conroy), una frágil madre y dueña de casa, quien colapsa tras la pérdida de su esposo de toda la vida. Las vidas de los Fisher cambian completamente tras la pérdida del padre.

Es Nate el que, sin haberlo jamás pretendido, debe asumir roles que nunca imaginó: tratar de mantener unida a su familia y lidiar con su disfuncional familia, con la fragilidad de su madre y sus hermanos, cuando él también es tan frágil como ellos y, al mismo tiempo, estableciendo una relación con Brenda (la genial Rachel Griffits), a quien conoció en el viaje de regreso a casa, y quien tiene un entorno incluso más disfuncional que él. Al mismo tiempo, David comienza a mostrarse tal cual es, tratando de dejar de lado los pudores de la crianza, junto a su pareja, Keith (Matthew St. Patrick), un policía; al tomar las riendas, David va llegando hacia un nivel de estabilidad que nunca imaginó. En su constante aprendizaje, Claire va descubriendo su destino, a pesar de los sentimientos encontrados con su particular entorno familiar; es en él donde va conociéndose y sacando sus condiciones de artista en potencia. (El resto nos e los cuento acá, tiene que verlo ustedes).


Sin duda que el hecho de ser emitida en el cable le dio a Six Feet Under licencias que muchos programas tienen hoy, pero que muy pocos pueden sostener en el tiempo. Six Feet Under pudo sortear con éxito el abordar temas delicados pero cada vez más cercanos. El quiebre familiar, la homosexualidad, el miedo a la muerte, la desesperación y la esperanza. Todo ello visto desde una mirada cercana y lúdica, con unos toques de humor negro que permite que seamos capaces de reírnos de los problemas y los temores.


Six Feet Under nos recuerda que la muerte y el duelo son procesos naturales que no marcan un fin, sino que una continuidad. Es curioso cómo Six Feet Under, a pesar de ser una serie progresista, rescata a la familia como la base de cada uno de nosotros. A pesar de la disfuncionalidad, la familia sigue ahí. Y eso es bastante en estos tiempos.

En estos 4 años, muchas cosas han cambiado: otra carrera, una nueva vida, nuevos bríos y una nueva oportunidad. Hago un break del rescate de archivos por el fin de semestre académico para escribir algunas líneas.

Six Feet Under cerró su ciclo. Hace un rato vimos los dos últimos capítulos con mi mamá, quien también la siguió intermitentemente en estos 4 años. Y están los DVDs con las 5 temporadas para dejarla inmortalizada. Si no la han visto, se las recomiendo completamente. La incorporarán a sus vidas.


Sólo si lo quieren ver: el final de la serie: de lujo, elegante y notable. ¿Qué más se puede pedir?

2 comentarios:

Carlos Carvacho dijo...

mmm...eso de la némesis de 24 me tincó...jajajaja. Obviamente no hice click en el video, espero tb poder conocer mejor la serie. Buena enchulada a tu blog
Saludos

Javiii Herrera dijo...

me acuerdo que nunca me perid un capitulo de la primera temporada de 24 ....lo mismo con six feet under.. peor ahi me digo menos fanática...tanto asi que no sabía que se había muerto.. snif...

ya niño, slaudos, mil gracias por toooodo, mi grupo te lo agradece enormemente

nos vemos