miércoles, noviembre 08, 2006

Artículo de lanzamiento de Harto De Todo en www.toma.cl!!


Esto está subido de hace un rato en Toma.cl: la cobertura del lanzamiento del neuvo disco de Weichafe, Harto De Todo. Weno, es más que una reseña del show. Estuve reporteando una semana completa para dar cuenta de toda la previa. Hubo mucho material para mencionar. Muchos cambiso, algun accidente, expectación y ansiedad, de esa que se siente como cosquilleo en la espalda.

HARTO DE WEICHAFE (El Nuevo viaje de Weichafe)

Por Héctor Muñoz Tapia

La del Sábado 28 de octubre, ya cerrando el mes de octubre, iba a ser una tranquila velada, como las anteriores, en que los Weichafe harían una preventa de su cuarto disco, “Harto de todo”, recién “salido del horno” y prometiendo para los primeros cien en comprar el combo de disco y entrada para el lanzamiento del Viernes 3 de noviembre, un DVD de regalo. Hasta ahí, todo con absoluta normalidad.

La gente fue llegando al ñuñoíno Rock y Guitarras para la cita y acomodándose para el eventual saludo y firma de discos que habían prometido Angelo, Marcelo y el Negro. Todo normal, salvo el detalle que todos pudieron ver cuando se aparecieron los cabros en el local para el saludo: el Negro Hidalgo, caballero de numerosas y gloriosas sesiones en vivo, lucía un tremendo vendaje en su mano izquierda.

“Estaba trabajando en la sala de ensayo cortando algo con un cartonero, y me rebané la punta del pulgar”, cuenta el Negro, sentado en la misma sala donde, el Jueves 26 por la tarde, sufrió tamaño accidente. Tuvo la suerte de tener la posta cerca y que lo atendieran pronto, pero el incidente le obligaba estar en reposo, al menos un mes. “Imagínate cómo estoy, si el próximo Viernes lanzamos disco y toco sí o sí”, agrega, mientras se revisa el no tan “piola” parche que reemplaza a la venda enorme que lucía el Sábado de preventa. El accidente alteró sobremanera la forma de trabajar en los ensayos de los Weichafe. Las sesiones de los días previos ya no son tan intensivas como las de antes del accidente, en donde tuvieron que darle forma como banda en vivo a las canciones nuevas.

Ese Sábado 28, a pesar de los problemas evidentes del buen negro, ofrecieron un set acústico para los presentes. Las bromas solidarias para el batero no tardaron en manifestarse, incluso entre sus compañeros. “¡Tras un esfuerzo de producción, hemos traído al baterista de Def Leppard!”, anuncia Ángelo al micrófono, en alusión directa al modo de tocar de Hidalgo: a una sola mano, con la izquierda lejos de cualquier intento de baqueta. Y se defendió bastante bien dentro de un entorno relajado con la guitarra de palo y el bajo de 4 cuerdas que tocó Marcelo. En el carrete de medianoche, el Negro ya pensaba qué hacer. “Copeteado, con calmantes, no sé cómo, pero estaré tocando este Viernes 3” .

Y, cómo ya pueden ver en las fotos, el negro tocó por dos horas y 40 minutos en un set demoledor, emotivo, honesto y agradecido, una verdadera celebración de 10 años de carrera y 7 años de discos. Una fiesta como las que sólo se dan cada cierto tiempo, el lanzamiento de Harto De todo estuvo cargado de energías nuevas, etapas que se cierran y fases que apenas están comenzando. De partida, el involucramiento total de los Weichafe en todo el proceso de un nuevo disco, desde la misma concepción de canciones, la grabación y mezcla, hasta la gestión.

La gente llegó temprano al Galpón Víctor Jara. Eran las 10 de la noche y en la puerta se agolpó una gran cantidad, con entrada en mano, clamando por un pronto ingreso. Imposible, pues aún se podía escuchar lo que fue la prueba de sonido. Pasadas las 10 con 20, las puertas se abrieron y la gente fue entrando, llenando rápidamente el recinto.

“Ojalá vaya harta gente el Viernes. Tenemos nuestro público que siempre está en todas, pero esto igual es un riesgo, hay mucho trabajo acá”, cuenta Marcelo Da Venezia, el hombre tras las 4 cuerdas del bajo (recordemos que, durante toda la carrera de Weichafe, Da Venezia ha exhibido un virtuosismo en las 6 cuerdas de un bajo). Ahora tiene uno de 4, y afinado en el mismo tono de las guitarras de su “bandmate” y amigo de más de una década Pierattini.

Juntos iniciaron este largo viaje llamado Weichafe, por allá en 1996, hace 10 años. Al poco tiempo, se les sumó Mauricio Hidalgo, un baterista que ellos ya conocían de su círculo de amistades. Desde esa precaria grabación en cassette de las canciones “Tierra oscura del sol” y “3 Puntas”, al lanzamiento del Viernes 3, han construido su historia juntos.

Lo primero que se ve en el extremadamente repleto galpón es el telón del disco rojo, ese que tiene el “WEICHAFE” en fuerte negro, tapando todo el escenario. El lienzo está justo delante de él, y funciona como una especie de muro, tal como el que construía Pink Floyd en la gira de “The wall”. ¿Acaso los Weichafe van a tocar tras el muro? En absoluto; el lienzo rojo, parte del pasado de los guerreros, simbólicamente sería echado abajo para dar paso al presente y al futuro. Tras ese lienzo rojo gigante, había sorpresas visuales y de logística.

Estas recién las sabría el público de golpe tras ver el lúdico documental que registró esas “estresantes” sesiones de grabación en la playa. Los Weichafe decidieron alejarse de todos, aislarse del mundo y de su entorno más inmediato acá en al capital, y mandarse a cambiar a la playa. Se trasladaron con casi todas sus cosas: instrumentos, equipos, maletas y todas las ganas de trabajar con el mayor agrado posible.

El registro visual de todo el relajo, creatividad y trabajo del trío fue seguido exhaustivamente por Daniel Robles, bajista de Silencio. Para Weichafe, ha grabado desde mediados de año; él dirigió el video de “Festín de muecas”, último single del tercer “Pena de ti”. Daniel cuenta que le tocó ver de todo en las sesiones. “Grababa todo el día, y no había horario de ningún tipo. Les pregunté si acaso les iba a molestar tener la cámara encima, y no pusieron ningún problema, todo fue de forma natural”, agrega.

Robles también dirigió el primer video promocional de este “Harto de todo”, para la canción “Me voy a encerrar”, el primer single. De partida, el sonido es directo y preciso: Pierattini y Da Venezia hacen exactamente el mismo riff, dando la ilusión de que hay guitarras a dos voces. El colchón sonoro perfecto para mostrar a este Weichafe “cosecha” 2006: más maduro, más limpio, más visceral y más seguro de sí mismo. El video está protagonizado por Milo Maccioni, un personaje del entorno Pierattini, amigo de la familia. Un soltero de 55 años, quien vive solo, aunque no desconectado del mundo.

“Hasta los 40, el estar sin una mujer al lado es completamente doloroso. Después, la testosterona va bajando y el cuerpo se va acostumbrando”, dice con un relajo que contrasta con la descripción del dolor que puede dar. Por cierto, don Milo es fan de Weichafe.

El concepto de “Harto de todo”, según lo que cuenta Angelo, viene de un personaje que conocieron en el sur, en una de las giras de las Escuelas de Rock. “Un fanático de la banda nos habló de un tipo, Patricio Miranda, quien vive encerrado en su casa, y sus paredes tapizadas con fotos de su vida: con su familia, con sus amigos, con sus mujeres, y en diversos lugares. No sale de su casa ni tiene mucho contacto con el exterior, sino que viaja por las fotos y revive los momentos”, agrega.

Para Miranda, su mundo está en este viaje por su historia. “Por ejemplo, si en una foto sale él con sus amigos tomando y sentados todos alrededor de una mesa, él se sumerge en la foto y revive el momento, trasladándose hacia allá. Las fotos lo ayudan a ese viaje. Puede dejar a sus amigos escuchando música alrededor de la mesa y devolverse a su casa, salirse de la foto”, cuenta Angelo, quien junto a sus compañeros de Weichafe fueron unos de los pocos en conocer a Patricio Miranda en la intimidad de su hogar. “No deja entrar a nadie, y las únicas personas con las que se siente tranquilo son los artistas, le agradan mucho los músicos”, agrega Pierattini.

La canción que completa todo el concepto del encierro como forma de viaje espiritual para poder encontrarte de verdad se complementa en la última canción del disco, “De viaje por las fotos”. Es justo en esa canción donde se menciona al que termina, eventualmente, por inspirar el nombre definitivo del concepto, el “harto de todo”. Se trata de un escritor chileno recientemente revisitado, llamado Juan Emar. Autor de vanguardia, cuyo nombre verdadero es Álvaro Yánez Bianchi, su obra fue incomprendida en su tiempo, los años 20 y 30.

Es recién desde mediados de los 70 cuando se le empieza a revisar nuevamente, dejándolo como uno de los precursores de una nueva forma de escribir. Su pseudónimo encuentra su significado en una expresión en francés, “j' en ai marre”, que significa “estoy harto de todo”. Fonéticamente, es similar a decir “Jean Emar”, el francés de Juan Emar que conocimos acá.

Este mensaje va quedando claro en las 13 canciones que componen el “Harto de todo”, y los fanáticos han comenzado a asimilarlo y a incorporarlo al repertorio de clásicos weichaferos. Tras la exhibición del documental y el estreno del video para “Me voy a encerrar”, por el sistema de sonido comienza a sonar el emblemático “Al patíbulo” de Machuca, el “caballito de batalla” de prácticamente cada actuación de Weichafe.

En medio de la canción, el enorme telón rojo se desprende y vemos un par de notables sorpresas. La primera de ellas es el enorme lienzo que cuelga en el fondo del escenario, donde podemos ver el arte integral del disco, en una reproducción de una pieza con paredes llenas de fotos y don Milo al medio, sonriendo hacia el público. El arte fue concretado por un colaborador de toda la vida, Claudio Aranda. “Las fotos que componen la pieza recorren toda la historia de Weichafe, es posible encontrar cosas de diversas etapas de su trayectoria”, cuenta Claudio, quien fue armando este gigantesco puzzle para exponer el concepto que tenía Angelo. Juntos dieron con el concepto final y Claudio lo diagramó y armó para el disco.

La otra sorpresa es la distribución de los equipos y la batería. Esta ya no está al fondo, sino que en la esquina derecha, pegada al borde de la tarima, y en directo contacto con la primera fila. Angelo al medio y Marcelo en la esquina derecha, muy pegados a ese borde del escenario que los pone en contacto directo con esos fanáticos aguerridos que se agolpan en las primeras filas. Los cabros asumen posiciones y la gente que colma el galpón les da una ovación que conmueve.

Es el inicio de una nueva etapa para Weichafe, y tienen el respaldo incondicional de su público, que responden de inmediato al riff que da partida al show, “Me voy a encerrar”: todos cantando y disfrutando. La pegada no puede ser más perfecta con “La miseria está aquí” y el salto al pasado con “Opción laverna”, en una triada sin descanso y a un Negro tocando la batería con la misma fuerza de siempre y apoyado en lo emocional con un fuerte “olé olé olé oléeee, Negroooo, Negrooooo” del público.

El show sigue con una nueva, “Cuesta respirar” y la emblemática “Tierra oscura del sol”, con el desarrollo más Weichafe que se pueda ver: a las entrañas, con Angelo contra su equipo, Marcelo llevando la voz cavernosa y el Negro pegándole fuerte a los “tarros”, un cuadro que hemos visto muchas veces, pero que siempre parece ser el primero que vemos en nuestras vidas. Otra ovación y los agradecimientos de Pierattini. “Esta va para los amigos que se hacen de noche” como intro para “Sin dormir”, casi hecha en clave “riff” Richards. Otra dedicatoria para otra nueva, la campestre/cautivante “El ejemplo”, y nos damos cuenta de que estos nuevos “hijos” son parte de una misma historia, que se integran perfectamente con sus “hermanos” mayores y que se suman a una misma sensación.

La clásica Tierra Oscura Del Sol, registrada por alguien de la audiencia...


“Y vamo´ a tomar piscola” grita la gente en el guiño a “No llores más”, que da paso a la genial “Sí, me saqué los dientes”, una de esas canciones que tiene todo para convertirse en un clásico del repertorio popular, partiendo por ese slide medio Harrison que cautiva desde el primer segundo, y un cambio de letra muy sutil (“veo en tu cara la estupidez”, cantó Pierattini en un par de veces en el coro). El juego de guitarras de “Pájaros de papel” le da paso a una de las más arriesgadas de las nuevas, “Caña del alma”, que incluyó un elemento, hasta ahora, inédito en los shows de Weichafe: el uso de bases y cosas grabadas.

Como no estaba Silvestre por estos lados para tocar el trombón en directo, se le reprodujo vía grabación. Lejos de incomodar, los nuevos elementos y las bases usadas son un aporte para representar las nuevas canciones de la mejor manera posible. La onda relajada se prolonga en una de las más sentidas interpretaciones de “Las cosas simples”, con la intro de “Like a hurricane”, del emblemático Neil Young.

Lo de Neil Young no es casual. Angelo es fanático declarado del cantautor canadiense y vio una coincidencia cósmica con algunas cosas recientes del rocanrolero de 60 años junto con los Crazy Horse. “El otro día vi una parte del show del disco Greendale en vivo, donde en la canción final van apareciendo todos los personajes de la historia, y las imágenes de fondo muestran una especie de mapa del pueblo, el que no tiene nada de arquitectónico, sino que casi orgánico, con árboles y todo.

Es más o menos la idea que tenía para la nueva visual de nuestra página”, cuenta Angelo en uno de los ensayos previos. Pierattini, además, cuenta sobre las guitarras, equipos y efectos que usa Young en su puesta en vivo.

El ambiente se relaja aún más con la llegada de una guitarra acústica a escena, y del saludo de Angelo para Kena Tapia, la amiga de los primeros días, que cantaba con ellos en esos días pre-Weichafe. Los saludos y honores van para ella en “Años de asalto”, otra de las nuevas. Lo acústico sigue con esa gran pieza llamada “El paño de Luis” y el recogimiento interno de todos los presentes.

El Paño De Luis, otro video desde el público...


Otro elemento nuevo en la puesta en escena de Weichafe es el piano. Tras el set acústico, Angelo se va a sentar junto a las teclas para una nueva canción, la electrizante “No estoy muerto”, dándole otro sabor a lo que es puesta en vivo. Pero el piano va sólo acá. Pierattini se dirige nuevamente hacia a delante, pero el escaso tiempo de esta acción es suficiente para que la gente coree la siempre pedida y casi nunca entregada “Suerte”.

Como es un día especial, la suerte está con todos esa noche y comienza a sonar “Suerte” en otro tono, pero con la misma intensidad que le escuchamos en el ya lejano “Pena de ti”; y acá es donde aparece Daniel Robles en voces, en un acto espontáneo, y mientras grababa con su cámara varios de los momentos de la velada. Ahí el hombre se da un respiro y canta junto a Weichafe, recibiendo el apoyo de la gente.

La muestra de ello: Suerte, un video de la velada...


Comienzan a sonar los primeros movimientos de “Harto de todo”, la canción que da nombre al nuevo disco, con cambios interesantes y un coda instrumental increíble, completado por la aparición en escena del don Milo, en una excelente performance, casi como saliendo desde el lienzo hacia el mundo real. Terminando su actuación junto con el cierre súbito de la canción (acá recuerden ese tipo de cierre medio “I want you” de los Beatles tipo Abbey Road), Milo Maccioni da las gracias por el micrófono y felicitando al público: “Ustedes escuchan buena música, y no la mierda que pasan por la tele”, remata justo antes de irse.

“Lo que gatilló el camino hasta aquí” y su interesante aura preceden a ese clásico “que se llama como una gran banda nacional”, como la presenta el negro, “Silencio”; acá es la gente la que canta fuerte y los Weichafe se echan un poco atrás para contemplar el cuadro. Después, un diálogo entre guitarra y palmas de la audiencia dan la intro perfecta a “Pena de ti”.

Ese mismo diálogo de los músicos con el público se mantiene para una de las nuevas, “Sin ganas de ceder”, donde el respetable incorpora un “oh oh oooh” emulando la guitarra para seguir la canción, una instantánea realmente conmovedora. A continuación, un “Suicidio general” acompañado de un “WEICHAFE” bien gritado por todos los presentes en lo quiebres con silencio, en un ritual que se ha mantenido desde muy temprano en los sets en vivo de los guerreros.

Esta triada sella maravillosamente un set que se ha extendido casi por 2 horas. Comienza con el himno de los primeros años, “No es malo”, donde el galpón se viene abajo con esta verdadera renovación de votos de los fieles; “El rock del Poncho”, recordando al “late great” Poncho Vergara, junto a una extendida y deliciosa jam instrumental, donde la voz del público se fundió con los solos de guitarra de Pierattini. Para cerrar, la aceleradísima “Festín de muecas”, con algunos de los presentes en primera fila moviendo las cabezas y sentados al borde del escenario, y con el negro tocando más compases de lo usual, casi como si lo viniera persiguiendo el diablo. ¡Y eso que se rebanó el dedo hace una semana! Los Weichafe se retiran del escenario para volver más pronto de lo que se creía.

El primer bis de la noche (sí, el primero de dos) lo parte la sencillamente conmovedora “Pan de la tarde”, que fue pedida a mitad del primer set. En esa canción se juntan muchas cosas como para ponerlas acá, pero todo se puede resumir en un par de palabras: “sentimiento Weichafe”. Después, otra del rojo, la gran “Respiro la luz del sol”, en una de las respuestas más encendidas de los presentes en el galpón de la plaza Brasil. El set cerró con la siempre poderosa “Ripio y soledad”, que echó el recinto abajo. ¿Acaso tanta pasión y potencia pueden ser legales? Esa noche sí lo fueron. Es más: fueron la norma de la extensa jornada. Por segunda vez, unos exhaustos Weichafe se retiran del escenario.

Esta vez, la pausa es un poco más larga, lo que hacía parecer que la extensa velada (de casi dos horas y media, si miramos los relojes en ese momento) había llegado a su fin. Sin embargo, aparecen nuevamente los guerreros a escena, agradeciendo de todo corazón a los presentes. “Es conmovedor ver muchas de las mismas caras de todos estos años entre ustedes. ¡Muchas gracias!”, dice el Negro, justo antes de sentarse tras su batería por tercera vez.

En una jornada en la que, prácticamente, no faltó absolutamente nada, no quedaba mucho por pedir de Weichafe, pues lo habían dado todo. Pero, como el ánimo estaba dispuesto para mucho más, aún quedaban un par de perlas ahí guardadas para celebrar: la emblemática “Pichanga”, precedida por la intro de Rage Against The Machina; y, con una mención previa notable de Angelo a una leyenda que conocieron en el viaje a la playa, el gran Lucho Barrios, el cierre definitivo de la velada, con “Hazme dormir”, que alguna vez se le conoció como “Crazy Horse” cuando aún no tenía nombre definitivo, hace casi 2 años y medio.

Resulta conmovedor ver cómo el grupo y su público se funden en uno solo en este cierre. Esos 160 minutos de set inolvidable parecían apenas un instante. Una foto instantánea, como las que llenan esas paredes del que está “harto de todo”. ¿Qué mejor manera de recorrer ese camino con, precisamente, “harto de todo”? Hubo mucho en la jornada de lanzamiento del nuevo disco, en uno de los números más logrados, honestos y sólidos de la escena local.

El del Viernes 3 de noviembre fue uno de los mejores shows que se ha podido ver de Weichafe. En él dieron cuenta de su crecimiento, de su maduración como músicos, como intérpretes y como personas, y de esta nueva etapa, en todo sentido de la palabra, que inician. Una celebración que ninguno de los presentes olvidará. Y eso que se vienen varias más en le futuro. Ahora, sólo a esperar y disfrutar del nuevo disco.

Lista de canciones:

-Me voy a encerrar
-La miseria está aquí
-Opción laverna
-Cuesta respirar
-Tierra oscura del sol
-Sin dormir
-El ejemplo
-Sí, me saqué los dientes
-Pájaros de papel
-Caña del alma
-Las cosas simples
-Años de asaltos
-El paño de Luis
-No estoy muerto
-Suerte
-Harto de todo
-Lo que gatilló el camino hasta aquí
-Silencio
-Pena de ti
-Sin ganas de ceder
-Suicidio general
-3 puntas
-El rock del Poncho
-No es malo
-Festín de muecas
- - - - - - - - -
-Pan de la tarde
-Respiro la luz del sol
-Ripio y soledad
- - - - - - - - -
-Pichanga
-Hazme dormir

2 comentarios:

.::: julioche :::. dijo...

Hola Héctor, medio reportaje, querí escribir en la rollingstone??? No sé si es apropiado para un blog, pero es su página asi que usted manda :D

Saludos

Deskalibraciones dijo...

hola don hector!!!!!!!!!

impresionante, puchas k ganas de haber estado ahi bacilando del wen rock de weichafe !!!!!!!!!!!!
ute lo describe kon lujo y detalle , se le agradece para los k no pudimos asistir!!!!


GRANDE WEICHAFE!!!!!!!!

Saludos y gracias por su post!!!!


xausito!xD