lunes, enero 22, 2007

Un poco sobre lo que me gusta.


Me gusta escribir. Pensándolo bien, desde siempre me gusta escribir. Aun habiendo salido de un cuarto medio matemático del Instituto Nacional, donde no te fomentan precisamente el gusto por la palabra escrita. Eso sí, quisiera leer mucho más. Tarea pendiente.

Me gusta la radio como medio de comunicación. Me explayé brevemente (saaaaa) en una entrega en el fotolog en mayo de 2005 (¿tanto tiempo ha pasado?). Aún creo en la radio. Aún me gusta lo que provoca la radio.

Me gusta el periodismo como herramienta de búsqueda de la verdad y la realidad. No creo en la objetividad porque ésta es una actitud que uno toma; ergo, algo subjetivo. Uno decide si debe concentrarse en el objeto y dejar de lado los juicios de valor. Creo que el periodismo se hace en la calle, en el reporteo y en el trabajo diario. Es ahí donde uno de verdad aprende para toda la vida. No lo niego, la universidad da herramientas, pero es el trabajo lo que de verdad va dejando. Ahí no hay nada de teoría ni cosas abstractas, sino que realidad. Y la realidad siempre nos llevará a la verdad. Y la verdad, ¿nos hará libres? Se supone que sí.

Me gusta cómo se ve el cielo después de una noche entera, o de varios días después de una lluvia intensa. No hay anda como ese sol brillante de invierno, con la cordillera encima, y esa nieve que parece helado de piña. Creo que, aparte de algunos amigos que hice allá, lo más rescatable de mi período de estudiante de ingeniería civil industrial de la Universidad Técnica Federico Santa María (el campus Santiago, que queda en Vitacura, por si acaso) era esas mañanas espejadas después de la lluvia. Esas vistas siguen siendo preciosas.

Me gusta la primavera, con ese estado medio raro en el que no hace tanto calor, pero no se tiene porqué estar tan tapado. Todo está listo para el “love mood”, como que la gente anda más animada (quizás porque se acerca el fin de año noma :p). Los árboles se llenan de a poco, los olores a flores inundan las fosas nasales y hay más ganas de decirle a una chica que me gusta. De hecho, la primavera ha sido re wena para mí en esa materia, jejejejeje.Ideal el mes de octubre, antes de que llegue ese calor amenazante de mediados de noviembre. En octubre es delicioso caminar por todos lados. Octubre es un wen mes, definitivamente.

Me gusta ella. Mucho. Me gusta regalarle pequeñas cosas que la ponen contenta. Me gusta cuando sonríe, pues esa sonrisa no tiene nada de pose. Me gusta que, muchas veces, ni siquiera se preocupe de que su ropa combine. Me gusta su sensibilidad que no da para empalagosa, pero sí lo suficiente para que me interese irla descubriendo cada vez más. A veces, creo que no lo voy a lograr. ¿Qué tienen en la cabeza? ¿Lo sabré alguna vez? El que lo descubra, será el dueño del mundo.

Me gustan los tallarines con salsa. Por lejos, es mi comida preferida. ¿Qué bife a lo pobre? ¿Qué lomito? ¿Qué weá? Los tallarines con salsa son el mejor plato del mundo, y punto. Mi comida de la perdición. No puedo comerlos seguido, sencillamente, porque mi organismo no aguantaría tanta carga. Pero aparecen de vez en cuando. Mi papá los hace muy a lo lejos, y le quedan la raja. Tan la raja, que un bis es obligatorio, moralmente hablando, e inapropiado desde la perspectiva de lo saludable. Los tallarines con salsa son el plato que tengo sí o sí en mis cumpleaños. Es que no hay nada como eso, en serio!

Me gusta el whiskey con hielo. Es raro que lo diga, lo sé. No acostumbro tomar mucho. La cerveza la encuentro medio vulgar (es como la bebida gaseosa, pero con malicia leve) y la piscola me molesta al tomarla. Bien saben los que me conocen bien que he llorado las penas en embriaguez. Sin embargo, el whiskey nunca lo eh usado para esos fines tan anestésicos. Sólo para celebrar, compartir y conversar. Por ejemplo, después de la comida de año nuevo, con mi mamá, quien también gusta de tan especial brebaje llamado whiskey. Y fue de un Jack Daniels de caja negra, damas y caballeros. No cualquier weá.

Me gusta la Gibson Les Paul con el vibrato Bigsby que tiene Neil Young. La famosa Old Black, de la cual subí una foto y aproveché de referirme un poco sobre un subject que era algo así como “las guitarras de mi vida”. No hay caso: aun quisiera comprarme una guitarra así. Por mientras, a invertir plata en ir arreglando la mía e incorporarle una palanca de ese tipo. ¿Una palanca Bigsby, de las originales? Es muy cara como para la guitarra que en este momento tengo. Pero igual tengo ganas de dejarle ese tremendo pedazo de vibrato. Es un sueño que no es tan imposible.

Me gusta el rock, el maldito rock. Tal como dice el poeta Nápoli, de La Renga. En el rock, más que música, he encontrado una forma de ver la vida, de seguir lo que más deseo en la vida y de hacerlo que más quiero hacer. Hace casi 4 años, fue el rock como forma de mirar la vida lo que me salvó de una vida condenada a la monotonía y la amargura. A los 22 años estaba preguntándome qué hacer, como dice el joven indígena que habla en Powderfinger, de Neil Young & Crazy Horse. Y fue a los 22 años cuando tuve que tomar decisiones importantes para mí. Gracias a los 22 años es donde estoy ahora.

Un video que me gusta: Neil Young & Crazy Horse, Like A Hurricane (en vivo, del 76)...


En fin…

¿Qué les gusta a ustedes?

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