viernes, mayo 04, 2007

Sobre Fother Muckers en el Clandestino, la pega y la memoria.


Ayer tocamos. Sí, tocamos. En el Bar Clandestino, junto a nuestros amigos de Los Sudacas como invitados. Como de seguro vieron los flyers en el fotolog de Fother Muckers y en los mails que se mandaron.

Se ha hecho costumbre esto de tocar más o menos seguido. En verdad, por mí yo tocaría todos los días de mi vida, pero bien sabemos que no hay que aburrir a la gente ni a nosotros mismos, así que es mejor ir matizando y mantener una regularidad que permita no hastiar. O algo así, en verdad. Weno, al final todo se interpreta de manera personal, ¿cierto?

Hace un wen tiempo que no carreteaba hasta que casi el sol estuviese asomándose por la Cordillera de Los Andes, con un frío espantoso. Es que, con esto de estar trabajando, mis horarios se vieron afectados considerablemente. Fueron épicamente sufridas esas jornadas de jueves en la noche tocando y tener que levantarme temprano para estar en el tribunal a eso de las 8 de la mañana, trabajando toda la jornada. Peor aún cuando era de Viernes a Sábado, que sí me tocó durísimo. Pero igual se aprende y se “aprehende”, de eso no hay duda.

Terminé de trabajar en el tribunal el pasado Lunes 30 de abril. Hasta ahí llegaba el acuerdo de seguir trabajando. Lo que comenzó siendo algo de tan sólo un mes se convirtió en dos meses y medio de reacomodar mis horarios, sacrificar mi tiempo y aprender muchísimo en el camino. Sinceramente, creo que la pega me afectó en varios aspectos que ya detallaré con más profundidad en otra ocasión. Esto es muy reciente como pa tirarlo todo junto y de una. Sean pacientes.

Y siempre estuvieron los auténticos Fother Muckers ahí, cumpliendo y tocando ¿La jornada de ayer en el Clandestino? Increíble, entretenida, maravillosa, bonita, preciosa, linda, maravillosa, ominosa, trabajosa, deleitosa. Partiendo por el hecho de que cumplí un sueño, el de tocar junto a Los Sudacas en un mismo cartel. Estos cabros que mantienen la tradición de The Clash y Los prisioneros, pero bajo una voz e identidad propios, tienen canciones que perfectamente pueden sonar en cualquier lado y ser verdaderos himnos colectivos. Ojala les vaya la raja, se lo merecen. Y que toquemos de nuevo en alguna oportunidad pronta.

Era la segunda vez que nos presentábamos ahí, y en entrega, calidad de show y de interpretación, superó con creces nuestras expectativas y nuestro propio nivel escénico. Créanme. Un show de Fother Muckers es toda una experiencia, y no lo digo a modo de relaciones públicas del grupo donde toco guitarra y soy gustosa parte. Nada de eso. Lo digo neutralmente (todo lo neutral y “objetivo” que puedo ser, jejejej). Como diría Víctor Jara, vamos por ancho camino. Les estaremos avisando la próxima sesión en vivo prontamente. Atentos.

Ayer, en el carrete post tocata, y en medio de una conversa con un wen vino, salió al tema una de mis habilidades freak de toda la vida: el acordarme de fechas, datos, circunstancias y demases de muchas cosas de mi vida. El cómo me acuerdo de casi todas las cosas. ¿Primera vez que vi Almost Famous? Un Sábado 17 de marzo de 2001, en al función de las 3 de la tarde, en el CineHoyts de San Agustín, y habíamos unas 4 personas en el cine. ¿Primer show en vivo de Fother Muckers? Domingo 3 de abril de 2005, a las 8:45 PM aproximadamente, en el marco de la competencia de Beatles Chile pa elegir a la banda chilena que iría a tocar en la convención beatle en argentina; obviamente, no ganamos, pero debutamos ante público con 3 “destrucciones” de canciones. ¿Primer beso con ella? Jueves 4 de diciembre de 2003, siendo casi las 8 de la tarde; recuerdo que cuando ella se fue al rato, en el equipo sonaba un Tweedly Dee Tweedly Dum, del troesma Dylan del 2001, con su Love And Theft.

En fin. De tantas cosas que me acuerdo. Como les decía ayer a l@s asombrad@s que escuchaban estas freakedades emanadas de mi voz, uno recuerda tanto lo weno como lo malo, tanto las alegrías y dichas máximas como los momentos en que te rompieron el corazón. Recuerdas esencias, canciones de fondo, imágenes que pasaban en el cine, olores y atmósferas. Ya no es fácil volver a escuchar esas canciones, porque tu mente construye ante ti el doloroso momento. Pero, según se comprueba a medida que pasan los años, del dolor y los errores se aprende, ¿cierto?

Mi memoria me da material para muchas cosas. Y es con la pura experiencia de vida con la que puedo darle un wen uso a lo que sé. ¿De qué sirve guardar si no compartes, si no aportas y si no te ayudas a crear tu propia voz? Corremos el riesgo de que los relojes se vayan derritiendo si no le damos el uso que merecen. Esos relojes pueden quedar como hojas secas de otoño si no los ocupamos como debemos. Y eso no está escrito en ninguna parte.

Manténganse en contacto, y vayan contando cosas. ¿Tienen días grabados a fuego en al memoria y en el alma? ¿O los días son tan sólo algo sin importancia? Comenten al respecto. Miren que dicen que esto de compartir es weno. Yo, al menos, lo sé y lo tengo claro. Es de las pocas cosas que tengo clarísimas desde hace mucho.

Nos vemos.

2 comentarios:

noesmasqueblabla dijo...

Con que carreteando hasta las tantas, ah... imagino que no tenías clases hoy... jajaja... yo tampoco... pero me quedé viendo Kill Bill junto a mi Scaldazonno... hoy será noche de carrete...

C. dijo...

Hector!!!!!!!!!!
Weon tanto tiempo!!!!!!

Qué es de tu vida???
aparécete por algún lado!