domingo, mayo 13, 2007

Sobre 24: violencia, sacrificios creativos y reiteraciones.


Malditas series. Malditas Series. Malditas serie.

Me tienen pegado, a pesar de no seguirlas por la tele. Lo que les había comentado en un texto anterior ya ha hecho mella en mí: ahora las estoy siguiendo casi al día con los gringos. Con todas las que sigo (que no son tantas, en todo caso… tan solo 4 o 5 :P ) ya voy en los descuentos y solo quedan 3 o 4 episodios. Es decir, los espero y los junto en un disco de DVD y los veo juntos, de una.

Con 24 tengo sentimientos encontrados en esta temporada. Ya les había contado sobre mi seguimiento del programa (también ver acá), pero ya no tenía ganas de referirme más al tema, aunque uno siempre va cambiando esas posturas tan banales sobre la vida y lo que uno hace o no hace. En fin, ¿cómo darle tanta relevancia a algo tan sin sentido como un programa de televisión? Total, es sólo eso, un show de tevé.

Sin embargo, en 24 hay segundas y enésimas lecturas, partiendo por el hecho de que es un show de la FOX, la cadena gringa más facha que funciona en estos tiempos, los mismos que dieron pro ganador a Bush en las elecciones del 200 aun antes de que se confirmara cualquier resultado de los turbios escrutinios norteamericanos. Los mismos que siembran el miedo a diario en sus noticieros, esos que, de puro verlos, te da más miedo que la chuchesumaire el tan solo salir a comprar pancito a la esquina.

Esa misma cadena facha es la que promueve los valores nacionalistas que justifican la invasión horrorosa en cualquier parte del mundo. Esos (dis)valores de exclusión, discriminación y egocentrismo puros ya están asumidos en gran parte de la población de 300 millones de gringos allá. Con esa línea editorial rigiendo, es lógico que sus programas vayan promoviendo ese discursillo de manera directa y/o indirecta. Y en 24 se ve evidentemente esto.

Desde siempre, 24 nos ha mostrado bandos definidos: los “patriotas” y los “terroristas”. Siempre hay wenos y malos que están en conflicto y estos son claramente identificables. Bien sabemos que en 24 no hay medias tintas: un bando u otro, sin ningún gris posible. Sin ningún tipo de realidad a medias. Prácticamente, se sospechad e todo aquel que no sea gringo. Y es este punto el que se ha intensificado a medida que aumenta el número de capítulos y temporadas.

Yo veo 24 desde el primer capítulo, la primera hora, ese ya lejano piloto que en su momento fue intervenido y postergado para no herir sensibilidades tras los atetados del 11 de septiembre de 2001. Sin embargo, mucho camino se ha recorrido. Con una guerra inmoral que sigue en pie, shows como 24 no hacen más que mantener esteriotipos detestables y de fomentar la violencia en el “campo de batalla”. Imagínense que hasta los cabros que los han mandado a Irak imitan las formas de tortura que se ven en la serie y las practican en los prisioneros que toman cuando saquean. Lo mismo en Guantánamo, donde nos e respeta ningún derecho humano conocido por todos.

El trailer del inicio de la sexta temporada...


En términos netamente narrativos, lo que 24 fue ganando en ritmo, tensión y wen desarrollo dramático y lúdico-afectivo, lo fue perdiendo en el factor sorpresa y el factor “realidad”, que hacía a la serie más cercana, en alguna forma u otra. Lo vemos en Jack Bauer: de ser un tipo o tan normal enfrentado a situaciones extraordinarias, ahora ha pasado a ser una especie de súper héroe, el que no escatima recursos para lograr sus fines, el salvar a su país de la amenaza terrorista, incluso si esto le cuesta la vida. Esa premisa primordial para “creérsela” dentro del relato, el que Bauer muera como cualquier mortal, ya no existe. Lo que antes afirmaba consistentemente a 24, ahora ya no está. Esto de “24 inmortal” suena ridículo incluso después de terminada la quinta temporada. Y el “24 – a muerte” de ahora no hace más que seguir por la misma veta, jugando con algo que ya sabemos que no pasó.

Para los fanáticos: los "dammit" de Jack Bauer...


Voy al día con la sexta temporada, y puedo decir que, al menos en cuanto a ritmo y tensión, es de las mejores. Sin embargo, no dejo de pensar en que todo este tiempo de cuartas, quintas, sextas y enésimas temporadas está de más, y que 24 debió haber terminado hace mucho tiempo atrás. Pero ese es el problema gringo. “Si algo funciona, exprímelo hasta sacarle todo el jugo” es la consigna de las grandes corporaciones. Ya lo vemos con Lost, que extendió sus entregas en más temporadas, mermando lo que tanto nos encantó de la primera. En una de esas, es mejor desprenderse de esas primeras temporadas de 24 y quedarnos con el producto intenso que atare a tantos espectadores por semana y que al lleva a ganarse hasta un Grammy por mejor serie de drama el año pasado. ¿Qué voy a saber yo? :P

No hay duda de que en Gringolandia, al menos por estos días, se hace mucha mejor tele de ficción que películas grandes. En todo caso, ¿cuándo la industria ha dejado de matar wenos productos por ir en busca de más y más verdes? ¿El acaparar más que la cresta no es acaso la premisa de todas las cadenas de cualquier rubro que nos imaginemos? Por ahora, a esperar esos 4 capítulos que me faltan pa completar la sexta. Internerd ayuda en eso. ¿Qué le vamos a hacerle? Segurla viendo y sacar más conclusiones de las que ya se han sacado.

2 comentarios:

noesmasqueblabla dijo...

No tenía idea de que Fox es cadena facha y de hecho me llama la atención, porque a diferencia de Sony y Warner, ponen programas que muestran hasta cierto grado alguna postura política o se ríen de los gobiernos y de la política. Yo siempre he tenido el prejuicio de que quienes menos capacidad tienen de reirse de la política son los fachos...

Marulista dijo...

Si, yo tambien me sorprendí de saber que FOX es facha. Pero por otro lado igual pienso que las lineas editoriales fachas tienen como el trabajo de hacer creer que no son así.
Ni fu ni fa.

Graaande Hecrock!!1

Saludos

Maru