miércoles, abril 23, 2008

Dexter.


Es definitivo. Ya no sigo series de TV por la tele. Perdí esa costumbre de esperar una vez por semana, en un mismo horario, y con interrupción de comerciales, lo típico de esperar una vez por semana un nuevo capítulo de tu(s) serie(s) favorita(s). Y con Dexter, de Showtime, no ha sido la excepción, en lo absoluto. Es más: o recién vi las 2 temporadas completas en cosa de un par de semanas, algo así como una semana por temporada. Y lo vale, se los juro.

Hay que agradecer al cable por la apertura de contenidos de ficción pa la tele gringa. Y es más: el cable ha permitido que la tele abierta de allá se despache algunos momentos de ficción memorables. Y es en las señales de cable donde encontramos las historias más atrevidas posibles. ¿Acaso el hacernos sentir empatía por un asesino en serie no es lo suficientemente osado para cualquiera, incluso para lo incrédulos que somos todos como audiencia? La lógica indica que tenemos que identificarnos con aquel que es el héroe, el que salva el día, ese que solo tiene el bien dentro de sí… todo eso es una Mérida en verdad. Un ser así no es humano. No es cercano.

Dexter, y por eso demos gracias, no cae en ese jueguito.

Trailer...


Dexter Morgan (un brillante Michael C Hall, a quien ya conocíamos por u papel del mortuorio gay en Six Feet Under – la transformación de este tipo es notable, parece otra persona acá) es un perito forense de sangre que trabaja para la policía de Miami (ojo con ese detalle, hay mucho colorido distractor ahí, pero eso no importa mucho). Brillante en su pega, un modelo de conducta, un tipo ejemplar, querido por la comunidad, con novia que cuida, con una hermana con la que comparte en la pega, todo un ciudadano ejemplar. Y en su pega, es el mejor: como experto en sangre, es capaz de saber con exactitud circunstancias de muerte. Dexter sabe muy bien. Pero lo que nadie sabe es que Dexter lleva una doble vida: es un asesino en serie, de esos que llevan varias víctimas en el cuerpo y de los que les gusta coleccionar trofeos de ellas. Casi poéticamente, y como wen experto en sangre que es, Dexter se deja una pequeña muestra de sangre en una lámina por cada víctima. Su propia colección.

Un monstruo, un psicópata sin sentimiento alguno, como él mismo se define. Dexter aprendió conductas para “pasar piola” dentro de la soledad y poder esconder su verdadera naturaleza, una condición que Dexter ha sabido encausar. Y todo gracias a su padrastro, quien fue policía. Dexter no anda matando gente porque sí, nos señores. Lo hace de forma justificada. Dexter mata sólo a aquellos que al ley ha dejado escapar, a todos esos que han burlado al sistema judicial y los que no han pagado su deuda de sangre con ella. Dexter se encarga de “recoger la basura”, como él mismo lo dice. Dexter es el justiciero que toda comunidad quisiera para sí. Dexter sigue al pie de la letra el código moral que le legó su padrastro, un veterano policía. No hacer daño a los inocentes, pero sí a los culpables y a los malos. Dexter sigue sus propios códigos a la hora de matar. No lo hace porque sí, es algo que no puede evitar.

Trailer CBS...


La serie está basada en la novela Darkly Dreaming Dexter, de Jeff Lindley (hay otros libros como Darkly Devoted Dexter y Dexter In The Dark). Un relato sangriento que merecía ser adaptado a la pantalla. Y la serie le da todo el tiempo para sacarla de cualquier cliché posible. Gracias al formato de serial, podemos ver la evolución y complejidad de Dexter, descubrir el origen de su condición y también su inevitabilidad ante ella, al mismo tiempo que sabiéndola ocupar. Dexter se rige bajo un código estricto y se maneja profesionalmente. Para él, no deben existir los errores de ningún tipo. Todo debe ser perfecto: el ritual previo, el tiempo, el corte preciso, la pulcritud… cosas que cualquier obsesivo compulsivo tiene como norte en esta vida.

Los créditos de la partida...


El concepto del antihéroe llevado al máximo, ese mismo tipo de antihéroe que rescatamos de las grandes películas de los 70, esas en las que la moral se dobla y se crea una propia, todos esos Pacinos y De Niros, esos Nicholsons y Hoffmans que vimos en varios de esos gloriosos films, todos ellos son antecedentes directos de un personaje como el de Dexter Morgan. Claramente, hay una continuidad moral importante que no debemos pasar por alto, y que explica el porqué sentimos tanta empatía por este asesino en serie. La misma razón por la que nos gustan los relatos extremos y la vida en carretera: nos proyectamos en algún nivel con esa libertad.

Ojalá la fórmula de Dexter no se les agote a medio camino. Como a la serie le fue bien,s e ganó una segunda temporada que mantuvo la entrega. Pero ya hay una tercera temporada confirmada para este año. Y más les vale que no decaiga la historia, y que no maten el vuelo original. Que aprendan que esto no debe ser una fábrica de salchichas, sino que un taller de artesanía.

Por mientras, a seguirla viendo. Bájenla de los torrents o descarga directa. Ay, estas nuevas formas de ver tele sin ver tele.

3 comentarios:

noesmasqueblabla dijo...

A mi papá le encanta esa... yo nunca la he visto.

Marulista dijo...

Nunca he visto la serie. La volá.

Saluos Hector

yo dijo...

hectorrrrrrrr ve mi blogggggggggg
nos vemos mañanaaa
maru tendre tu foto en el carrete de mi cumple jajaja
besuususus