domingo, diciembre 30, 2007

Sobre escribir, libros, inspiración y escribir un libro.


Me dan ganas de escribir un libro. En verdad, no es de ahora ese antojo si se le quiere decir, sino que de antes. Como salí de un cuarto medio matemático del Instituto Nacional, no tengo mucho hábito de leer en cantidades enormes libros. Leo mucho, sí. Diarios, artículos, revistas, escritos y demases. Pero quisiera tener una mejor costumbre de tomar libros y leerlos como el pulento manda.

¿Costara mucho el escribir un libro si yo no tengo, por decirlo de alguna manera, pasta de integrante de club de lectores? Me llaman la atención esos grupos, gente que se junta a comentar los libros que se encomiendan leer, y no puedo evitar acordare de un capítulo de Seinfeld donde el canalla de George Costanza, para engrupirse a una mina, se integra a uno de esos clubes de lectores, y el muy barsa se ve la película del libro que le encomendaron! Obviamente, esa idea no se me ha pasado por la cabeza, aunque sí más de una vez se recurre a los siempre fieles resúmenes. Es que leer toneladas de materia FOME y de teoría inutilizable afecta hasta al más devoto de las palabras puestas en hojas. ¿O acaso hay alguien que disfrute de leer teoría? No es un buen panorama, creo humildemente yo.

Don Quijote me sigue emocionando, ahí está todo lo que necesitamos saber sobre la moral, la ética, los sueños y la realidad; un relato que yo, milagrosamente, agarré de chico, ero que recién en tercero medio lo mandaron a evaluar. Aunque también hubo otros grandes libros con los que me topé ahí. Recuerdo que, en séptimo básico, leí el libraco de La Cabaña Del Tío Tom, que me dejó impactado. Imagínense, yo a los 12 años era un niñito muy correctito en sus formas, un caballero que no se peleaba con nadie y que le costaba enormemente integrarse a grupos. Y me topo con una historia de reivindicación y de sufrimiento racial brígida. También nos hacían leer la saga de Las Crónicas de Narnia, pero nunca me interesaron mucho. Sí me deslumbraban las historias sórdidas del gran Edgar Allan Poe y el maravilloso Crónicas Marcianas, del maestro Ray Bradbury. Ese sí que me encantó, y es un clásico de todos los tiempos. Puta que wen relato ese! Ahora que lo recuerdo, en la prueba me jui en volá y no me fue tan bien. ¿Qué saben los profes de inspiración literaria?

Mientras mis compañeros en el colegio se dedicaban a tirarse cáscaras de naranja, hacer que tocaban guitarra (los clásicos de Hotel California y algunas tonadas de Metallica, entre otros pocos) y las clásicas pichangas, yo me abstraía de la realidad con mi Walkman (se me cayó el carnet :p) con los cassettes de The Beatle sque estaba coleccionando, y ese cebollento pero atrayente relato del The Love Yu Make: An Insider’s Story Of The Beatles, o como lo conocí en español, Los Beatles: Una Historia Confidencial, del contador de la NEMS Meter Brown, quien fue inmortalizado en la letra de The Ballad Of John And Yoko (tarea pa la casa, encuentren la línea donde sale mencionado), junto con el periodista Peter Gaines. El libro está más bien documentado que la chucha, y es uno de los primeros intentos serios después de la biografía oficial que publicó Hunter Davies en 1968. Leí ese libro más de 2 veces, lo aseguro. M entretenía caleta. Más encima, pillé que casi todas las referencias bibliográficas que armaron el mega especial de la Rock & Pop Ruido De Liverpool (conducido por Iván Valenzuela y que duró siete apoteósicas jornadas de material oficial, inédito y de busquilla freak máximo) venían de ese libraco. Un esencial para la lectura rosa-escandalosa sobre músicos ídolos.

Igual me dan ganas de escribir un libro, pero aún no sé de qué mierda hacerlo. ¿Y si me baso en mi experiencia de vida para hacer un relato lúdico-afectivo? Bien sé que la propia vida es la mejor de las fuentes de inspiración para armar cualquier tipo de relato, pero ¿no será muy autorreferente? ¿Y qué mierda importa que lo sea? Claro que me gustaría no ser tan directo y usar metáforas. Tengo que crearlas y darles forma. Hace uso 4 años, ella me había dicho que sería la raja hacerlo, pero después me arrepentí. Ahora me dan ganas de retomar esa idea.

O mejor aún, escribir un libro sobre las mujeres de mi vida. Me encantan las mujeres (algunas palabras para ellas acá: http://www.fotolog.com/hecrock41/8966723 ) y me gustaría dedicarle palabras a las que han pasado por mi vida. A las que he amado, a mis amigas queridas, a las que me han inspirado. Demás que ese sería un libro demasiado emocional, pero sé que se puede escribir de una manera que no sea melosa ni mamona. Es difícil, pero se puede. Con lo enamoradizo que soy yo, tengo inspiración, eso lo sé. Pero hay que encausarla para lograr el objetivo de inmortalizarla, y eso cuesta. Un maestro en eso fue Brian Wilson, y esa preciosa Caroline No, que cierra el Pet Sounds. Escúchenla con atención, es el tremendo mensaje directo, pareciera que le está mandando incluso.

¿Escribamos un libro? Escribamos un libro. ¿De qué? No lo sé aún. ¿Alguna idea? Los escucho. Más bien, los leo.

4 comentarios:

noesmasqueblabla dijo...

Es una excelente idea vacacionil...

Marulista dijo...

Yo creo mr. Hector
Que uste tiene mucho de escritor sabe. Tiene olor a escritor y su blog es el más extenso x post que conozco.

Y pienso que su libro sería un éxito. PERO no ganará plata

Pork ls escritores no
ganhan plata

NUnca

K triste mi post

Uuu

NUni nuni

Claudio Gajardo Cornejo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

"Me dan ganas de escribir un libro. En verdad, no es de ahora ese antojo si se le quiere decir, sino que de antes. Como salí de un cuarto medio matemático del Instituto Nacional, no tengo mucho hábito de leer en cantidades enormes libro" puff

Yo creo que para escribir un libro, antes hay que aprender a escribir y por supuesto expresarse..