sábado, diciembre 01, 2007

Sobre "Dios me respeta cuando trabajo, pero me ama cuando canto".


“God respects me when I work, but he loves me when I sing”

Nunca me había topado con esa frase antes, hasta comienzos de abril de este año. Y todo gracias, era que no, al viejo y querido Neil Young. Por estos milagros de la democratización de la tecnología, logré acceder rápidamente al DVD que venía con el volumen 3 del siempre postergado Neil Young Archives (caja gloriosa que, de salir, contendría unos 8 CDs y unos 2 o 3 DVDs, abarcando los primeros años d la carrera de Neil), lo correspondiente al en vivo acústico en el Massey Hall de su natal Canadá, grabado a comienzos de 1971, en mediod e su gira solito con guitarras de palo y piano, cons ets compuestos en su mayoría de canciones nuevas.

Una de ellas es la bellísima Journey Through The Past. Y en el video que está en el DVD, al llegara ese track específico, y justo previo a que el viejo Neil cantara “well, I’m going back to Canada, on a journey throught the past”, aparece en un compuesto previo de imágenes un plano sencillo a una pared de madera, que tenía un papel pegado con esa bella cita del escritor bengalí Rabindranath Tagore, “Dios me respeta cuando trabajo, pero me ama cuando canto”. Cuando lo vi ahí, en ese material de archivo, tan de casualidad, me quedó grabada de inmediato.

Journey Through The Past...


La búsqueda espiritual y hablarle el sentido a la vida es la principal de nuestras tareas como seres humanos acá en el mundo. La búsqueda es el motor del movimiento del alma, le da sentido a nuestros pasos a cada segundo y nos mantienen inquietos, sin posibilidad de estacionarnos y caer en la mediocridad y el conformismo propios de la civilización occidental. Tagore fue escritor, poeta y filósofo bengalí, que le hacía a todo: actuaba, hacía música, escribía tanto relatos cortos como bellos poemas, obras de teatro… Tagore era un renacentista y un tipo con mucha inquietud espiritual, que incluso hasta fue anfitrión de Ghandi en algún momento.

Hay algo inexplicable en la canción como herramienta para comunicar sentimientos, siendo casi el mejor vehículo para expresarlos. Aún no tengo claro qué es lo que exactamente tiene, y de saberlo sería una máquina de hacer canciones. Aún no logro dar con mi forma de componer tranquilo, debe ser porque mi mente está dispersa en un millón de cosas, tratando de cumplirlas todas, pero con poco tiempo para atender otras cuestiones importantes. Trato de hacerme siempre el tiempo, pero a veces simplemente al día le faltan horas. Tal vez no.

Pensándolo bien, la frase de Tagore tiene muchísimo que ver quizás con el cómo veía la música y el arte el gran George Harrison, quien partió de este mundo hace ya seis años. Para el Dark Horse, tocar era un deleite, aunque en el escenario siempre se le vio más bien tímido. Su música es sencillamente hipnótica, sus intenciones a la hora de escribir eran sinceras y la atemporalidad de sus canciones lo comprobaban. De hecho, ese gran disco póstumo que es el Brainwashed tiene un tono tan calmo, como si George hubiese puesto su mano desde el más allá para iluminar a su amigo Jeff Lynne y lograr lo mejor para esas canciones y grabaciones y sacar el disco. Sólo luz hay en el Brainwashed.

Un wen amigo de George, el troesma Dylan, también ha dedicado su vida a la búsqueda del alma. La búsqueda espiritual, el sentido de la vida y las múltiples transformaciones que esto acarrea. Algo que, espero, quede bien reflejado en I’m Not There, la biopic que realizó Todd Haynes sobre Dylan, con 6 diferentes actores para representar de mejor manera los múltiples cambios en Dylan como persona, artista y agente de cambio circunstancial. Ya se estrenó en gringolandia, pero acá no pasa ná. Me pregunto si la estrenarán en el cine, pero se ve improbable. Lo más seguro es que la podamos ver antes en DVD, cuando salga en Zona 1 y gracias a los clubes del centro, que traen las películas altiro y que tienen decenas de miles de títulos. Así que de verse, se va a ver.

El mismo Neil Young tiene su lado acústico amable y espiritual, pero su búsqueda lo ha llevado hacia otros lugares distintos al troesma Dylan, desencadenando más en mensajes íntimos y confesionales acompañados de música sencillamente sobrecogedora. No es “el Dylan canadiense” como he visto en más de una ocasión por ahí. Sólo es una de esas pocas almas que su camino lo va reencontrando una y ora vez con su esencia, sin abandonar aquello que lo ha acompañado desde el comienzo de sus días: el desapego por lo terrenal y el abrazo al recogimiento, el ser un verdadero poner y escapar del ruido mundano. El rancho Broken Arrow es casi un santuario en el que el viejo y querido Neil Young aún vive y conserva como refugio.

Si Dios existe, ¿nos respetará cuando trabajamos? ¿Nos amará cuando cantamos? ¿Acaso Dios tocará guitarra? Al menos, es un deseo bienintencionado. Casi como que no importa tener el rostro dibujado.

Bonus track antojadizo...

2 comentarios:

noesmasqueblabla dijo...

Buenísimo!!

Me encantó el video... ¿cuándo lo vamos a ver en las pantallas de la universidad? El otro clip de música que pasan todo el día me tiene hasta la coronilla...

payaso dijo...

buenos artistas aparecieron rondando en tu entrada...
ojala no te convirtieras en la maquina de hacer canciones de la que hablas, siento una creciente desconfianza hacia los procesos automatizados. O quizas no es desconfianza, es falta de cariño. Si es automatico... solo es una forma, no tiene historia.
Llegue aqui buscando Fother Muckers en google, y paso dejando un saludo. Son una buena banda, quizas los pueda ver tocar algun dia (soy de Temuco). Asi que saludos!