miércoles, diciembre 27, 2006

Truenotierra.



Cuesta ser “objetivo” para hablar y escribir sobre La Renga. Recordemos que la “objetividad” no existe per sé, salvo como actitud que se tome. Concentrarse en el objeto, le dicen. Weno, todas esas mierdas no sirven para hablar de un sentimiento tan enorme como el de La Renga.

Ya he dejado claro en muuuchos caracteres anteriores la pasión que estos oriundos de Mataderos, en Buenos Aires, despiertan en la gente. De los paralelos que hago con Bruce Springsteen (aunque muchos fanáticos me lo nieguen, hay demasiadas semejanzas en espíritu) y de lo que despiertan en nuestros corazones. Por eso, la espera de 3 años se hizo larga en lo que respecta a material nuevo de la banda más emotiva de la Argentina. Por eso es que el Truenotierra (el nuevo disco de La Renga, recién aparecido hace un par de semanas) se disfruta más de lo normal. Un disco doble que consagra su evolución y nos muestra un nuevo paso en el andar de la vida del revelde.

La Renga tiene todos esos clichés que muchos pueden odiar fácilmente: música predecible y plana, letras obvias y llenas de lugares comunes, odiosa actitud de “lso mismos de siempre” (los fanáticos que repletan cad cancha en la que La Renga se presenta). Sin embargo, este Truenotierra muestra que incluso La Renga puede romper su propio molde.


Así es. La Renga, uno de los grupos más “conservadores” del rocanrol (digo “conservadores” en el sentido de lo terco, de no cambiar nunca y mantener una sola línea creativa), ha hecho lo inviable y han roto con su propio esteriotipo. ¿Cómo lo hacen? Entregando un disco doble, en el que encontramos unas 12 nuevas canciones en el Disco 1 y unas 5 zarpadas extensas en el Disco 2. En Truenotierra hay de todo.

El disco 1 (el de las canciones) parte con El Monstruo Que Crece (título para la risa, ¿cierto? :p), con el sonido “marca registrada” de los rengos: batería sólida del gran Tanque, líneas de bajo precisas y abiertas del Tete y los riffs guitarreros que sólo el Chizzo puede hacer, además de la cada vez más carraspeada voz del poeta Napoli. La línea de hard rock de power trío (aun no entran vientos) la sigue la efectiva Almohada De Piedra, con más protagonismo de los hermanos Iglesias en la base rítmica, acá el Tete y el Tanque toman más presencia que nunca.


Después, una de mis favoritas, la que me ha estado dando vueltas en la cabeza todo este tiempo: Ruta 40, destinada a ser un clásico de carretera (quiero manejar con esa canción puesta en la radio!!), y ya empezamos a escuchar los vientos del siempre preciso Chiflo y del gran Manu, quien nos da más de una sorpresa en este nuevo disco. Esa ruta nos lleva directo a La Boca Del lobo, donde los vientos se toman el poder en un solo delirante. Las aguas pasan por la sección más hard rock reposada con Montaña Roja, para llegar a un respiro a medio camino en Palabras Estorbantes. ¿Acaso las palabras estarán estorbando en Truenotierra? Chizzo muestra ahora mayor capacidad para encriptar ciertas cosas en el mensaje, sin dejar de ser directo y visceral.

La calma sigue para que Chizzo nos cuente Cualquier Historia, con un gran solo de guitarra, inspirado como pocos. El viaje se intensifica dentro de la relativa calma con la Mujer Caleidoscopio, la que nos lleva directo a una de las más bellas canciones escritas por Nápoli: Llenado De Llorar; acá, incluso, deja la eléctrica a un lado y toma la acústica, dando un precioso momento y una canción para que cualquiera de nosotros la toque en su tocarra de palo.


Pero La Renga es potencia, es intensidad, es pasión. Y esta llega de golpe en el primer single del disco, Oscuro Diamante, una canción perfecta, con el Chizzo gritando con esperanza, una de las mejores del Truenotierra. Le sigue la gran sorpresa de esta nueva entrega: Entre La Niebla, con voz y autoría de Manu, el gran Manu, ese que toca la harmónica como los dioses, el que está encontrando su propia voz dentro del mundo rengo, entregando la que es, probablemente, la mejor del Truenotierra. El disco 1 cierra con Cuadrado Obviado, con algunos zámpelos lúdicos al comienzo y un ritmo trepidante. Acá todos participan y dejan el espíritu por los cielos. Ya me imagino al tete corriendo con desparpajo en el escenario. Sin duda, será uno de los momentos más altos en vivo. Un cierre de lujo para la primera mitad.

Un video que Los Mismos De Siempre armaron para Oscuro Diamante...



El disco 2 es el de las “zarpadas”, esas jammings llenas de feeling, de las que ya tuvimos una muestra en Pasto Tomado, la escondida del Detonador De Sueños.. Acá, más que describir, se recomienda escuchar y tomar una impresión propia. Nombres como Alucinando Al Unísono, Sustancia Entre Las Plantas, Truenotierra (la que le da nombre a la placa doble), Anaximandro (de 15 minutos de duración!!) y Neuronas Abrazadas hablan por sí solos. Un viaje lisérgico (¿de cuál habrían fumado los cabros de La Renga? jejeeje), en el que dan rienda suelta a las formas.

El disco 2 es el mejor tapabocas para los que creen que La Renga es una banda cuadrada y plana. Acá demuestran que el camino, los años y las pistas han marcado su huella. Desde tocar en las calles de su barrio a llenar estadios, los de La Renga han crecido y lo muestran en este Truenotierra. Consíganlo pronto, que además viene con un diseño de aquellos.

Todos a esperar con ansias el show que darán en mayo de 2007 en el Santiago Arena. Por mientras, a incorporar el Truenotierra a nuestros sentidos.

martes, diciembre 26, 2006

James Brown - 1933-2006.


Me enteré sobre la muerte de James Brown al despertar ayer Lunes. Como es costumbre en cada Navidad, uno no se despierta temprano para ver las noticias ni meterse a sitios web e informarse de lo que está ocurriendo. Mal que mal, es feriado que sigue a una noche de recogimiento familiar y wenos deseos. Por eso, no deja de sorprender el enterarse del fallecimiento del rey del Funk, el padre del Funk, el exponente máximo de lo que es el ritmo negro, el ritual de juerga, eso que está a medio camino entre el blues y el rocanrol, como dejando el espacio para moverse con el espíritu sumamente cargado.

El funk, que tiene tanto espíritu y tanta vida, fue el que sacó (aunque no totalmente) a James Brown de su pasado cargado de desgracias, aprendizaje forzoso, calle desde niño y una eterna falta de adaptación con la “sociedad” y lo “correcto”. James Brown tenía, en vida obviamente, un prontuario no pequeño, que incluía asaltos a mano armada, violencia y delitos varios. Nacido en una familia pobre, desde pequeño tuvo que vérselas con la calle, con lo más peligroso, con lo más turbio. Por eso, resulta casi un cuento de hadas el que haya llegado tan lejos con su música y con su estampa. Un carisma que casi ningún entretenedor (James Brown era, sin lugar a dudas, un ENTRETENEDOR) ha tenido. Uno que dejó este mundo a los 73 años.

James Brown, sin dudas, era un ENTERTENEDOR. Cuando se está arriba del escenario, no basta con tocar ni cantar bonito. Hay que dejar las vísceras arriba de la tarima, hay que entregar la vida, como si fuese la última vez que se respira. ¿Qué importa el sonar perfecto? ¿Qué importa el que se te escapen un par de notas? ¿Qué importa eso, si eres incapaz de comunicar emociones al nivel de hacer comunidad con los que te ven? En un mundo en el que se prefiere la pulcritud y la perfección a la hora de tocar en vivo, nos estamos olvidando del verdadero sentido que tiene un show: entretener, hacer comunidad y lograr grados de identificación. El ser ENTRETENEDOR, como lo fue James Brown durante toda su vida.

James Brown personifica como nadie el sueño americano: el llegar a la cima desde muy abajo, casi desde el suelo. Se forjó a punta de trabajo, presentaciones y giras. Brown dio la vuelta al mundo mostrando su increíble show (si lo recuerdan, acá tuvimos la oportunidad de verlo 2 ocasiones, una en Santiago y la otra, la última, en Viña del Mar). Para muestra, un botón: Live At the Apollo Vol 1 es uno de esos discos en vivo esenciales de la historia de la música popular. En él, podemos encontrar todos los sonidos y la prestancia vocal de James Brown. Para verlo, hay bastante material de archivo, de todas las épocas, que dan cuenta de su habilidad única para moverse sobre un escenario. Mi número favorito es el que hacía en Please Please Please, donde parecía quebrarse, lo levantaban, y volvía raudo al micrófono para gritar desenfadadamente. Un lujo que muchos pudieron disfrutar en todos estos años de presentaciones en vivo.

Y se fue en Navidad. Un Lunes 25 de diciembre de 2006, a la 1:45 am, casi comenzando el día, en el primer par de horas. Falleció víctima de una neumonía que le precipitó un fallo cardíaco. Nada fuera de lo normal. Ni abuso de drogas, ni sobreingesta de alcohol. No fue un confuso incidente, ni un homicidio callejero. Simplemente, una baja a la salud que cualquier persona está propensa a tener, sobretodo si se está llegando a una edad considerable. En la muerte de James Brown no hay nada oculto, ni siniestro. Fue lo más normal del mundo en un tipo del que nunca pensábamos que tenía su fin tan cerca.

James Brown le enseñó a cantar, a bailar, a actuar y a sentir a generaciones completas. Mick Jagger, David Bowie y Michael Jackson, entre muchísimos otros, pasaron por la academia funk de James Brown. El mundo del Hip Hop siempre le rinde homenaje al usar sus pistas sampleadas. Su influencia es enorme, tan grande como su leyenda y su bitácora por el orbe. Es que no podía ser menos con James Brown. Con él, todo era grande. Todo era celebración. Todo era un ritual. Todo era fiesta.

De seguro está ahora en el olimpo, en el “cielo funk”, como lo dijeron los Chancho En piedra hace bastante tiempo atrás. Allá, haciendo bailar a los compañeros caídos y a los que los estaban esperando. ¿O estará en otro lado? Recordemos que James Brown no era un hijo modelo, sino que uno formado en la vida dura. Quizás llegó a recibir honores, como los que le dio el gobierno de su país, por su servicio comunitario (muchas veces cantó para las tropas norteamericanas en combate). Tal vez no quiso recibir ningún honor y los mandó a todos al diablo, no sin antes dejar la cagá. ¿Quién sabe?

Lo único que sabemos es que el Padre del Funk nos dejó un extenso legado. Muchos discos, muchas instantáneas, no pocos recuerdos. Un trabajador de la música, un músico criado “a la antigua”, luchando para ganarse al público, dejando todo de sí en cada presentación, como si fuese la última. Cantó hasta que la muerte lo llamó para ir al más allá. Murió con las botas puestas, con conciertos pendientes aún.

Ya vendrán los sentidos homenajes, los conciertos tributos y un sinnúmero de medallas, placas, calles, monumentos y estampillas de correo que recordarán el nombre y la figura de James Brown. Los tuvo en vida y de seguro tendrá más en los meses venideros.

sábado, diciembre 23, 2006

Nuevamente Navidad.


Otra vez llegó la Nochebuena, el Christmas Eve que le dicen los gringos, el Hannukah de los judíos y la Pascua que mal llamamos nosotros por estos lados (¿acaso Pascua no es en Semana Santa :P?).

Y comienzan un montón de rituales que sólo se dan por estas fechas: armar arbolito de pascua, armar pesebres, armar adornos, enviar tarjetas, etc.

Y la gente sale a comprar como loca los regalos. Nunca aprenderemos que el verdadero sentido de la Navidad es compartir con tu familia, con la gente que quieres y con la gente con la que tú eliges pasar el resto de la vida. Pero no. Los cabros chicos presionan a sus viejos por regalos imbéciles. Los viejos e encalillan y se desesperan. Los viejos se angustian pensando en cómo conseguir lo que les piden. Y, milagrosamente, lo logran. ¡Los niños se darán cuenta de la angustia que tienen sus pobres viejos en los días previos a la Nochebuena?

Y la gente, esa misma que va desesperada a las tiendas a comprar, colapsa con los 30 grados que hacen acá en la capital. Menos mal que hoy refrescó su resto, pero en la semana era asfixiante el calor capitalino. Como siempre nomás. Acá, en vez de nieve, hay rayos de sol que queman si no te cuidas. En vez de chimeneas, ventiladores y artefactos de aire acondicionado

Y lo pobres gallos disfrazados de viejos pascueros sufren en esos hornos llamados trajes navideños, en el Paseo Ahumada y en Plaza de Armas, aguantando que los cabros chicos los cargoseen. ¿Cuándo llegará el día en que asumamos que no estamos en el hemisferio norte y que acá no hace frío, para no exigir más ese requerimiento de traje rojo abrigo de Viejo pascuero?

Y esos trabajos extras que salen para los estudiantes, donde los negrean durante las 2 últimas semanas del año. Todo pa tener algunos pesos para salir de vacaciones o para tener para el año. Lo que no es malo, salvo por el abuso que sufren. Debería haber buscado uno, pero no lo hice. En vez de eso, estoy haciendo radio en Diciembre. Me quedan 2 programas más, el del Miércoles y el del Viernes. Y de ahí, vacaciones de radio, jejeje. A buscar pega nomá.

Y se vienen los balances tipo “lo mejor del año” y todos esos ejercicios pajeros de graduar lo que recibimos. En mi programa, no haré un recuento con “lo mejor de…”. ¿Para qué? Eso no tiene sentido, y ya escribí al respecto el año pasado.

Y se vendría (si es que logramos organizarla rápida y efectivamente) una medio atrasada “peña navideña de los Fother Muckers”. Lo más probable es que sea a mediados de semana, en la tarde (tipo después de almuerzo, así de temprano), en el patio de una casa, y para la “congregación Fother Mucker”, como le gusta decirle Cristóbal a los amigos y cercanos a la banda. No pudo ser antes porque no conseguimos lugar. Esto de negociar con “neo hippies scumb” es una mierda. Sólo les importa el dinero a esos usureros. Aprendan y aprehendan de nuestros errores y eviten hacer negocios con ellos. Son de lo peor.

Y hay fiestas navideñas pro todos lados. Ayer fui a la Fiesta Weichafera, una bonita manera de los Weichafe para cerrar el año. Nada de tocata, siuno que fiesta. Wen ambiente, wena música y wenas vibras en general. Todo a cargo de Negro DJ, Marcelo barman y Angelo Droguen. Hubo una sorpresa en vivo con los Weichafe acústicos, interrumpida por la siempre impertinente fuerza policial, más conocida como “pacos”. Los llamaron los vecinos que viven aún en un toque de queda mental. En fin, siempre pasa lo mismo. Ayer, conversando con una chica, me di cuenta de lo pequeño que es el mundo. De lo condenadamente pequeño que es. Todo eso confirma mi teoría de que, en Santiago, todos estamos separados por no más de 2 grados de separación. Disculpen las redundancias lingüísticas, pero salió así nomá. En otra entrega, detallaré mi afiebrada teoría de los 2 grados de separación en Santiago.

Y se viene la cena navideña, esa que es como un anticipo del consumo de Año Nuevo, pero sin tanto copete. ¡Las cenas navideñas son muy la raja! Al menos como las hemos vivido nosotros. Mi papá tiene la mejor mano del mundo pa cocinar. Aprendió con mi mamá, y podría afirmar que es tan maestro como ella para la cocina. Todo un chef, jejejeje. Para mañana, debería haber pollo al horno y unas exquisitas papas mayo recién hechas. Todo gracias al talento culinario de mi padre. En su caso, la práctica hizo al maestro. Para cocinar como el tendría que hacerlo, al menos, unos 20 años. Debería pedirle clases.

Y se vienen las películas navideñas. Un par de recomendaciones. Scrooged, con el genial Hill Murria en una adaptación ochentena de Scrooged; y Die HArd, con el gran Burce Willis como john McClane, el policía común que se enfrenta a situaciones inesperadas. El antihéroe loser al que nos encanta ver diciendo “Yippee-ki-yay, motherfucker!!”. Si alguien ha visto la película con doblaje al español, de seguro se habrá cagado de la risa con los “maldito” que salen a cada rato de la voz doblada de Willis. Un clásico, sin duda.

Y se viene la calma en las calles. En Nochebuena, nadie sale a dejar la cagá carreteando. El que quiera carretear en estas fechas es un weon o tiene la desdicha de estar solo en este mundo. Como dije de entrada, estas fiestas son para compartir con tus seres queridos. Son para regalonear, para decir “te quiero” y para olvidarte por un momento que todo está mal y llorar de felicidad, como dice la canción por ahí.

¿Algo más? Ahh! Feliz navidad, cabros!!! Pásenlo bien y digan “te quiero” más seguido.

miércoles, diciembre 20, 2006

Sobre Brian Wilson de juguete, los neo hippies y el EP adelanto.


Mientras hacía mi pega de reportear en algo para el especial del Pet Sounds para mi programa de RadioUC, La Bestia Rock, encontré esta gran foto de… un muñeco de Brian Wilson!! Sí, tal cual. Un muñeco de Brian Wilson, tal y como sale en la portada del legendario disco, el que es probablemente el mejor disco de la música popularsh de todos los tiempos (medio título, ejjejejeje).

¿Qué historia habrá detrás del misterioso juguete? Sólo se sabe lo de la info oficial de la página de Brian Wilson. Estará a 75 dólares y, si el cliente lo quiere autografiado por el maestro, le saldrá 150 billetes gringos. EL muñeco de colección está disponible desde mediados de noviembre, y se suma a la tradición que hemos visto de monos articulados del rocanrol como Ac/Dc (ese Angus en miniatura es notable!), un Flash de los Guns N Posers, los Metallica en pleno, Alice Cooper (era que no… ¿acaso el maestro del terror en el escenario no iba a tener su propio muñeco terrorífico? jajaajja) y, era que no, Kiss, los verdaderos expertos del marketing en esto del rocanrol. Gene Simmons bien lo sabe, bobardeando las tiendas y los bolsillos de sus fans devotos para que compren más Kiss memorabillia.

¿Se acuerdan que los mismísimos Beatles tuvieron sus propios muñecos? En plena Beatlemanía, Brian Epstein los encargó, aparte de una serie de objetos de los cuales, en un comienzo, no tenía mucho control. Es que esa manía daba para muuuchos dólares para los distribuidores. En una época en que aún se cagaban a los músicos y a los dueños y autores de material de propiedad intelectual (no digo que ahora no lo hagan, sólo que antes se sabía mucho menos del auto manejo, y la autogestión aún no tomaba forma, no al menos la que conocemos hoy), las estafas a músicos era bastante común. Partiendo por el hecho de que a prácticamente TODOS los rocanroleros de los comienzos se los cagaron los sellos. ¿Por qué creen que genios fundadores como Check Berry, Little Richard, Carl Perkins (mientras vivió) y el mismo Jerry Lee Lewis (que este año sacó un disco re weno por lo demás) se vieron obligados a tocar hasta bien entrados sus setentas? Porque estaban en la ruina. Imagínense: ser los fundadores de un estilo que ha dado de comer a toda una industria, y no tener prácticamente nada. Es lógico que reclamen su lugar.

Hablando de platas… ¿han cachado a estos neo hippies? Los hijos lejanos de aquellos inocentones (por no decir infantiles) hippies de los 60, que pregonaban la paz y el amor fumándose sus wenos caños y viajando en ácido todos echados en las calles (por ejemplo, en San Francisco)? Estos hijos de lo relajado salieron mejores contadores que los “yuppie scumb” que pulularon por la década de los ochenta (como ese Patrick Bateman, el personaje de American Psycho, que retrató lo más perverso de esa generación) han aprendido las lecciones del pasado. Se aferraron al cinismo de los setenta de ganar los morlacos y guardarlos en el bolsillo, pero con un poco de ironía.

En vez de mostrar su interés por los verdes, aparentan ser relajados, atentos con el prójimo, despreocupados de lo material y viviendo en una supuesta “comunidad”. Pues bien: tienen una mano en la caña y la otra en la billetera. ¡No dan puntá sin hilo! Primero, te muestran su lado amable. Hasta que hay primeros indicios de problemas. Ahí sacan sus garras, se quitan la máscara de hippies relajados y sus ojos se vuelven color billete. No del verde lindo, sino que del verde oxidado. Ese verde que inunda los bancos (en nuestro caso, el azul y el rojo también :p) es el principal motor de sus actividades. Personalmente, me ha tocado relacionarme con ellos. Behare of neo hippies!!
Con todo esto, me acuerdo de Tom Petty, el eterno díscolo, el eterno REVELDE (así, con V, como lo escribió el poeta Nápoli). El mismo Petty que lanzó un bellísimo disco este año, llamado Highway Comapnion, producido por el fan número 1 de los Beatles, Jeff Lynne, y girando nuevamente por gringolandia. Eso es de ahora, pero lo que les voy a contar es de, al menos, unos 4 años atrás: a sugerencia de un verdadero capo iluminado como Elvis Costello, escribió una serie de canciones dando cuenta de lo que le había pasado a la industria de la música, con la cual Petty ha luchado durante toda su carrera para que no lo consuma. Ese maravilloso disco, junto con sus caballeros de los Heartbreakers, se llama The Last DJ y dice muchísimas verdades. Varias que he tratado de tocar en este texto medio desordenado, medio sucio, medio apresurado y medio vomitivo. En fin: es weno probar la formulita de vez en cuando.

No todo puede ser tan malo. Nos fue bien en San Carlos, si tenemos suerte habrá tocata de fin de año con Fother Muckers en algún lado, ya estamos vendiendo el EP de adelanto de nuestro primer disco, a 2 lukas (hablar con cualquiera de nosotros, mande mail a fmuckers@gmail.com, o en las tocatas), pro si lo quiere regalar en navidad. ¿Llegará el muñeco de Brian Wilson por estos lados? Sería un wen regalo pa los obsesionados con el genio. Conozco al menos dos que lo agradecerían de por vida, jejejje.

domingo, diciembre 17, 2006

Sobre Fother Muckers en San Carlos y Pamela Jiles on my mind.


Volví hoy de San Carlos, a eso de las 2 de la tarde, molido por el viaje, que me lo pasé durmiendo tras el extenso carrete post tocata. Como Fother Muckers, la volvimos a hacer, a pesar de problemas con el sonidista de turno, el gran cáncer de prácticamente todas las sesiones en vivo (juntas, tocatas, shows de lujo y grandes conciertos) que nos toca presenciar en nuestra larga y angosta faja de tierra. Pero eso no debe empañar una gran excursión al pueblo de donde son oriundos leyendas como la querida Violeta Parar y los importantísimos Ángeles Negros. Deberían tener monumentos en el pueblo, y no alcancé a ver ninguno. Corríjanme si me equivoco en eso.

La foto que logré subir ahora me inquieta. Pamela Jiles sin maquillaje, con un vestido rojo bastante desagradable que dice “me vestí recién y qué”, mostrando su delgadísima pierna (con una rodilla marcada, como si hubiese estado apoyada mucho tiempo sobre ellas) y unos bototos firmes para patear culos en la calle, con una bandera de Chile colgada en su espada, a modo de capa. Sonriendo a la cámara (puta que es posera ella!) jejejeje), con la actitud de diva guerrillera siempre al pie del cañón. Esa foto, incluida en su columna del The Clinic especial que salió este Jueves (era que no iba a ser especial pue) me acompañó en el viaje en tren hacia San Carlos. Ver esa fotografía de Pamela la guerrillera de rojo me inspira, yendo al sur en un ferrocarril del Estado. En un Tren Al Sur, como escribió Jorge Gonzalez hace no tan mucho tiempo atrás.

Ver la foto me recordó algo que siempre ha estado metido en mi cabeza: ¡Me encanta Pamela Jiles! Me encanta ella, siempre me ha encantado, desde tiempos inmemoriales. De seguro la vi por primera vez en la tele cuando era yo un tierno pre púber de 9 años, quizás 10. Concretamente, en alguna emisión de ese nefasto show estelar llamado “Siempre Lunes”, el mismo que tenía como cortina la adaptación oportunista de “Monday Monday” de The Mamas & The Papas. Ahí al Jiles creo que hacía notas de no sé qué profundidad, usando chaquetas con hombreras y vestido, muy formal. Aún joven, aunque ni tanto, pues ya llevaba años de reporteo en su cuerpo, sobretodo en la resistencia, según cuenta. La resistencia, la querida resistencia. Donde el periodista se siente más a gusto, se supone. Donde se puede ejercer, aunque se arriesgue la vida, el que se la juega por completo a dar la visión que el oficialismo represor oculta bajo su yugo.

Ahí está Pamela, saltando como diva en la Plaza Italia...


En San Carlos nos recibieron como anfitriones los chicos de La Saint Charles Town (LSCT, que se pronuncia como “la San Charleston”), una verdadera orquesta de 7 integrantes, con bronces incluidos. Javier, el vocalista, fue el anfitrión estelar. El resto de los cabros, todos simpáticos. Acá no hay pose de rockstar desagradables ni egoísmos habituales que uno puede encontrar en la escena local. Acá todos trabajan juntos para un solo propósito: poder tocar, aunque cueste más que la cresta organizar y llevar a cabo como corresponde. Después de un almuerzo improvisado, los Fother Muckers en pleno no fuimos a encontrar algún lugar para tomar algo, y dimos con un restorán llamado “Santa Cecilia”, la patrona de los músicos. Mira tú.

De alguna manera, la calma de San Carlos me hace volver a pensar en Pamela Jiles. ¿Qué importa que te comportes como una diva odiosa, hablando como si estuvieses montada sobre un trono por encima de todos nosotros? ¿Qué importa que, en un deliro que da risa, pretendas darle un toque más “serio” a una weá tan insípida como es la farándula, en su pantalla diaria en SQP? ¿Qué importa que caigas en tremendas contradicciones vitales en más de una ocasión? ¿Qué importa si fuiste amante de un General del Ejército? ¿Qué importa que se las des de “seca” cuando más de alguien ha confirmado que eres una ineficiente que sólo se preocupa de mirarse al espejo y arreglarse? ¿Qué importan todas esos defectos que, a la larga, son las que te hacen humana y cercana?

Por esas cosas de la vida, encontré en mi casa el libro que ella escribió hace un par de años, “Fantasías Sexuales De Mujeres Chilenas”, ese que tiene en la portada un hermoso culo rozado con una pluma. Dicen que es el de la misma Pamela Jiles, pero ella no lo afirma ni desmiente. Una cuota de misterio no le hace mal a nadie, ¿cierto? No particularmente bien escrito, el libro es capaz de encender a cualquiera. Bien ganado el apodo de “la tetera de campo” tienes, bella Pamela. Después de leer ese libro, nos queda claro que te manejas muy bien en esas lides de las fantasías. ¿Imaginación o experiencia? Me inclino por al segunda, aunque quién sabe, en realidad. Tu divismo es algo que siempre ha estado en ti, pareciera ser parte de tu encanta. Que te la creas, que sí eres esa mujer madura de buena facha, que fue una niña de buena facha y una adolescente de buena facha en su pasado.

La tocata de ayer, a pesar de los problemas, fue increíble. La performance, a pesar de los infortunios de sonido, salió impecable, sólida y con mucha actitud. Como nos gusta. Como me gusta. Muchas gracias a los cabros de La Saint Charles Town por la hospitalidad. Y esperamos vernos pronto.

Yo, por mientras, sigo pensando en Pamela.

martes, diciembre 12, 2006

Sobre celebraciones, "fans", centro cercado y los queridos Who.


Camino muy temprano por el centro. Falta tinta para la impresora y mi viejo tiene que imprimir algo de manera urgente. A pesar de que le advertí el fin de semana “Papá, avíseme a tiempo si le falta la tinta, en la semana andaré medio ocupado”. Pero no. Con esto de su MBA a punto de terminar, parece veinteañero colapsado en un fin de semestre de universidad. Igual que la Mari y yo. Igual que mi mamá, hace unos años atrás, cuando sacaba sus ramos de Derecho impecablemente. Al final, había que ir nomás por la tinta. ¿Qué se le iba a hacerse pue? :p

Lo primero que me encuentro, al llegar a la altura de Moneda con Teatinos (vivo apenas a 3 cuadras del palacio de gobierno), es a La Moneda cercada completamente. Eran las 10 de la mañana y hacían cambio de guardia. Mi madre estaba más o menos preocupada, porque a esa hora se suponía que llegaba toda la gente a congregarse al frente de La Moneda. ¿Qué me harán?, pensaba yo. Total, tienen todo el derecho a manifestarse como quieran.

Las reacciones a la muerte del “huaso fresco e´raja”, conocido también como Pin8, me hacen ver que, en esencia, nada ha cambiado. En la ocasión anterior les había comentado que, al menos estadísticamente hablando, seguimos en el Plebiscito de 1988. O sea, en 18 años no ha pasado NADA. ¿4 gobiernos seguidos de Concertación? NADA. ¿Primera mujer Presidenta? NADA. ¿La Última Tentación De Cristo sin la censura que la dejó prohibida en su estreno, y por más de 10 años? NADA. Es como que nos hubiésemos quedado en una burbuja temporal, donde los polos jamás cambiaron. ¿Socialismos renovados, alianzas por Chile? Nuevos nombres, mismos ánimos. Si veo por la tele a un grupo de viejas histéricas llorando a su “tata”, me recuerda esas imágenes de la tele a colores del living del departamento donde vivimos gran parte de los 80, cuando Pin8 hablaba ante sus “fans”, diciendo cosas en contra de los “marxistas-leninistas” (¿Se puede ser ambos? ¿Existe eso? :p).¿En qué mundo viven? ¿Qué onda con esa gente? ¿No piensan?

En fin… seguía avanzando por el centro, y nada. Salvo un detalle: pacos por todos lados, con cascos y una especie de escudo en los brazos, preparados para una masacre. Y la masacre no llegó, al parecer. Estuve cerca de una hora pegado en el centro, entre esperar que abrieran el local (ahora, en prácticamente todos los locales están abriendo a las diez y media, ni más ni menos :p), pedir la carga de tinta y devolverme lo antes posible para dejar la impresora funcionando para mi juvenil progenitor. Y el caos “temido” nunca llegó.

Llegando a la casa, y después de dejarle la impresora lista a mi viejo obviamente, prendo la tele y me encuentro con la cobertura, en todos los canales de la tele abierta (los mismos que temen decir “Dictador” y, en vez, dicen “General en retiro”), del funeral del finao. Hablan sus nietos, dando sendos discursos. Habla una de sus hijas. Es normal que hable la familia en estos casos. Pero ver una “multitud” gritando vítores para el “festejado” me hace volver a lo que les había dicho antes, lo de que no ha pasado prácticamente nada acá en Chile. TVN y el mega sólo transmitiendo el funeral, CHV y Canal 13 cubriendo ambas caras de la moneda: además del funeral, la junta masiva de gente opositora al Dictador, celebrando civilizadamente y reunidos bajo la estatua de Salvador Allende. ¿Dónde estaba el caos para el cual los pacos estaban preparados y armados hasta los dientes? En ninguna parte. El tránsito desviado, los conductores colapsados y los peatones corriendo a no sé donde me dicen lo contrario. ¿Dónde está la destrucción?

Al contrario. Sólo celebración. Pareciera que acá en la plaza de la Constitución hay más ganas de empezar a ir avanzando, a pesar del dolor. De sacar algo bueno de todo esto. De cantar “adios carnaval, adios general!” junto a Sol y Lluvia en el acto que se hizo hace un rato. De sacarnos al “huaso fresco e´raja” de nuestras espaldas y de no olvidar, sino que pedir justicia. El que niegue lo que pasó está mal de la cabeza, y lo compadezco. No se puede estar tanto tiempo dormido sin que te afecte la salud mental. Esas “fans” del “huaso fresco e´raja” neecsitan un remezón, una sacudida que las haga ver que los otros, esos que no dudan en llamar “comunistas de mierda”, son sus hermanos, sus compatriotas. Pero lo más seguro es que se mueran sin haber despertado.

Caminando de vuelta sonaba por los audífonos A Quick One While He´s Away, de The Who. Una mini ópera que cuenta una sórdida historia de extravío, insatisfacción, virilidad, esperanza, calentura y perdón. La vida misma, en unos 7 u 8 minutos de puras canciones cortas. En la parte final, el coro dice “you´re forgiven”, mientras la guitarra del gran pete Townshend aúlla con sus molinos de brazo, el delirio de Keith moon en la batería, la voz potente que comenzaba a mostrar Roger Daltrey y las líneas de bajo que John Entwhistle combinaba tan bien con su falsete en voz. Una delicia para los oídos.

Esa línea final de la mini opera de mis queridos Who me hace preguntarme: ¿Llegará el día en que acá se digan “estás perdonado” esos dos mundos que parecen dos Chiles distintos? Lo único que me queda claro es que, desde el Domingo 10 de diciembre de 2006, ese camino está más cerca. Aunque sea un poco.

domingo, diciembre 10, 2006

Y la justicia divina... ¿cuándo?


El 10 de diciembre ya no será lo mismo. Un día en que se celebran internacionalmente los Derechos Humanos y en el que, dependiendo del movimiento de calendario, y si correspondía a ser un segundo Domingo de diciembre en un año de elecciones, sólo tendría una connotación circunstancial para la vida cívica de Chile, ahora marcará un cierre, un punto (no) final y una ruptura. Ho (y acá cito meros datos duros), Domingo 10 de diciembre de 2006, falleció el ex Dictador Augusto Pinochet Ugarte, a la edad de 91 años, debido a un empeoramiento de su condición cardiaca, una “descompensación aguda”. ¡Esas ironías de la vida! ¡Justo en el día Internacional de los Derechos Humanos!

Honestamente, yo esperaba que esto sucediera el mismo día en que confirmaron su ingreso al Hospital Militar, la semana pasada, por el infarto al miocardio. Pero, al parecer, aún le quedaba de sufrimiento físico terrenal, antes de irse derechito al más visceral de los infiernos imaginables. Hoy, finalmente, cayó. ¡Y ya cayó! ¡Y se murió! Como diría la canción popular: “adiós carnaval… ¡adiós general!”.

Es difícil no tener un juicio sobre Pin8. “Viejo culiao”, asesino, dictador, monstruo, demonio, “tata”, héroe, salvador, “mi general”. Términos tan opuestos despertaba el susodicho, que de seguro no descansa en paz. A mí se me ocurre otro: “huaso fresco e´raja”. Un weón caradura que no dudó en vender su alma al diablo y ascender a la cúspide del país, diciéndose un “patriota”. La cosa no es tan sencilla para pintarla de un solo color. O, ¿es lo más elemental del mundo? A veces, pareciera que sí.

¿Se acuerdan de los apagones, de la radio a pilas que escuchábamos informando al respecto y de las protestas? Yo sí. Era apenas un niño pequeño, de no más de 7 años de edad, y estaba plenamente conciente de lo que pasaba alrededor. El que diga que no pasaba nada es porque o quiere hacerse el weón o porque vivía en una burbuja de cristal mientras acá se peleaba en la calle por los derechos que nos son inherentes a todos.

Para mí, lo que pasó con la esencia del chileno es lo que pasó en la cúspide del poder. De tener a un dandy elegante, culto, inteligente y visionario como fue Allende, pasamos a tener a un huaso ladino, ladrón, oportunista y bruto como lo fue hasta su muerte Pinochet. Era cosa de revisar los archivos y verlos hablar en discursos y entrevistas. Son la metáfora precisa de lo que nos pasó como pueblo, con nuestra cultura y con nuestras aspiraciones. De querer trascender a querer sobrevivir. De expresarnos con una mediana civilidad a comunicarnos a grito pelao y prepotencia de cuartel. De querer formar identidad a adoptar cualquier mierda que alguien nos diga.

Pareciera que no han pasado estos 33 años. En Chile, aún no hay un consenso definitivo sobre su figura. Y vemos exactamente el mismo porcentaje que arrojó el ya legendario Plebiscito de 1988. Si se fijan en las encuestas (sé que están manejadas, pero algo es algo :p), un 55 % cree que NO se le deben rendir honores como “ex Presidente”. Prácticamente, el mismo porcentaje que, mostrando una inusitada y (gracias a Dios) no olvidada cultura cívica, le dijo que NO ese octubre de 1988. Necesitamos urgente, por nuestra salud cívica, decir las cosas por su nombre. ¿”Pronunciamiento”? NO! Golpe. ¿”Presidente Pinochet”? NO! Dictador Pinochet. ¿”Gobierno Militar”? NO! DICTADURA.

El legado de Pin8 es nefasto. ¿Acaso la “salvación económica” justifica el genocidio? Quien lo afirme, que revise su cabeza y su sentido común. Retrocedimos culturalmente. Retrocedimos moralmente. Retrocedimos cívicamente. Chile tiene una enorme herida que, esperamos todos, sane con el tiempo. Ojala que la historia se escriba como corresponde. La justicia no lo condenó y no pagó un solo día por todo el daño hecho. Ahora debe estar enfrentando ese juicio del más allá, de donde ninguno de nosotros se estaría librando. O quizás no. Quién sabe.

Lo único que me queda claro es que Pinochet fue un cobarde hasta sus últimos momentos. Es una pena tremenda para Chile que nunca en su vida haya pagado sentencia por lo que hizo. Una lástima que todos los procesos por Derechos Humanos queden truncados tras la partida de este viejo cobarde. No tiene perdón de Dios, el que tanto invocó en más de una ocasión. Quizás sí pagó, antes de morirse. Lo pagó con su salud, su estabilidad mental (si alguna vez la tuvo), su deterioro y su putrefacción física. Dejó este mundo hecho una mierda.

¿Morimos como actuamos? Si nos atenemos a este caso en particular, queda claro que sí. ¿Merece funeral de estado y honores como “ex gobernante”? No, pues su llegada al poder fue sucia, ilegítima y maricona. ¿Merece compasión? En lo absoluto; alguien tan soberbio, que nunca reconoció y asumió de verdad (¿acaso creen que fue “de corazón” la declaración de su cumpleaños número 91), no merece lágrimas.

De todo esto, lo único que me queda claro es que tenemos que dejar de decirnos “fachos culiaos”, “comunistas de mierda” y otros epítetos denigrantes que más de una vez he escuchado en mi vida, de un lado a otro, como si fuera un “ring de chuchás”. Frases tipo “si te pones comunista, te echo de la casa” no son las que deben decirse entre familiares.

Quisiera que todo mejorara. Que no le den honores que no se merece y que no se le recuerde por algo que no fue, aunque nos quisiera hacer creer lo contrario. Ojalá que el tiempo esclareciera las ideas y los juicios fuesen uno solo. Sólo así podremos aprender y crecer. Nada de olvido, que mata nuestra historia y adormece nuestra memoria.

Y la justicia divina… ¿cuando? ¿Llegará? ¿Le habrá llegado? ¿Seguirá el calvario que él mismo se forjó con sus decisiones? Eso no lo sabemos, sólo podemos creerlo.

miércoles, diciembre 06, 2006

Sobre la creatividad (o la falta de ella) y Mónica Bellucci.


El calor atonta la cabeza. Siendo las cuatro de la tarde, el cráneo se siente explotar. No hay mucho por hacer, salvo ir revisando la modesta colección personal de películas. Por los rayos catódicos de la tele se filtran imágenes que ya he visto más de una vez. Algunos diálogos los puedo citar, y otros los puedo recordar vagamente. Mejor me consigo un ventilador para la pieza, uno de esos pequeños, que no abultan mucho.

Mi creatividad es prácticamente nula. Mi primo/hermano/amigo, con su honestidad brutal habitual, me lo recuerda cuando estamos hablando. Debe ser de las pocas personas que me dice las cosas cruditas. Sin anestesia. Creo que nunca me ha felicitado por nada. Menos lo va a hacer cuando ve que yo no hago absolutamente nada con mis ideas. “Tu contexto te ha impedido ser creativo”, sentencia con la tranquilidad del que sabe que tiene la razón y que no lo pueden contradecir. Por más argumentos que presente, sé que está en lo correcto. Mejor que cuelgue el teléfono. El servicio es bastante caro como para estar escuchando cosas que nos e quieren escuchar.

Vuelvo a la pieza. En una de esas, me puedo quedar dormido. Como que necesito recuperar el sueño. Durmiendo a ratos por exámenes, pruebas y trabajos no le hace bien a mi gastado cuerpo de 25 años. Después de la experiencia de estar ocupado de Lunes a Domingo en lo de la grabación del disco y las clases, le tomé el valor al descanso y al, literalmente, no hacer nada. Mirar al techo, al horizonte o a un punto fijo se han vuelto wenos viajes temporales. No subestimen el tiempo de la nada.

Escuchar a la hermosa Joni Mitchell y su Both Sides Now me calma por unos momentos. ¿Podré crear algo a partir de eso? No lo sé. Pero se siente rico el escucharla, como si me estuviera susurrando con esos tonos altos a los que llega con facilidad. Ella es una de esas musas inspiradoras de las que hablé una vez por este mismo medio. ¡Ahora sí que haré algo! Pero nada sale de mi abultada cabeza, salvo el acordarme de algunos acordes que ella hace y del hecho de que está en la banda sonora de mi película favorita, Almost Famous.

¿Es dañino para la creatividad el ser tan busquilla? Creo que sí. Y debería funcionar de manera opuesta. Pero creo que tanto dato, tanta memoria, tanta weá en la mente como que no va ayudando en el proceso de encontrar tu propia voz y tu propia identidad. Me acuerdo que Paul McCartney se refirió a eso en alguna oportunidad, de la dicha de no saber de teoría musical, que le gusta maravillarse como cabro chico en todo momento. O la sencillez abrumadora del viejo y querido Neil Young, cuando conversaba con Jim Jarmush, mientras filmaban varios momentos de la gira con los Crazy Horse en 1996. Si Jim Jarmush salía con algo muy intelectual, Neil Young lo bajaba a sus términos, a lo más elemental, a la tierra misma. Uno se eleva, y el otro le recuerda que las cosas simples se hacen medir. Eso me deja contento y saco el DVD del Year Of The Horse del equipo.

Me acuerdo de Irreversible, esa película de mierda. Le digo así porque el directror, Gaspar Noé, recurre a lo más crudo y lo más maldito de nuestra condición de humanos para mostrarnos violentamente cómo realmente somos o, mejor dicho, de lo que somos capaces. Tanta crueldad, tanto sufrimiento, tanto dolor. Y lo peor de todo es que pasa. Lo que más duele ver es la horrible escena donde vemos a la increíblemente hermosa Mónica Bellucci tendida en el piso, en medio de un túnel de mala muerte, siendo atacada por un hijo de puta que la golpea y la viola. La escena es larga y te puede dejar con pesadillas. Ya no hay límites para mostrar el dolor en pantalla. Cada vez más “realista”.

Mónica Bellucci consume mis pensamientos. Es como una tía joven (la mujer tiene unos muy bien llevados 42 años), de esas de las que uno estuvo perdidamente enamorado en la preadolescencia. De esas tías que te van enseñando más de una cosa con tan solo su presencia. Pero Mónica Bellucci es inalcanzable. Es una diosa. Una diosa del olimpo, que no va a bajar de ahí porque un no creativo de 25 años se lo exija.

Ella me encanta, me cautiva. Es una de esas musas. Bastante lejana, eso sí. Hay otras musas que tengo que son más cercanas, chicas que conozco. A más de una se lo he dicho. Y se siente bien el decírselos. Podrían intentarlo. Pero decírselo a Mónica Bellucci cae dentro de lo platónico y lo totalmente improbable.

Pero sí sé que su sola presencia espiritual me ha motivado a escribir esta sarta de estupideces. Es un paso que sea. No puedo tocar guitarra a esta hora porque es re tarde y puedo molestar a mi gente acá, que intenta dormir mientras tecleo

¿Será creatividad? Ni idea. Pero es un intento, un pequeño paso que se da a estas horas en que el sol ya se escondió hace rato, pero que el calor sigue presente. Al lado la Kitty se estira en el sillón. La gata rollinga ni se preocupa de todo este rollo de la creatividad. Duerme con una sonrisa en el rostro.

Quiero hacer un dúo musical con una chica, en la onda de Johnny Cash y June Carter, de Gram Parsons y Emmylou Harris. Quizás ahí la creatividad fluya. Lo intentaré, al menos.

Mónica Bellucci me inspira. ¿A alguien más? No soy uno, sino mil. Recuérdenlo.

jueves, noviembre 30, 2006

Sobre el tocar en vivo, The Who en marzo y Weichafe en la SCD.


Otra vez vamos llegando a fines de semestre. Recién estaré completamente desocupado de actividades meramente académicas el próximo Martes, cuando presentemos un trabajo cuyo tema no manejo en lo absoluto, pero sí puedo aportar en cosas técnicas. Además, un examen el Lunes. La Bestia Rock seguirá en diciembre, y me imagino que iré haciendo más de alguna modificación al formato. Estén atentos en RadioUC.

En lo que respecta a Fother Muckers, hay puras wenas nuevas. Partiendo por el hecho de que en la tocata del pasado Sábado 25 de noviembre, abriendo para los amigos de Teleradio Donoso, nos fue bastante bien (muchas gracias a Alex Anwandter, Cristóbal Fredes y compañía por la invitación; y tienen unos VOX preciosos!!!!). Ya vamos en vías de hacer un show perfecto. Lo que me deja satisfecho es que somos capaces de prender al público. Y que gran carrete alter tocata! Así da gusto. ¿Me acostumbraré?

Personalmente, no disfruto mucho los shows "correctos", "perfectos" e "impecables" porque, sencillamente, creo en la capacidad de generar toda una experiencia sobre el escenario. Es lo que he visto de The Who, en Neil Young y sus caballeros de Crazy Horse, en Pearl Jam, en Bruce Springsteen, en La Renga (que están sacando DVD en vivo ahora y un nuevo disco de estudio para fines de año!) y en los queridos Weichafe. Esa capacidad de apelar a lo más esencial de nuestras almas y nuestros corazones. Eso, para mí al menos, no lo logra un show en que todo salga como "relojito de millones de pesos", sino que un show donde lo espontáneo, obviamente dentro de un marco que se entienda el mensaje, sea lo que prime. La honestidad arriba del escenario, el ser tú mismo, el no contrincarte (¿lo dije bien? :p) ni limitarte. Simplemente, dejar que todo siga su curso. Disfrutar.

Lo anterior me lleva a mencionarles la foto que subí. The Who versión 2006, con pete Townshend y Roger Daltrey como únicos sobrevivientes, confirmaron fecha y lugar para Chile!! Miércoles 21 de marzo, en el Estadio Nacional!! Honestamente, creo que es un riesgo lo del Estadio nacional. Yo los veía totalmente cómodos en un Santiago Arena, o en un San Carlos de Apoquindo. Sé que The Who no tiene el arrastre que sí tiene Pink Floyd. No es un riesgo que Roger Waters toque el mismo marzo de 2007, nuevamente, en el coliseo ñuñoino (muy prensa? jajajaja). Pero sí para The Who. Espero equivocarme, y que ese Miércoles 21 de marzo esté repleto. Es una oportunidad única en mi vida. Y, lo más probable, es que pueda ir a cubrirlo!! Un sueño hecho realidad. Y quedan poco más de tres meses para ello!!!

Todo el ajetreo que bordea el colapso (habitual de fines de semestre, en todo caso :p) me impedirá ir a cualquiera de las súper fechas en la SCD Vespucio, donde los Weichafe, la mejor banda de rock nacional en estos minutos, estará presentando su discografía completa el Viernes, Sábado y Domingo, a razón de un disco por día. Primero, el Tierra Oscura del Sol. Después, el disco rojo (Weichafe). Finalmente, el Pena De Tí. A eso agréguele las canciones del cuarto disco, Harto De Todo.

La experiencia no es inédita para los cabros. En junio de 2004, tocaron sus dos discos hasta entonces un Viernes y Sábado, en un ciclo en el que bandas de rock tributaban a grandes figuras de la cultura de Chile. A Weichafe le tocó tributar la figura de Víctor Jara en dos jornadas seguidas. En vez de preparar un repertorio con solo covers, los cabros aprovecharon de tocar absolutamente todo lo que habían grabado y editado hasta esos días. El primer día, el Tierra Oscura Del Sol. El segundo, el disco rojo. Entremedio de cada set, 4 covers del gran Víctor Jara: Te Recuerdo Amanda (habitué de los sets de Weichafe de esos días), Plegaria A Un Labrador, Vamos Por Ancho Camino y El Cigarrito en clave de rocanrol, con una cruza notable con Yer Blues. Por lo tanto, sé cómo se viene en algo la mano de este fin de semana. Una lástima no poder ir.

En ese tiempo, yo escribía comentarios de las tocatas de Weichafe para su página oficial. Para ese entonces, llevaba unos seis meses entregando comentarios. Estaba medio aburrido de hacer el mismo tipo de texto una y otra vez, por lo que decidí variar un poco el formato. Y les hice una entrevista en extenso en la sala de ensayo, a pocos días después de esos shows en la SCD. Ese mismo día, me tocaba un examen de Historia Contemporánea y preparar un debate para un ramo llamado Textos Ciencias (de esas cosas que ponen en el Plan Común para puro webear). Estuve casi dos días fuera de casa, cargando bolsos con cuadernos, fotocopias, material diverso y ropa. En vísperas del invierno, cuando hace mucho frío y los días son grises.

La entrevista la fui transcribiendo mientras cerraba el semestre y ella me ayudó a transcribirla. El artículo, que mezclaba impresiones del show con declaraciones de los cabros, fue subido en tres partes al sitio. Fue la última vez que escribí para la página de Weichafe. Después, iba a las tocatas a pasarlo bien, beber para ahogar las penas y conocer amigos que aún conservo en estos días.

Cuando lo encuentre completo, lo subiré por estas vías de la internerd. Por ahora, a seguir estudiando. Queda muy poco!

Nos vemos, queridos habitues!

domingo, noviembre 26, 2006

A Clockwork Orange.


Por lo primero que me enteré de A Clockwork Orange (La Naranja Mecánica, como la hemos conocido legendariamente por estos lados de habla hispana), del "late great" Stanley Kubrick, fue al ver el afiche en alguna tienda del Eurocentro, siendo yo muy niño. No cachaba nada, ni siquiera la arrendé en mi temprana adolescencia. Fue recién teniendo 17 años, y en Cuarto Medio en el Instituto Nacional, que la vi. Y fue precisamente en el colegio, en el ramo de Castellano. A Iván Peña, el profe, un ex alumno y fanático del rock, que también las oficiaba (no sé si seguirá haciéndolo) como vocalista de una banda de covers de Judas Priest, le gustaba sacarnos de la rutina del programa para mostrarnos clásicos de los 70 y más de algún wenísimo documental.


¿Qué puedo escribir sobre A Clockwork Orange que no se haya escrito antes? Fácilmente, es una de las películas más rupturistas de toda la historia. Aún hoy, a 35 años de su estreno, sigue siendo de vanguardia y de avanzada. Aún hoy, A Clockwork Orange mantiene ese toque fresco del riesgo, pero tocando tópicos que han estado presentes desde el comienzo de la humanidad: la moral, el cambio, las vueltas de la vida y lo que podríamos considerar como "justicia divina" o el llamado "karma". Todas esas cosas, más la libertad de pensamiento (el único lugar en el cual podríamos ser realmente "libres", como nos va mostrando la película), son tópicos que nunca dejarán de estar presentes.

La ultra violencia que profesa y practica con vigor el joven Alexander De Large (Malcolm McDowell, en el que fue por lejos el mejor rol en su aún activa carrera), es la misma violencia que vemos en cualquier esquina de cualquier barrio, a determinadas horas y en no tan pocos momentos. Su mirada insolente de la primerísima toma de la película nos muestra al tipo que no tiene absolutamente nada que perder, y que actúa como si no nada tuviese consecuencias. Junto a sus "droogos", sale todas las noches a esparcir las enseñanzas de la ultraviolencia, dando palizas de antologías y violando a las mujeres que se les crucen (un dato: el Singing In The Rain torna otro significado si la canta Alex De Large). Después de cada jornada/festín de violencia, llega a su casa a escuchar a su ídolo de todos los tiempos, Ludving Van Beethoven, en su moderno sistema de sonido. De día, recorrerá los lugares de encuentro de cualquier joven de su época, se llevará más de alguna chica a su casa, y se preparará nuevamente para otra jornada de 1-2 ultraviolencia. Obviamente, tiene que llegar un punto en que todo termine, como pasa a diario.


Alex pasa por la conversión forzada, a palos, tal como si fuese un animal en un laboratorio. La redención a la fuerza, la domesticación de los instintos, lo que conocemos como "rehabilitación" y "reinserción en la sociedad". Sin embargo, la llama original, ese instinto animal y denominado como "irracional", no se va de la noche a la mañana. Nos acecha y nos perturba en medio de nuestro nuevo estado de "lucidez". Le pasa a Alex, quien no logra definitivamente esa reinserción. El mundo a su alrededor ha cambiado y, definitivamente, le irá recordando cada cosa que hizo. El karma, como le podríamos decir. Todo se devuelve en la vida de los mortales, no importando lo ultraviolentos y poderosos que sean.

Al menos, esa es la moraleja que deja el libro del cual se basa la película, escrito pro Anthony Burguess, quien utilizó una jerga basada en el ruso, dándole un toque atemporal a su relato. Kubrick lo lleva de manera sublime a la pantalla grande. En amplias tomas y cuidadosos acercamientos, en lúdicos códigos a veces y una realidad que raya en lo descarnado, el genial director logró ilustrar sublimemente el mensaje anti-violencia. A pesar de que aparenta ser una celebración de ésta, Kubrick la condena sobremanera. Prohibió que se estrenara en Inglaterra y exigió que la sacaran de circulación tras enterarse de que varios grupos andaban practicando lo visto en el film. ¿La condición humana de la asimilación? Al final del día, todo es elegido libremente.

A Clockwork Orange es del tipo de películas que no te sueltan nunca, y te acompañan durante toda la vida. Lo que expone siempre está vigente, pues es parte de la esencia del hombre, el único animal capaz de hacer daño a los de su especie. El único animal que destroza su entorno y que alberga algo de maldad en su alma. Esa maldad que le hace invadir todo lo que le rodea, acaparar por deporte, eliminar al más débil y exprimirlo. ¿Maldad? depende de como se le mire.

Un detalle freak: la edición gringa del libro de Burguess, del cual se basó Kubrick para adaptarlo, omite el último capítulo. En él, un Alex habría vuelto a las andanzas de la ultraviolencia, para llegar a un punto en que él mismo, sin que nadie se lo obligue, decida dejarla. Ahí queda claro el concepto de la evolución que Burguess quería darle al relato, más que el de la rehabilitación y reacondicionamiento conductual. Al final, se supone, es uno mismo el que logra cambiar. Sin entrenamiento externo no reeducación de conductas. Sólo la propia voluntad.

Si no la han visto, consígansela. No es del tipo de películas que pasen a cada rato en el cable, pero sí es re fácil conseguírsela por ahí.

lunes, noviembre 20, 2006

Love.


Ha llegado un nuevo tercer Lunes de noviembre. Como ha sido la tónica, un “nuevo” material de The Beatles aparece en las disquerías del mundo. Claro que éste es especial. Se llama Love y es el primer material inédito editado desde los Anthology. Inédito no por el fondo, sino por la forma.

¿Qué es Love? Es el complemento sonoro de la nueva puesta del célebre Cirque du Soleil, que se está presentando con éxito desde julio de este año. La puesta en escena recorre la historia de los Beatles a través de sus canciones, deconstruyendo su música hasta dejarla en su más elemental expresión: melodías innovadoras, hermosas y frescas, música atemporal, la construcción de un lenguaje único, del cual nos hemos valido todos desde entonces.

Acá pueden ver una muestra del show, en el programa de Jay Leno del Viernes pasado...


¿Por qué será que, tras 35 o 36 años de su separación, los Beatles suenan tan frescos como, dicen (de esto sólo tengo conocimiento por lo que dicen, pues obvio que no lo viví, como Pirincho sí lo hizo :p), sonaban en 1970? La respuesta es una sola: el amor. Según Yoko Ono, quien eligió el título para esta nueva entrega en disco, el amor era el sentimiento básico de toda la música que los Beatles hicieron juntos.

De la mano del genuino "quinto beatle", el productor George Martin, junto a su hijo Giles, se nos viene la más innovadora colección de música de The Beatles en una forma en la que jamás la habíamos recibido hasta hoy: remezclada y reinterpretada. La música habla por sí sola en los casi 80 minutos que dura este Love, en 26 tracks que son mucho más que 26 canciones. El viaje parte con la versión a-capella de la hermosa Because, último testimonio de estos troesmas de las armonías vocales, siguiendo con ¿A Hard Day´s Night? o ¿The End? ¡No! con Get Back, que incluye partes de las 2 canciones antes mencionadas, además del avión del inicio de Back In the USSR. Después, una breve Glass Onion, que sirve de pasaje para relajar los ánimos en la genial combinación de Eleanor Rigby con Julia, Paul y John unidos por un mismo tono y un mismo sentimiento. En Love, esa es la tónica: la reconstrucción del legado de los Beatles, integrando absolutamente todo.

Un pedazo que parece sacado de A Day In The Life da paso a una, aparentemente, intacta versión de I Am The Walrus, que da un salto directo a los gitos de histeria de la beatlemanía y una breve I Want To hold Your Hand, como para dar cuenta de esa inocente etapa. Luego, una rockeraza Drive My Car/The Word/What You´re Doing, que le incluye, más encima, el solo de guitarra de Taxman. ¿Qué tal? Y todo breve (recordemos que el Love es un repaso, no una antología de los Beatles). La sorpresa de Gnik Nus (léase al verre :p) es la intro perfecta para una solemne Something, del siempre iluminado George Harrison, el Dark Horse, con un coda traído de la Nowhere land (escuchen y sabrán de lo que hablo :p). Pegada, una de las más enérgicas y sicodélicas pegadas del Love, con Mr Kite y I Want You, todo en un solo paquete, junto a los ecos de Helter Skelter.

¿Mucha info? Esto sigue, con la casi intacta Help! y la bella mezcla de un Blackbird bajado en un tono, como intro de Yesterday, y McCartney al natural (me la iamgino pegadas con Jenny Wren). Sigue una notable revisión, uno de lso signles de este disco, con Strawberry Fields Forever, que pareciera pasar por todas sus etapas: Lennon solo, con sus compañeros agregándose enla legendaria Take 1 del Anthology y un coda que reúne a Penny Lane, Piggies y Hello Goodbye, un deleite sonoro para los freaks beatle que abundamos en este mundo. Un mismo deleite sicodélicod el oriente trae Within You Without You y Tomorrow Never Knows, decantando en una impecablemente mezclada Lucy In the Sky With Diamonds, con un final de ensueño, justo para combinarlo con una bellamente alterada Octopus Garden, con Ringo cantando más lento y un guiño sutil a Yellow Submarine.

The Beatles - Strawberry Fields Forever (Love version)

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Después de tanta atmósfera, llega una de las más logradas: Lady Madonna, que por sí sola incluye al menos 4 canciones adicionales (Hey Bulldog bajada de tono, el solo de Clapton en While My Guitar..., la intro tribal de Why Don´t We Do It In the Road y Penny lane, una recurrente en el CD). después, George se toma las pistas con Here Comes The Sun pasada por un The Inner Light que te estremece el corazón. La que te estremece las entrañas es la poderosa Come Together, "juntada" con la garndiosa Dear Prudence y el final de Cry Baby Cry, en un jolgorio espiritual único.

The Beatles - Lady Madonna (Love version)

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La siempre contemporánea Revolution se funde con Back In The USSR y unos vocals de Paul hasta ahora inéditos, que dan paso a la irremediablemente bella (y “enchulada” acá, pro cierto), While My Guitar Gently Weeps en clave Anthology. Depsués, un A Day In the Life tal como siempre lo quiso desde el fondo de su crazón George Martin, con el "sugar plum fairy" de John como intro y el clímax de orquesta. El viaje se torna épico con la llegada de Hey Jude en clave resumida, con un midle eight a capella.

Ya en los descuentos, una ceremoniosa reprise de la banda del Sgt Pepper, que desemboca en el grand finale del montaje, All You Need Is Love, gloriosa y espiritual como siempre lo ha sido, incluyendo susurros de Baby You´re A Rich Man, Think For Yourself, y una Good Night con los cuatro de Liverpool jugando, como si no existiese la muerte para ellos.

Un video con el lanzamiento d ela puesta de Love, que reunió a Paul, Ringo Yoko (viuda de John) y Olivia (viuda de George)...


Y todo lo que necesitamos es amor. Todo lo que necesitamos, en este minuto, es escuchar el Love una y otra vez, pillando todos esos guiños (que acá me di el lujo de compartir con ustedes. Bájenlo. Cómprenlo. Escúchenlo. Llena el corazón y el espíritu, siendo al mejor de las terapias. Es que con The Beatles es así nomás. Como para nunca perderlos de nuestros recuerdos y de nuestras vidas.

jueves, noviembre 16, 2006

El "arreglatonadas".


Hace unos días, mientras hablaba con mi primo/hermano/amigo Francisco, se nos ocurrió un término bastante divertido, o bastante poco original, todo depende del prisma con el cual se le mire. El término en cuestión es lo suficientemente explícito y claro como para entrar a explicarlo en detalle. El término es "arreglatonadas".

Pero, como el espacio es bastante (esos grandes cinco mil caracteres que permite esta weaita de fotolog), podemos compartir con detalle sobre el término. Resulta que el "arreglatonadas" es un concepto que hace directa alusión a, precisamente, arreglar tonadas. Arreglar canciones, arrancarlas de su fuente original e incorporarlas a tu propio bagaje de una manera natural, tan natural que perfectamente puede parecer que la canción en cuestión es de aquel que la arregló, la embelleció y la hizo propia.

Siempre ha habido "arreglatonadas" en la música popular. Especialmente, en la tradición folclórica a nivel mundial, donde bien sabemos que las tonadas fundamentales son aquellas que han pasado de generación en generación a tarvés de la escucha. Nadie se atribuye crédito por ellas. Nadie dice "esa la escribí yo!". Nadie se adjudica el valor autoral de ninguna de ellas. En los créditos, todas dicen "traditional", y, en ocasiones, al lado de esa estampa de tradicional, aparece un "arrangements by...", el único tipo de crédito que un "arreglatonadas" puede jamás tener sobre canciones ajenas. Eso va para las tradicionales, pro supuesto. Un gran arreglador, un genio de este "género" por decirlo de alguna manera, era Leadbelly, quien grabó más de 500 canciones en su carrera. Recorrió Estados Unidos de punta a cabo. Un camino que también recorrió el gran folclorista Woody Guthrie. Y Violeta Parra.

El "arreglatonadas" se reinventa en los 50, con la aparición del rocanrol en las ondas radiales y en los sencillos de 45 rpm. Era bastante común que viejas tonadas de Rythym & Blues fueran retocadas en clave de rocanrol blanco. También viejas tonadas de country, convertidas al 4/4 característico de la música que se puede bailar con un desparpajo como pocos. En esto, un gran "arreglatonadas" fue, aunque usté no lo crea, Elvis Presley. Un ejemplo claro de esto es lo que hizo con Blue Moon Of Kentucky, casi a modo de webeo, en los estudios de Sun Records. Una country tradicional convertida en rockabilly por obra y gracia del "rey" del rocanrol. Si alguien quiere argumentos para defender a Presley del típico ataque que se le hace por los cagazos que se mandó, este es uno que puede utilizar. Ese fue el camino que siguieron sus fans al otro lado del atlántico, esos chicos británicos que revolucionaron todo lo que se les cruzó en el camino.

Pero el gran "arreglatonadas" de todos los tiempos fue, principalmente, un autor de excepción, el tipo que ven en la foto: Johnny Cash. Siempre tuvo el gen de "arreglatonadas" dentro de su formación musical. Sin embargo, es recién en su reinvención de los noventa que esta cualidad aparece en gloria y majestad. Orientado por su productor, el gurú Rick Rubin, Cash grabó canciones compuestas por autores contemporáneos, puros tipos que crecieron, probablemente, escuchando al gran Cash en sus días de gloria. En el primer American ERcordings de 1993, Cash grabó, además de sentidas canciones propias, versiones asombrosas de canciones de Leonard Cohen, Glen Danzig, Kris Kristofferson y Loudon Wainwright. De esas, les recomiendo la emotiva Thirteen, original de Danzig.

Cash siguió la línea en los American Recordings que siguieron. Es así que nos vamos encontrando con sentidas revisiones de Soundgarden, U2, los mismísimos Beatles, Nick Cave, Neil Diamond, Ian Tyson, Hank Snow, Merle Haggard, Depeche Mode y Nine Inch Nails. Con esas grandes versiones es que el térmono "arreglatonadas" alcanza su máxima expresión. Es que Cash, más que un arreglador nato, era un intérprete único. Hay muy pocos tipos en este mundo que logren siquiera acercarse al nivel de emotividad con que grababa e interpretaba el gran Johnny Cash. No necesariamente tenía que tocar él. Bastaba con que impusiera su voz única en el registro y la magia de "arreglatonada" ya estaba en el ambiente.

Sin dudas, una de las versiones más cargadas de emotividad es la que Johnny Csh hizo para Hurt, canción de Nine Inch Nails. "En esa canción hay más corazón, alma y dolor que en muchas desde hace largo tiempo. Me encanta". La tomó y la grabó, sorprendiendo gratamente a su autor, Trent Reznor. Al comienzo, reaccionó con perplejidad. "Me sentí invadido. Esa canción era mi criatura. Era como si hubiera construido una casa y otra persona se hubiera instalado en ella. Cuando escribí esa canción, sólo me consideraba a mí mismo narrándola. Es mi voz. Por eso me resultó tan extraño al principio. Además, ni bien se oye su voz, se sabe que es Johnny Cash. Y eso era muy raro. Nunca, ni en mis sueños más salvajes, pensé que escribiría una canción que Johnny Cash querría cantar. Nunca pensé que nuestros caminos se cruzarían. Desde entonces no volví a escuchar mi versión. Estoy tan contento con lo que hicieron con esa canción que no pensé mucho en ella. Ya superé el shock inicial, y me di cuenta de que de eso se trata la música. Yo tiré algunas cosas a la olla, y ahora se convirtieron en otra cosa. Es algo bastante poderoso”, ha contado Trent Reznor al respecto.

El hermoso video para Hurt...


Johnny Cash sigue vivo en esas canciones. Sigue vivo en las escuchadas a medianoche de su música. Su espíritu siempre está acompañándonos, inspirándonos y alimentándonos cada vez que lo necesitemos. Johnny Cash es mi copiloto, nada me faltará.

¿Tienen a algún “arreglatonadas” en sus favoritos?

lunes, noviembre 13, 2006

Sobre Fother Muckers en Copequén, el disco y fotos personales.


Reconozco que, desde hace un tiempo, este espacio de simulcast que hago en este blog con el fotolog, se ha tornado cada vez más personal. En un comienzo, la cosa no era así. Recién en la foto número 100 (entiéndase esto cn las fotos/textos del fotolog) subí una imagen de la realidad, una foto de este humilde servidor. Y la justificación no era otra más que la de celebrar la centena de escritos de cinco mil caracteres.

Sin embargo, mi propia regla tácita de evitar la auto referencia se ha ido resquebrajando. Y no es porque los temas a comentar se vayan acabando (siempre los hay, en esta extraña cabeza que tiene wena memoria para muchas cosas, una función bastante freak mía), pero en estos últimos meses las cosas han ido cambiando mucho. Y la foto que subo ahora da cuenta de ello.

Esa foto creo que la tomó Ignacia, la novia de Simón, bajista de Fother Muckers, cuando tocamos hace un par de semanas en el Clandestino de Guardia Vieja con Providencia. Creo que ya me referí a ese gran show que dimos, con diez canciones separadas en lado A y lado B, para el disfrute de la audiencia, que prácticamente colmó el local. Y eso que fue en plena mitad de semana. Nuestra vuelta a los escenarios, ahora apostando a tocar en más partes, en este camino que me gusta llamar "la vía hacia la profesionalización", que comenzó precisamente cuando se gestionó lo de la grabación de nuestro primer disco.

En estos momentos, el disco está entrando en la etapa de masterización. Las mezclas están listas y fuimos viendo el avance. Con respecto a todo ese trabajo, puedo decir que Alex Anwandter, el señor productor, es todo un genio! Muchas de las cosas que se vienen en nuestro primer disco están marcadas por un sonido atemporal. Como si hubiese sido grabado en el Big Pink, la casona en Woodstock (las afueras de Nueva York), donde grabó The Band sus primeros 2 discos, o en el estudio donde grababa Neil Young junto a sus compinches de Crazy Horse, todo en vivo. En nuestro caso, al menos, las bases se grabaron a la vieja usanza, en vivo. Guitarra rítmica, bajo y batería tocando al mismo tiempo y todo bien aislado. Lo de mis guitarras fue otro asunto. Me tocó grabar solo, intentando coordinarme de forma precisa con esas bases grabadas. Y, en algunas ocasiones, fue un proceso bastante doloroso. Pero dio sus frutos. Y, dentro de poco tiempo, podrán escucharlo. Estaremos informando, obviamente.

Ya voy en la mitad y veo que estoy dejando de lado el motivo por el cual estoy escribiendo tanta weá hoy. Cuando vi la foto que estoy subiendo ahora, que a su vez subió el wen Simón en el fotolog del grupo, me dieron ganas de subirla acá. Y, de paso, contarles algo de cómo nos fue en esa aventura fuera de Santiago, en el no tan lejano pueblo de Copequén, en el marco de la "Semana Coincana".

¿Qué era esto de la "Semana Coincana"? Una celebración de la localidad de Coinco, a unos 20 kilómetros al poniente de Rancagua (al menos, se sintió que fuésemos hacia el poniente cuando fuimos para allá). Son 5 comunas las que conforman la localidad de Coinco, una de ellas es Copequén, el pueblo de donde viene el padre de Cristóbal Briceño (vocalista de Fother Muckers), el wen Jorge Briceño. Fuimos a dar a la Semana Coincana gracias a su gestión. Y, como era de esperarse, fue en un cartel donde reinaba lo tropical, lo bailable y lo festejable. Sólo festejo con bailongo, un cartel muy poco auspicioso para una banda de rocanrol, más encima nueva, con sólo repertorio propio. Entremedio de todas esas verdaderas “orchestras” de la cumbia, había un cuerpo de baile tropical que había salido en algún matinal. Todo muy freak, en verdad.

Una de las grandes falencias de los eventos en nuestro país, ya sea en la capital como en el pueblo más insospechado que pueda haber, es la del sonido. ¿Por qué mierda siempre tiene que haber ataos con el sonido en todas partes? Como éramos los que abrían la jornada, debíamos ser los últimos en probar sonido. Nos citaron a una hora determinada, y nos dejaron esperando a, prácticamente, la hora de comienzo de todo el cuento. Apenas pudimos conectar nuestros instrumentos, con un chequeo que no duró ni siquiera unos 5 minutos, y nos echaron del escenario para partir.

Al final, nosotros no abrimos, sino que la "orchestra" de casi 8 músicos wenos para la cumbia. Después, las bailarinas ligeras de ropa que tenían su acto montado listo para calentar a una audiencia ya dispuesta para webear de lo lindo. Después de ellas, nosotros. De las 5 canciones que teníamos preparadas para la ocasión, tuvimos que dejar una fuera de la lista, apostando por las 4 fuertes que dejamos. De esa forma, abrimos con Fuerza Y Fortuna, seguimos con tirado Al Sol y, prácticamente sin respiro, con Fueron. Después de la tercera canción, subió el presentador "a echarnos de una", como pensamos. En verdad, subió para obsequiarle a Cristobal, supuesto "oriundo" de Copequén, una polera de Coinco. Terminamos con Héctor (la canción), y yo usando el atril contra la guitarra y dejándola contra el amplificador, acoplando hasta la eternidad.

Los tipos de sonido y el dueño de ese bonito Marshall querían matarme. Pero nada pasó. Sobreviví. Sobrevivimos. Y dimos un wen show de rocanrol. Si quieren saber más, les aprovecho de pasar el aviso: el Sábado 25 de noviembre, en el club MIST (en Av. Suecia), estaremos abriendo para Teleradio Donoso. Más info pronto.

Les dejo un video de la presentación del Clandestino, una canción que no tocamos en Copequén: El Conductor...


Nos vemos.

viernes, noviembre 10, 2006

Live At The Fillmore East.


¿Han escuchado algo sobre los eternamente esperados "Neil Young Archives"? Hace, al menos, 15 años que el viejo y querido cantautor canadiense con alma de gringo está prometiendo editar en extensas y exhaustivas cajas, sus extensos archivos. Entre esas múltiples delicias se encuentran sets en vivo de antología, discos completos de material nunca editado oficialmente, rarezas y demos a la orden del día y bastante material filmado y registrado ante cámaras. Una verdadera delicia para todos los que somos fanáticos de cada aspecto de la carrera de Neil Young.


Sin embargo, el siempre impredecible Neil nos ha dejado con los crespos hechos. Recuerdo que, a fines de los 90, había prometido la primera entrega de sus archivos. Que serían un par de cajas, con más de 10 CDs en total y unos 2 o 3 DVDs con video. Que recorrería su carrera. Que esto. Que lo otro. Al final, nada. Ya parecía el cuento de Pedrito Y El Lobo, avisando que venía, pro no entregando nada. En todo caso, los supuestos "archivos escondidos" los hemos conocido gracias a los numerosos bootlegs que andan dando vueltas desde que el CD comenzó a masificarse como medio de soporte.


Gracias a los CD-R y a las descargas en MP3, FLAC o SHN, hemos conocido verdaderas delicias de la discografía no oficial del viejo y querido Neil Young. Una de las más emblemáticas son la de los discos guardados en el estante, que nunca se lanzaron: Chrome Dreams, el que iba a incluir, entre otras conocidas de sets en vivo y demases, una versión acústica definitiva para Winterlong, jamás vio la luz de forma oficial. El vinilo doble con la banda sonora de Journey Through The Past se discontinuó. Y cosas rotuladas como "Neil Young & Crazy Horse - Live At The Fillmore East" comenzaron a variar entre ellas mismas.


Afortunadamente, eso está comenzando a cambiar. En un hecho inusitado, y probablemente motivado por la constante actividad de giras y lanzamientos de música nueva (léase Prairie Wind y Living With War, lanzados en menos de un año), Neil Young anunció de forma oficial que el puntapié inicial para la serie de Neil Young Archives sería la edición en CD de Live At The Fillmore East, que daría cuenta d eun show realizado junto a sus fieles compañeros de numerosas batallas, los Crazy Horse, en 1970. Entre las grabaciones de su tercer disco, After The Gold Rush, el inicio de su gira mundial en formato solitario (él solo, con acústicas y piano, pro los salones y teatros del mundo) y la actividad en CSNY (que incluyó gira y la grabación del fundamental Deja Vu), Neil Young se dio el tiempo para salir de gira junto a Crazy Horse. Los mismos que fueron antes The Rockets, integrados por Danny Whitten en guitarra, Bill Talbot en bajo y Ralph Molina en batería. Se les sumó Jack Nietzche en el piano eléctrico, conformando junto a Neil Young una increíble banda de 5 piezas.


Este lanzamiento oficial de Live At the Fillmore East incluye sólo 6 tracks. Es de conocimiento general que los sets partían con unas 5 canciones acústicas de Neil Young solo y un segundo acto, junto a Crazy Horse, de al menos unas 7 canciones, varias de ellas extendidas en deliciosos jams, donde las guitarras de Young y Whitten dialogaban de una manera única. Lamentablemente, de las cintas de multi track sólo sobrevivieron para una correcta restauración estos 6 tracks, haciendo un contundente compendio en vivo para CD de 45 minutos aproximadamente. Nada de mal, considerando que tenemos a la formación legendaria de los Crazy Horse, con Neil Young y Danny Whitten a la cabeza.

Este es el trailer oficial del CD, con un par de datos reveladores con respecto a las canciones que quedaron...



El set oficial parte con la maravillosa Everybody Knows This Is Nowhere, y sigue conb una grata soprersa: Winterlong, una de esas canciones raras del cancionero popular de Neil Young, en su versión primaria junto a Crazy Horse, un verdadero deleite sonoro, con increibles voces y un middle 8 capaz de derretir al más incrédulo de los escuchas: guitarras que construyen un hermoso solo, un diálogo celestial entre los músicos y el feeling más delicioso que pdoamso escuchar: un imperdible.


La revisión continúa con otro imperdible, Down By The River, en una extendida versión de 12 minutos y algo, con duelos de guitarra entre Neil Young y Danny Whitten. Si ven fotos de alguno de esos sets, vemos que son ellos 2 los que están a la cabeza de cada show, como 2 capitanes al mando de un batallón listos para volarnos la cabeza.

Un video montaje de fotos del show, con Come On Baby Let´s go Downtown...



Después, otra grata sorpresa, con Wondering, esa canción que recién vio la luz de lo oficial en 1983, en el incomprendido disco de rockabilly Everybody´s Rockin´. Acá, en el “mood” del primer disco en estudio en conjunto, como para viajar por la carretera. El viaje sigue con una ya conocida de algún otro set, Come On Baby Let´s Go Downtown, con Danny Whitten en la voz principal y un ritmo único. Para terminar, una apoteósica versión de 16 minutos de Cowgirl In The Sand, donde nuevamente el duelo de guitarras sobrecoge, deleita y alimenta nuestras almas.


La única que faltó, y revisando los archivos que tenemos gracias a los bootlegs, fue la electrizante versión para el clásico Cinnamon Girl. Pero, ¿de qué nos quejamos si tenemos de manera oficial el que es, probablemente, uno de los mejores discos en vivo de la historia? Un imperdible, sin lugar a dudas. Y un excelente adelanto introducción para los esperadísimos Archives.

miércoles, noviembre 08, 2006

Artículo de lanzamiento de Harto De Todo en www.toma.cl!!


Esto está subido de hace un rato en Toma.cl: la cobertura del lanzamiento del neuvo disco de Weichafe, Harto De Todo. Weno, es más que una reseña del show. Estuve reporteando una semana completa para dar cuenta de toda la previa. Hubo mucho material para mencionar. Muchos cambiso, algun accidente, expectación y ansiedad, de esa que se siente como cosquilleo en la espalda.

HARTO DE WEICHAFE (El Nuevo viaje de Weichafe)

Por Héctor Muñoz Tapia

La del Sábado 28 de octubre, ya cerrando el mes de octubre, iba a ser una tranquila velada, como las anteriores, en que los Weichafe harían una preventa de su cuarto disco, “Harto de todo”, recién “salido del horno” y prometiendo para los primeros cien en comprar el combo de disco y entrada para el lanzamiento del Viernes 3 de noviembre, un DVD de regalo. Hasta ahí, todo con absoluta normalidad.

La gente fue llegando al ñuñoíno Rock y Guitarras para la cita y acomodándose para el eventual saludo y firma de discos que habían prometido Angelo, Marcelo y el Negro. Todo normal, salvo el detalle que todos pudieron ver cuando se aparecieron los cabros en el local para el saludo: el Negro Hidalgo, caballero de numerosas y gloriosas sesiones en vivo, lucía un tremendo vendaje en su mano izquierda.

“Estaba trabajando en la sala de ensayo cortando algo con un cartonero, y me rebané la punta del pulgar”, cuenta el Negro, sentado en la misma sala donde, el Jueves 26 por la tarde, sufrió tamaño accidente. Tuvo la suerte de tener la posta cerca y que lo atendieran pronto, pero el incidente le obligaba estar en reposo, al menos un mes. “Imagínate cómo estoy, si el próximo Viernes lanzamos disco y toco sí o sí”, agrega, mientras se revisa el no tan “piola” parche que reemplaza a la venda enorme que lucía el Sábado de preventa. El accidente alteró sobremanera la forma de trabajar en los ensayos de los Weichafe. Las sesiones de los días previos ya no son tan intensivas como las de antes del accidente, en donde tuvieron que darle forma como banda en vivo a las canciones nuevas.

Ese Sábado 28, a pesar de los problemas evidentes del buen negro, ofrecieron un set acústico para los presentes. Las bromas solidarias para el batero no tardaron en manifestarse, incluso entre sus compañeros. “¡Tras un esfuerzo de producción, hemos traído al baterista de Def Leppard!”, anuncia Ángelo al micrófono, en alusión directa al modo de tocar de Hidalgo: a una sola mano, con la izquierda lejos de cualquier intento de baqueta. Y se defendió bastante bien dentro de un entorno relajado con la guitarra de palo y el bajo de 4 cuerdas que tocó Marcelo. En el carrete de medianoche, el Negro ya pensaba qué hacer. “Copeteado, con calmantes, no sé cómo, pero estaré tocando este Viernes 3” .

Y, cómo ya pueden ver en las fotos, el negro tocó por dos horas y 40 minutos en un set demoledor, emotivo, honesto y agradecido, una verdadera celebración de 10 años de carrera y 7 años de discos. Una fiesta como las que sólo se dan cada cierto tiempo, el lanzamiento de Harto De todo estuvo cargado de energías nuevas, etapas que se cierran y fases que apenas están comenzando. De partida, el involucramiento total de los Weichafe en todo el proceso de un nuevo disco, desde la misma concepción de canciones, la grabación y mezcla, hasta la gestión.

La gente llegó temprano al Galpón Víctor Jara. Eran las 10 de la noche y en la puerta se agolpó una gran cantidad, con entrada en mano, clamando por un pronto ingreso. Imposible, pues aún se podía escuchar lo que fue la prueba de sonido. Pasadas las 10 con 20, las puertas se abrieron y la gente fue entrando, llenando rápidamente el recinto.

“Ojalá vaya harta gente el Viernes. Tenemos nuestro público que siempre está en todas, pero esto igual es un riesgo, hay mucho trabajo acá”, cuenta Marcelo Da Venezia, el hombre tras las 4 cuerdas del bajo (recordemos que, durante toda la carrera de Weichafe, Da Venezia ha exhibido un virtuosismo en las 6 cuerdas de un bajo). Ahora tiene uno de 4, y afinado en el mismo tono de las guitarras de su “bandmate” y amigo de más de una década Pierattini.

Juntos iniciaron este largo viaje llamado Weichafe, por allá en 1996, hace 10 años. Al poco tiempo, se les sumó Mauricio Hidalgo, un baterista que ellos ya conocían de su círculo de amistades. Desde esa precaria grabación en cassette de las canciones “Tierra oscura del sol” y “3 Puntas”, al lanzamiento del Viernes 3, han construido su historia juntos.

Lo primero que se ve en el extremadamente repleto galpón es el telón del disco rojo, ese que tiene el “WEICHAFE” en fuerte negro, tapando todo el escenario. El lienzo está justo delante de él, y funciona como una especie de muro, tal como el que construía Pink Floyd en la gira de “The wall”. ¿Acaso los Weichafe van a tocar tras el muro? En absoluto; el lienzo rojo, parte del pasado de los guerreros, simbólicamente sería echado abajo para dar paso al presente y al futuro. Tras ese lienzo rojo gigante, había sorpresas visuales y de logística.

Estas recién las sabría el público de golpe tras ver el lúdico documental que registró esas “estresantes” sesiones de grabación en la playa. Los Weichafe decidieron alejarse de todos, aislarse del mundo y de su entorno más inmediato acá en al capital, y mandarse a cambiar a la playa. Se trasladaron con casi todas sus cosas: instrumentos, equipos, maletas y todas las ganas de trabajar con el mayor agrado posible.

El registro visual de todo el relajo, creatividad y trabajo del trío fue seguido exhaustivamente por Daniel Robles, bajista de Silencio. Para Weichafe, ha grabado desde mediados de año; él dirigió el video de “Festín de muecas”, último single del tercer “Pena de ti”. Daniel cuenta que le tocó ver de todo en las sesiones. “Grababa todo el día, y no había horario de ningún tipo. Les pregunté si acaso les iba a molestar tener la cámara encima, y no pusieron ningún problema, todo fue de forma natural”, agrega.

Robles también dirigió el primer video promocional de este “Harto de todo”, para la canción “Me voy a encerrar”, el primer single. De partida, el sonido es directo y preciso: Pierattini y Da Venezia hacen exactamente el mismo riff, dando la ilusión de que hay guitarras a dos voces. El colchón sonoro perfecto para mostrar a este Weichafe “cosecha” 2006: más maduro, más limpio, más visceral y más seguro de sí mismo. El video está protagonizado por Milo Maccioni, un personaje del entorno Pierattini, amigo de la familia. Un soltero de 55 años, quien vive solo, aunque no desconectado del mundo.

“Hasta los 40, el estar sin una mujer al lado es completamente doloroso. Después, la testosterona va bajando y el cuerpo se va acostumbrando”, dice con un relajo que contrasta con la descripción del dolor que puede dar. Por cierto, don Milo es fan de Weichafe.

El concepto de “Harto de todo”, según lo que cuenta Angelo, viene de un personaje que conocieron en el sur, en una de las giras de las Escuelas de Rock. “Un fanático de la banda nos habló de un tipo, Patricio Miranda, quien vive encerrado en su casa, y sus paredes tapizadas con fotos de su vida: con su familia, con sus amigos, con sus mujeres, y en diversos lugares. No sale de su casa ni tiene mucho contacto con el exterior, sino que viaja por las fotos y revive los momentos”, agrega.

Para Miranda, su mundo está en este viaje por su historia. “Por ejemplo, si en una foto sale él con sus amigos tomando y sentados todos alrededor de una mesa, él se sumerge en la foto y revive el momento, trasladándose hacia allá. Las fotos lo ayudan a ese viaje. Puede dejar a sus amigos escuchando música alrededor de la mesa y devolverse a su casa, salirse de la foto”, cuenta Angelo, quien junto a sus compañeros de Weichafe fueron unos de los pocos en conocer a Patricio Miranda en la intimidad de su hogar. “No deja entrar a nadie, y las únicas personas con las que se siente tranquilo son los artistas, le agradan mucho los músicos”, agrega Pierattini.

La canción que completa todo el concepto del encierro como forma de viaje espiritual para poder encontrarte de verdad se complementa en la última canción del disco, “De viaje por las fotos”. Es justo en esa canción donde se menciona al que termina, eventualmente, por inspirar el nombre definitivo del concepto, el “harto de todo”. Se trata de un escritor chileno recientemente revisitado, llamado Juan Emar. Autor de vanguardia, cuyo nombre verdadero es Álvaro Yánez Bianchi, su obra fue incomprendida en su tiempo, los años 20 y 30.

Es recién desde mediados de los 70 cuando se le empieza a revisar nuevamente, dejándolo como uno de los precursores de una nueva forma de escribir. Su pseudónimo encuentra su significado en una expresión en francés, “j' en ai marre”, que significa “estoy harto de todo”. Fonéticamente, es similar a decir “Jean Emar”, el francés de Juan Emar que conocimos acá.

Este mensaje va quedando claro en las 13 canciones que componen el “Harto de todo”, y los fanáticos han comenzado a asimilarlo y a incorporarlo al repertorio de clásicos weichaferos. Tras la exhibición del documental y el estreno del video para “Me voy a encerrar”, por el sistema de sonido comienza a sonar el emblemático “Al patíbulo” de Machuca, el “caballito de batalla” de prácticamente cada actuación de Weichafe.

En medio de la canción, el enorme telón rojo se desprende y vemos un par de notables sorpresas. La primera de ellas es el enorme lienzo que cuelga en el fondo del escenario, donde podemos ver el arte integral del disco, en una reproducción de una pieza con paredes llenas de fotos y don Milo al medio, sonriendo hacia el público. El arte fue concretado por un colaborador de toda la vida, Claudio Aranda. “Las fotos que componen la pieza recorren toda la historia de Weichafe, es posible encontrar cosas de diversas etapas de su trayectoria”, cuenta Claudio, quien fue armando este gigantesco puzzle para exponer el concepto que tenía Angelo. Juntos dieron con el concepto final y Claudio lo diagramó y armó para el disco.

La otra sorpresa es la distribución de los equipos y la batería. Esta ya no está al fondo, sino que en la esquina derecha, pegada al borde de la tarima, y en directo contacto con la primera fila. Angelo al medio y Marcelo en la esquina derecha, muy pegados a ese borde del escenario que los pone en contacto directo con esos fanáticos aguerridos que se agolpan en las primeras filas. Los cabros asumen posiciones y la gente que colma el galpón les da una ovación que conmueve.

Es el inicio de una nueva etapa para Weichafe, y tienen el respaldo incondicional de su público, que responden de inmediato al riff que da partida al show, “Me voy a encerrar”: todos cantando y disfrutando. La pegada no puede ser más perfecta con “La miseria está aquí” y el salto al pasado con “Opción laverna”, en una triada sin descanso y a un Negro tocando la batería con la misma fuerza de siempre y apoyado en lo emocional con un fuerte “olé olé olé oléeee, Negroooo, Negrooooo” del público.

El show sigue con una nueva, “Cuesta respirar” y la emblemática “Tierra oscura del sol”, con el desarrollo más Weichafe que se pueda ver: a las entrañas, con Angelo contra su equipo, Marcelo llevando la voz cavernosa y el Negro pegándole fuerte a los “tarros”, un cuadro que hemos visto muchas veces, pero que siempre parece ser el primero que vemos en nuestras vidas. Otra ovación y los agradecimientos de Pierattini. “Esta va para los amigos que se hacen de noche” como intro para “Sin dormir”, casi hecha en clave “riff” Richards. Otra dedicatoria para otra nueva, la campestre/cautivante “El ejemplo”, y nos damos cuenta de que estos nuevos “hijos” son parte de una misma historia, que se integran perfectamente con sus “hermanos” mayores y que se suman a una misma sensación.

La clásica Tierra Oscura Del Sol, registrada por alguien de la audiencia...


“Y vamo´ a tomar piscola” grita la gente en el guiño a “No llores más”, que da paso a la genial “Sí, me saqué los dientes”, una de esas canciones que tiene todo para convertirse en un clásico del repertorio popular, partiendo por ese slide medio Harrison que cautiva desde el primer segundo, y un cambio de letra muy sutil (“veo en tu cara la estupidez”, cantó Pierattini en un par de veces en el coro). El juego de guitarras de “Pájaros de papel” le da paso a una de las más arriesgadas de las nuevas, “Caña del alma”, que incluyó un elemento, hasta ahora, inédito en los shows de Weichafe: el uso de bases y cosas grabadas.

Como no estaba Silvestre por estos lados para tocar el trombón en directo, se le reprodujo vía grabación. Lejos de incomodar, los nuevos elementos y las bases usadas son un aporte para representar las nuevas canciones de la mejor manera posible. La onda relajada se prolonga en una de las más sentidas interpretaciones de “Las cosas simples”, con la intro de “Like a hurricane”, del emblemático Neil Young.

Lo de Neil Young no es casual. Angelo es fanático declarado del cantautor canadiense y vio una coincidencia cósmica con algunas cosas recientes del rocanrolero de 60 años junto con los Crazy Horse. “El otro día vi una parte del show del disco Greendale en vivo, donde en la canción final van apareciendo todos los personajes de la historia, y las imágenes de fondo muestran una especie de mapa del pueblo, el que no tiene nada de arquitectónico, sino que casi orgánico, con árboles y todo.

Es más o menos la idea que tenía para la nueva visual de nuestra página”, cuenta Angelo en uno de los ensayos previos. Pierattini, además, cuenta sobre las guitarras, equipos y efectos que usa Young en su puesta en vivo.

El ambiente se relaja aún más con la llegada de una guitarra acústica a escena, y del saludo de Angelo para Kena Tapia, la amiga de los primeros días, que cantaba con ellos en esos días pre-Weichafe. Los saludos y honores van para ella en “Años de asalto”, otra de las nuevas. Lo acústico sigue con esa gran pieza llamada “El paño de Luis” y el recogimiento interno de todos los presentes.

El Paño De Luis, otro video desde el público...


Otro elemento nuevo en la puesta en escena de Weichafe es el piano. Tras el set acústico, Angelo se va a sentar junto a las teclas para una nueva canción, la electrizante “No estoy muerto”, dándole otro sabor a lo que es puesta en vivo. Pero el piano va sólo acá. Pierattini se dirige nuevamente hacia a delante, pero el escaso tiempo de esta acción es suficiente para que la gente coree la siempre pedida y casi nunca entregada “Suerte”.

Como es un día especial, la suerte está con todos esa noche y comienza a sonar “Suerte” en otro tono, pero con la misma intensidad que le escuchamos en el ya lejano “Pena de ti”; y acá es donde aparece Daniel Robles en voces, en un acto espontáneo, y mientras grababa con su cámara varios de los momentos de la velada. Ahí el hombre se da un respiro y canta junto a Weichafe, recibiendo el apoyo de la gente.

La muestra de ello: Suerte, un video de la velada...


Comienzan a sonar los primeros movimientos de “Harto de todo”, la canción que da nombre al nuevo disco, con cambios interesantes y un coda instrumental increíble, completado por la aparición en escena del don Milo, en una excelente performance, casi como saliendo desde el lienzo hacia el mundo real. Terminando su actuación junto con el cierre súbito de la canción (acá recuerden ese tipo de cierre medio “I want you” de los Beatles tipo Abbey Road), Milo Maccioni da las gracias por el micrófono y felicitando al público: “Ustedes escuchan buena música, y no la mierda que pasan por la tele”, remata justo antes de irse.

“Lo que gatilló el camino hasta aquí” y su interesante aura preceden a ese clásico “que se llama como una gran banda nacional”, como la presenta el negro, “Silencio”; acá es la gente la que canta fuerte y los Weichafe se echan un poco atrás para contemplar el cuadro. Después, un diálogo entre guitarra y palmas de la audiencia dan la intro perfecta a “Pena de ti”.

Ese mismo diálogo de los músicos con el público se mantiene para una de las nuevas, “Sin ganas de ceder”, donde el respetable incorpora un “oh oh oooh” emulando la guitarra para seguir la canción, una instantánea realmente conmovedora. A continuación, un “Suicidio general” acompañado de un “WEICHAFE” bien gritado por todos los presentes en lo quiebres con silencio, en un ritual que se ha mantenido desde muy temprano en los sets en vivo de los guerreros.

Esta triada sella maravillosamente un set que se ha extendido casi por 2 horas. Comienza con el himno de los primeros años, “No es malo”, donde el galpón se viene abajo con esta verdadera renovación de votos de los fieles; “El rock del Poncho”, recordando al “late great” Poncho Vergara, junto a una extendida y deliciosa jam instrumental, donde la voz del público se fundió con los solos de guitarra de Pierattini. Para cerrar, la aceleradísima “Festín de muecas”, con algunos de los presentes en primera fila moviendo las cabezas y sentados al borde del escenario, y con el negro tocando más compases de lo usual, casi como si lo viniera persiguiendo el diablo. ¡Y eso que se rebanó el dedo hace una semana! Los Weichafe se retiran del escenario para volver más pronto de lo que se creía.

El primer bis de la noche (sí, el primero de dos) lo parte la sencillamente conmovedora “Pan de la tarde”, que fue pedida a mitad del primer set. En esa canción se juntan muchas cosas como para ponerlas acá, pero todo se puede resumir en un par de palabras: “sentimiento Weichafe”. Después, otra del rojo, la gran “Respiro la luz del sol”, en una de las respuestas más encendidas de los presentes en el galpón de la plaza Brasil. El set cerró con la siempre poderosa “Ripio y soledad”, que echó el recinto abajo. ¿Acaso tanta pasión y potencia pueden ser legales? Esa noche sí lo fueron. Es más: fueron la norma de la extensa jornada. Por segunda vez, unos exhaustos Weichafe se retiran del escenario.

Esta vez, la pausa es un poco más larga, lo que hacía parecer que la extensa velada (de casi dos horas y media, si miramos los relojes en ese momento) había llegado a su fin. Sin embargo, aparecen nuevamente los guerreros a escena, agradeciendo de todo corazón a los presentes. “Es conmovedor ver muchas de las mismas caras de todos estos años entre ustedes. ¡Muchas gracias!”, dice el Negro, justo antes de sentarse tras su batería por tercera vez.

En una jornada en la que, prácticamente, no faltó absolutamente nada, no quedaba mucho por pedir de Weichafe, pues lo habían dado todo. Pero, como el ánimo estaba dispuesto para mucho más, aún quedaban un par de perlas ahí guardadas para celebrar: la emblemática “Pichanga”, precedida por la intro de Rage Against The Machina; y, con una mención previa notable de Angelo a una leyenda que conocieron en el viaje a la playa, el gran Lucho Barrios, el cierre definitivo de la velada, con “Hazme dormir”, que alguna vez se le conoció como “Crazy Horse” cuando aún no tenía nombre definitivo, hace casi 2 años y medio.

Resulta conmovedor ver cómo el grupo y su público se funden en uno solo en este cierre. Esos 160 minutos de set inolvidable parecían apenas un instante. Una foto instantánea, como las que llenan esas paredes del que está “harto de todo”. ¿Qué mejor manera de recorrer ese camino con, precisamente, “harto de todo”? Hubo mucho en la jornada de lanzamiento del nuevo disco, en uno de los números más logrados, honestos y sólidos de la escena local.

El del Viernes 3 de noviembre fue uno de los mejores shows que se ha podido ver de Weichafe. En él dieron cuenta de su crecimiento, de su maduración como músicos, como intérpretes y como personas, y de esta nueva etapa, en todo sentido de la palabra, que inician. Una celebración que ninguno de los presentes olvidará. Y eso que se vienen varias más en le futuro. Ahora, sólo a esperar y disfrutar del nuevo disco.

Lista de canciones:

-Me voy a encerrar
-La miseria está aquí
-Opción laverna
-Cuesta respirar
-Tierra oscura del sol
-Sin dormir
-El ejemplo
-Sí, me saqué los dientes
-Pájaros de papel
-Caña del alma
-Las cosas simples
-Años de asaltos
-El paño de Luis
-No estoy muerto
-Suerte
-Harto de todo
-Lo que gatilló el camino hasta aquí
-Silencio
-Pena de ti
-Sin ganas de ceder
-Suicidio general
-3 puntas
-El rock del Poncho
-No es malo
-Festín de muecas
- - - - - - - - -
-Pan de la tarde
-Respiro la luz del sol
-Ripio y soledad
- - - - - - - - -
-Pichanga
-Hazme dormir